Advirtió que ante esa situación la misión estuvo a punto de fracasar, pero se logró culminarla gracias a la perseverancia de los delegados de la Cruz Roja, el comité Colombianos por la Paz y la tripulación del helicóptero brasileño.
Añadió que ellos no escucharon combates pero que los guerrilleros que entregaron a los cuatro retenidos les informaron que también habían sido hostigados por las fuerzas militares en su camino hacia el punto de encuentro.
Botero dijo que este es un mal precedente, pero manifestó su esperanza de que esa situación no frustre las liberaciones del ex gobernador del departamento de Meta Alan Jara, prevista para mañana, y la del ex diputado Sigifredo López, el miércoles.
Asimismo aseguró contar con testimonios en video y audio como prueba del hostigamiento de los militares.
Horas antes el Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, había negado tajantemente que las fuerzas armadas tuvieran presencia en la zona y que el gobierno mantenía todas las garantías para la misión humanitaria.
Por su parte, la senadora Piedad Córdoba informó que en las próximas horas el comité Colombianos por la Paz emitirá un comunicado en el que explicará lo sucedido durante la jornada.
Esta primera etapa de las liberaciones culminó cerca de las 19.00 hora local, cuando el helicóptero con los emblemas de la Cruz Roja se posó en la pista de la terminal aérea.
Fue una larga jornada que comenzó a las 8.00 hora local, cuando la comisión humanitaria encabezada por Piedad Córdoba partió desde el aeropuerto de Florencia, capital del sureño departamento de Caquetá.
En un punto de la selva de Caqueta recogieron a los policías Wálter Lozano Guarnizo, Juan Galicia Uribe y Alexis Torres Zapata, y el soldado William Domínguez Castro.
