En respuesta al intendente Fernando Echeverría, quien señaló ayer que el movimiento "va en decadencia", Vallejó recalcó que hay un desgaste, pero también una convicción mucho más importante de seguir adelante.
El pasado jueves, el estudiantado chileno salió a las calles de esta capital y otras ciudades del país en protesta contra la propuesta de reforma presentada hace unos días por el Gobierno de Sebastián Piñera.
La manifestación pacífica a la que se unieron diversos sectores de la población concluyó en un enfrentamiento con los carabineros, quienes lanzaron gases lacrimógenos y chorros de agua.
La del pasado jueves fue la tercera protesta multitudinaria en un mes, con las que estudiantes, familias y trabajadores exigen educación pública gratuita y de calidad para todos.
A comienzos de este mes, con la idea de apaciguar los ánimos de los estudiantes que reclaman educación pública gratuita y de calidad, Piñera anunció la creación de un fondo de cuatro mil millones de dólares.
Los estudiantes consideran que las utilidades de los centros privados de enseñanza desencadenan desigualdad y deficienca del sistema educacional de este país.
Actualmente, el aporte fiscal a educación pública es del cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, cuando lo recomendado por la Organización de Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura es siete por ciento.
El Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales, Patricio Indo, aseguró recientemente que estudiar en Chile es difícil desde el mismo acceso a los colegios de secundaria.
La situación se agrava -recalcó en entrevista con Telesur- al llegar a la universidad, donde hay que pagar colegiaturas muy costosas que sólo ayudan al endeudamiento de los estudiantes antes de graduarse.
