Magazín Páginas de Nuestramérica.- Es de notar acá, que el imperio, impone ahora en su propio territorio, los métodos oscuros del accionar que utilizan en el resto del planeta.
Expertos en escuelas y centros de tortura, -como las de Abu Graib, Guantánamo y las cárceles clandestinas en el Este de Europa recién denunciadas,- el régimen.
Uno de los más importantes hechos de las últimas semanas en Nuestramérica y el mundo, fue la histórica creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC. La embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, afirmó al respecto que este es “el hecho político más importante para la región de los últimos 100 años…un bloque integrado por 33 estados que apuntan a encontrar un destino común para nuestros pueblos".
Este paso adelante se presenta en momentos en que el capitalismo se enfrenta a la más profunda crisis, la que trasciende una estricta recaída cíclica y que en consecuencia no podrá ser superada con una relativa vuelta atrás de la historia, hacia un posible modelo paternalista del siglo XXI. Nace la CELAC, en momentos en que el sistema capitalista mundial, representa envidiablemente el papel del mago a que aludiera K. Marx, uno incapaz de controlar las potentes fuerzas que ha desatado. El capital se precipita hoy en el abismo de la más grave crisis de sobreacumulación de su historia. Pero para los E-U caer es también una forma de volar, entonces se derrumban y simultáneamente se enlistan para una agresiva campaña militar en diferentes partes del mundo, en el contexto de su estrategia de seguridad y de Guerra Global Integral.
Hace algunas semanas, en medio de movilizaciones constantes y masivas de protesta en todo los Estados Unidos, un hecho absolutamente importante aconteció; lo que algunos activistas catalogan como la desaparición de la constitución de los Estados Unidos y que involucra además la desaparición objetiva del Derecho Internacional. El 31 de diciembre del 2011, fue firmada por el presidente Barack Obama La Ley de Autorización de Defensa Nacional HR 1540, que fue lanzada como amenaza de año nuevo contra los pueblos del planeta. Con la excusa de la Seguridad de los E-U, se elabora la justificación para suprimir los derechos y libertades fundamentales allí y en el mundo entero. Detenciones indefinidas sin juicio alguno dentro o fuera de los Estados Unidos, de nacionales estadounidenses o de otros países del mundo. Es de notar acá, que el imperio, impone ahora en su propio territorio, los métodos oscuros del accionar que utilizan en el resto del planeta. Expertos en escuelas y centros de tortura, -como las de Abu Graib, Guantánamo y las cárceles clandestinas en el Este de Europa recién denunciadas,- el régimen de los Estados Unidos se dispone a propinarle a su pueblo, una dolorosa muestra de su operar constante en el mundo y su funesta concepción de democracia.
El 5 de enero de 2012, Obama presentó la llamada Nueva Estrategia Militar de Estados Unidos, desplegada en los titulares de los más importantes diarios del mundo, como una buena nueva; en el sentido que los Estados Unidos reduciría el tamaño de su ejercito, pero se omitía lo también afirmado por Obama: "Nuestro Ejército será más pequeño pero el mundo debe saber: Estados Unidos va a mantener su superioridad militar con unas fuerzas armadas que sean ágiles, flexibles y preparadas para un rango completo de contingencias y amenazas”. Y si a lo anterior le sumamos el inmenso negocio del complejo militar-seguridad-industrial, se comprenderá que el sentido de esa reducción consiste en aumentar el uso de contratistas. De hecho EEUU emplea un mercenario como mínimo por cada soldado desplegado en Afganistán e Irak. Actualmente hay más de 260.000 mercenarios en Irak y Afganistán, es decir más “contratistas” que soldados de los E-U y aunque los soldados norteamericanos fueron expulsados de Irak, los mercenarios permanecen.
Lo cierto es que no es mayor garantía de seguridad para el mundo, una nueva estrategia militar del imperio que involucra una fuerza moderada y menos numerosa pero a la vez un gigantesco arsenal biológico y nuclear, y un portentoso desarrollo tecnológico en armamentos, fabricados para destruir a toda nación que se convierta en obstáculo para el control absoluto de los E-U sobre las fuentes y reservas energéticas en todo el planeta. No es gratuito “Guerra Infinita” como el nombre y el apellido elegidos por los E-U después del 11 S, para emprender sus cruzadas. Hablamos de un estado permanente de guerra, que se aprecia en el reciente despliegue de nueve mil soldados norteamericanos en Israel para presionar a Siria e Irán, en el recrudecimiento de los atentados terroristas y asesinatos selectivos en Irak, Siria, Irán y Pakistán, detrás de los cuales según los países afectados, esta la mano de las agencias de inteligencia de E-U., Inglaterra e Israel. Las declaraciones amenazantes contra Irán, Siria y los países del ALBA, la imposición en Europa del escudo antimisiles de E-U a través de chantajes y presiones, la fricción y hostigamiento contra Corea del Norte, el despliegue de portaviones y buques de guerra de E-U, Inglaterra, Francia, Israel y Rusia en las costas de Siria y en el Estrecho de Ormuz, hacen que las palabras de Fidel Castró sean inevitablemente oportunas: “En una guerra nuclear, el daño colateral será la desaparición de la especie humana”.
Nuevas armas e invasiones directas, producción de guerras civiles, mercenarismo político y diplomático, terrorismo con banderas falsas a fin de avivar conflictos religiosos y étnicos que faciliten el saqueo, organización de revoluciones controladas cuando se determina que estas son inevitables, con el propósito de moldearlas para que no socaven el sistema, esto y la visión de un estado de guerra perpetua, son las fuentes principales de donde bebe la doctrina de seguridad de los E-U. De hecho Obama lo dejó claro para la audiencia mundial, respecto a que las medidas expuestas no impedirán que: “El presupuesto de defensa sea mayor de lo que era al final del gobierno de Bush”.
Es indudable, que simultáneamente con esta realidad, se ha fortalecido la resistencia al proyecto hegemónico de los E-U, la desafiante respuesta diplomática y militar de Rusia frente al escudo antimisiles de los E-U- OTAN, las demostraciones de la capacidad Iraní de proteger el Estrecho de Ormuz, la oposición de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU en relación a la aplicación de sanciones contra Siria, la derrota de las intervenciones en Irak, Afganistán y Colombia, el giro político de Pakistán frente a su política exterior, la creación de la CELAC, el reto que significa China como principal potencia económica del mundo, y la incapacidad de aislar a Irán, son efectos de la confrontación mundial, que profundizan las fisuras del proyecto unipolar y al mismo tiempo acelera el momento de presentación, por parte de los Estados Unidos, de su carta más ambiciosa, quizá la última, esa carta es una dictadura fascista de carácter supranacional, sostenida por la fabricación de guerras automatizadas, controlada por unos cuantos miles de multimillonarios dueños del capital mundial y que ya comienzan a tomarse el poder político directo, a través de los golpes de Estado silenciosos o golpes de mercado como ha sucedido ya como efecto de la crisis en Grecia con Papademos, jefe del Banco de Grecia, ex vicepresidente del Banco Central Europeo y ahora primer ministro de Grecia y en Italia con el ex comisario europeo y economista Mario Monti.
Frente a estos escenarios, Nuestramérica se encuentra en el centro de la política mundial, como continente potencialmente antimperialista y epicentro de una propuesta integracionista de globalización. El presidente Hugo Chávez declaraba que la CELAC es “la unión geopolítica sobre la que vamos a construir un gran polo de poder”. Y es cierto, a la CELAC le esperan admirables retos, cumplir los principales puntos de su agenda, llenar los vacíos y superar el papel político de la desgastada OEA, y el fundamental, que sin duda cualificará y acelerará el Polo de Poder Latinoamericano; lograr que la CELAC además de ser un paso adelante en el camino de la construcción de una globalización multipolar al servicio de los pueblos, sea también un escenario para la segunda y definitiva independencia del continente.
Para esto, se hace preciso un enfoque nuestroamericano de la geopolítica, en la que ineludiblemente la integración continental hoy, deba pasar por la paz en Colombia de manera impostergable, pero no por la paz – pacificadora con su osario de fosas comunes, sino la que permanentemente el pueblo construye en sus cabildos, encuentros y movilizaciones, una paz con justicia social. Una concepción de multipolaridad que involucre en ella el fortalecimiento de la defensa de los Mapuche aislados y desterrados en un hecho que remonta, lo realizado contra el pueblo Palestino por parte de Israel. Una que pase por la no legitimación de dictaduras como la de Honduras, que comete masacres diarias de campesinos, periodistas y profesores. Una geopolítica de y para los pueblos que pase por hacer invitación oficial a Puerto Rico –derrotando las presiones de los E-U- a ser parte de la CELAC e impulsar la voz de los movimientos independentistas.
