Venezuela elige este domingo entre dos visiones antagónicas de sociedad: el socialismo bolivariano y el liberalismo, con el actual presidente como favorito, según los sondeos.

Aitor Lekunberri Iribarren* - Diario de Noticias de Navarra.- Venezuela celebra mañana domingo unas elecciones presidenciales de gran trascendencia para el futuro del país y de la región. Hugo Chávez, actual presidente y líder de la revolución bolivariana, se enfrenta a una oposición reagrupada en la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), cuyo candidato a la presidencia es Henrique Capriles Radonski. Será la decimocuarta cita de los venezolanos con las urnas en los 13 años de gobierno de Hugo Chávez.


La lluvia de encuestas en Venezuela indica que con alta probabilidad Chávez será reelegido. Algunas de las encuestadoras más prestigiosas del país, como Datanálisis, Hinterlaces o GIS XXI, otorgan a Chávez una ventaja que oscila entre dos y casi 20 puntos respecto a la candidatura opositora, dependiendo de la orientación del voto de los indecisos. Pese a ello, son numerosos los medios internacionales que auguran un empate técnico entre ambos contendientes.

La campaña electoral, iniciada el pasado 1 de julio, ha estado muy polarizada entre dos visiones antagónicas de gobierno y de sociedad: por un lado, el socialismo bolivariano del siglo XXI defendido por Chávez y respaldado por los partidos y movimientos sociales agrupados en el Gran Polo Patriótico; por otro, el programa de corte liberal defendido por Capriles, representante de la burguesía y de los tradicionales sectores oligárquicos del país, quien apuesta por una mayor descentralización en el ejercicio del poder político, así como por una sustancial reducción del peso del sector público en la economía.

La principal fortaleza de Chávez de cara a los comicios deriva de las políticas de inclusión económica y social aplicadas a lo largo de sus trece años de gobierno. El empleo de los ingresos petroleros para impulsar la lucha contra la pobreza y la exclusión social a través de las denominadas Misiones Sociales, ha sido uno de los ejes vertebradores de la política gubernamental. Estas misiones funcionan en áreas como salud, educación, alimentación, energía y vivienda.

Tal y como señala Ignacio Ramonet, prestigioso periodista y director de Le Monde Diplomatique, "el gobierno bolivariano ha generalizado la sanidad y la educación gratuitas; ha multiplicado la construcción de viviendas; ha elevado el salario mínimo (el más alto de América Latina); ha concedido pensiones de jubilación a todos los trabajadores (incluso a los informales y a las amas de casa) y a todos los ancianos pobres aunque nunca hayan cotizado; ha mejorado las infraestructuras de los hospitales; ofrece a las familias modestas alimentos, mediante el sistema Mercal, un 60 % más baratos que en los supermercados privados; ha formado técnicamente a millones de trabajadores; ha reducido las desigualdades; ha rebajado en más del triple la pobreza extrema…". Según la CEPAL (Comisión Económica para América Latina), la pobreza general, que en 1998 era de un 60%, ha disminuido a un 27%, mientras que la pobreza extrema, de un 25 % en 1998, ha bajado a un 7%.

El sueño de Bolívar

Uno de los pilares de la acción gubernamental ha sido el desarrollo de una impresionante política educacional, que ha colocado a Venezuela en el quinto lugar mundial en cuanto a número de estudiantes matriculados en educación superior, superando a países como Estados Unidos, China, Francia o España. En el año 2005, la UNESCO reconoció este esfuerzo educador y declaró a Venezuela como país libre de analfabetismo.

A lo largo de los últimos meses, la Gran Misión Vivienda Venezuela se ha convertido en uno de los programas sociales estrella del gobierno bolivariano. Esta misión busca cubrir el importante déficit habitacional existente en el país y plantea como meta la construcción de más de dos millones de viviendas hasta el año 2017. Hasta el momento, han sido más de 250.000 las viviendas entregadas, en su mayoría a personas de bajos recursos.

La apertura de espacios para la participación ciudadana ha sido otra de las notas características de la revolución bolivariana. A lo largo y ancho del territorio venezolano, las comunidades se encuentran organizadas en Consejos Comunales a través de los cuales es la propia comunidad la que formula, ejecuta, evalúa y controla las políticas públicas. Se trata de un nuevo paradigma para el ejercicio de la democracia, en la que ésta no se limita al sufragio, sino que se trata de un continuo ejercicio de participación y de construcción social desde la base, en el marco de una democracia participativa y protagónica.

La gran repercusión mediática que Venezuela ha adquirido desde la llegada de Chávez a la presidencia deriva en buena medida de su enorme potencial energético. Actualmente, el país cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, estimadas por la British Petroleum en 296.500 millones de barriles, lo que representa el 18 % de los recursos mundiales de crudo. Que Venezuela haya pasado a manejar sus recursos naturales de forma soberana, ha contribuido a su desarrollo económico y social y ha permitido poner en marcha iniciativas como Petrocaribe, que permite el suministro de petróleo a países del Caribe en condiciones muy ventajosas.

La salida de Venezuela del FMI y del Banco Mundial, y el impulso a la integración latinoamericana, a través de organismos como el ALBA, la UNASUR o la CELAC, ha propiciado un cuestionamiento de la hegemonía estadounidense en la región y ha contribuido a la configuración de un nuevo mapa político latinoamericano. Este esfuerzo integracionista explica que para buena parte de las organizaciones sociales y partidos de izquierda del continente, Chávez encarne el viejo sueño de Bolívar de la creación de la Patria Grande.

Seguridad e impunidad

En una frenética campaña, la oposición agrupada en la MUD ha tratado de explotar la imagen de un Capriles moderado, continuador en cierta medida de los programas sociales del gobierno actual, todo ello con el objetivo de atraer a los sectores populares, en los que claramente domina Chávez. En su recorrido por buena parte del territorio nacional, Capriles ha criticado con dureza la inseguridad, así como los altos niveles de violencia e impunidad, que son sin duda algunos de los principales problemas de la realidad venezolana. Para la Mesa de la Unidad Nacional, las políticas de seguridad ciudadana implementadas durante los últimos 13 años han estado plagadas de "improvisación" e "inefectividad". De ahí deriva la propuesta de crear un Sistema Nacional de Seguridad Ciudadana que involucre a todas las instituciones del Estado que participen en la lucha contra la delincuencia.

La explosión de la refinería de Amuay (estado Falcón) el sábado 26 de agosto, dejando un saldo de más de 40 muertos y decenas de heridos, ha generado toda una oleada de críticas contra la supuesta ineficiencia del gobierno central a la hora de gestionar un recurso estratégico para la economía venezolana como lo es el petróleo.

Por otra parte, Capriles ha anunciado algunas de las medidas que tomará a lo largo de sus 100 primeros días de gobierno en el caso de llegar a Miraflores. Entre ellas destaca la promesa de aumentar el salario mínimo a 2.500 bolívares (actualmente está en 2.047). Para combatir el desempleo, ha presentado el Plan Empleo Para Todos, que tiene como meta la creación de más de 3 millones de nuevos puestos de trabajo a lo largo de los 6 próximos años. Esta ambiciosa propuesta se ha visto acompañada de reiteradas denuncias a los obstáculos que en el país impiden el desenvolvimiento de la empresa privada. Para la MUD, el "gobierno debe ser un orientador y no un controlador". Esto supone un claro distanciamiento respecto a la política de nacionalizaciones y expropiaciones impulsadas por el gobierno de Chávez.

Serán dos propuestas antagónicas las que se enfrenten en estas elecciones. Los cerca de 19 millones de venezolanos llamados a las urnas contarán, según el expresidente norteamericano Jimmy Carter, con "el sistema electoral más confiable del mundo". El resultado, mañana 7 de octubre.

* Economista. Estudiante de la Universidad Bolivariana de Venezuela

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