Zelaya afirmó que la resistencia de los hondureños es no violenta y así lograrán dar un ejemplo al mundo de cómo se derrota un golpe de Estado por vías pacíficas.
El dignatario retornó sorpresivamente al país el pasado 21 de septiembre y llamó a un diálogo para encontrar una solución pacífica a la crisis desatada por la asonada militar.
La última fase de las conversaciones se desarrolló del 7 al 22 de este mes bajo los auspicios de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero terminó sin acuerdos sobre el punto principal: la restitución de Zelaya.
Las pláticas se desarrollaron bajo el llamado Acuerdo de San José, una propuesta del mediador, el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, para el regreso condicionado a la presidencia del mandatario.
Zelaya ratificó su rechazo a la última propuesta del presidente de facto, Roberto Micheletti, para que ambos renunciarán y abrirle paso a una tercera persona que encabezara un gobierno interino.
De acuerdo con el estadista, tal solución sería un segundo golpe de Estado.