En estas reuniones se ratificó el apoyo mutuo e incondicional de los dirigentes revolucionarios y se analizó la problemática del mundo, en busca de alternativas y soluciones a favor de los pueblos.
El primero de estos encuentros se dio en La Habana, en el mes de abril, durante una visita que hiciera Daniel a la isla posterior a la realización de la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago. Allí, el presidente Daniel, la compañera Rosario Murillo y el comandante Fidel Castro, conversaron durante horas sobre el desarrollo, los incidentes y los resultados de aquella Cumbre.
Luego, en el mes de diciembre, a su regreso de la VIII Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), el comandante Daniel Ortega Saavedra, presidente de Nicaragua, reveló que durante su estadía en la isla, también sostuvo encuentros con el líder de la Revolución Cubana, comandante Fidel Castro Ruz.
Uno de estos encuentros fue sorpresivo, al presentarse el comandante Fidel a la casa donde se hospedaba el presidente Daniel y la compañera Rosario, junto a su familia.
