El mencionado documento, firmado por México con Estados Unidos y Canadá, estableció que a partir del primer día del próximo año se registrará la eliminación de aranceles para la importación de subsidiados alimentos y otros productos provenientes de esos países.
Esta medida asestará un fuerte golpe a los productores mexicanos, especialmente de maíz, frijol, leche y azúcar, incapacitados de competir debido a la asimetría de las economías, el nivel técnico y la ayuda entregada por Washington a sus hombres del campo.
Como apoyo a la demanda de renegociación del Tratado, una muralla humana impedirá esta noche el paso en cinco puentes fronterizos que sirven para la entrada de mercancías norteamericanas a territorio mexicano.
Ese será el inicio de todo un programa de movilizaciones anunciado ya por la Central Campesina Cardenista, el Consejo Nacional de Organizaciones Rurales y Pesqueras, la Asociación Nacional de Ganaderos y Lecheros y otras agrupaciones.
La protesta en la frontera será seguida en los primeros días de enero, según se informó, por bloqueos intermitentes en carreteras a transportes que trasladen productos importados de Estados Unidos y por actos en diversos estados del país.
Igualmente, caravanas de campesinos marcharán hacia esta capital en enero para una gran concentración de agricultores apoyada por la Confederación Nacional Campesina y con el respaldo del Frente Amplio integrado por legisladores de los partidos de oposición.
El repudio al TLCAN se ha generalizado como consecuencia del incremento de la pobreza y la emigración de numerosas familias campesinas afectadas por la competencia desleal de los productos importados en los últimos años.