Corriente Bolivariana Guevarista - Cubainformación.- El día 10 de enero se hizo público el Frente Antiimperialista de Liberación Latinoamericana (FALL) a


propósito del acto de apoyo al Comandante Hugo Chávez, con una movilización de masas en la cual participaron cuatro presidentes y delegaciones diplomáticas de 20 países de América Latina y el Caribe.

Venezuela superó la etapa de la lucha de liberación nacional que se caracterizó por una profunda confrontación de masas, política, diplomática y militar contra EE.UU. El punto más álgido de esta etapa de confrontación se dio entre 2001 y 2002.

Primero el paro nacional convocado por Fedecámaras y los partidos de derecha para diciembre de 2001, con el propósito de desconocer la Ley de Tierras anunciada por el Gobierno Bolivariano; luego los intentos de paro en la industria petrolera con la intensión de desconocer la autoridad del presidente Chávez cuando nombró una nueva junta directiva para Petróleos de Venezuela.

Y los dos episodios cumbres -por el sacrificio y la entrega del pueblo- que le permitió a la Revolución Bolivariana dar un salto cualitativo, histórico, con el cual le asestó una derrota irreparable a la derecha nacional e internacional: hablamos del golpe de Estado mediático y militar de abril de 2001, ejecutado por un reducido grupo de generales, las televisoras y medios privados, la embajada de Estados Unidos y la cúpula empresarial y eclesiástica de Venezuela; y el golpe petrolero protagonizado por la directiva de la vieja PDVSA y el capital transnacional (léase Intesa), que le dejó a la Nación pérdidas de más de 17 mil millones de dólares.

Pasa la Revolución entonces a la etapa de construcción del Socialismo, combinando dialécticamente la etapa anterior. El respaldo del pueblo con su voto, el 7 de octubre y el 16 de diciembre de 2012, son los elementos del período que definen este salto cualitativo por el respaldo al Plan de la Patria, propuesta del presidente Chávez para conducir las riendas del país en los próximos siete años.

En consecuencia el conjunto de las naciones latinoamericanas y caribeñas agrupadas hoy en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), Unasur y Alba asumen en consonancia con Venezuela la lucha por el derecho de los pueblos; es la sincronía entre los planteamientos filosóficos-políticos del chavismo, y su concepción de la nueva geopolítica internacional (por un mundo multipolar), con los sólidos pasos que las naciones están dando desde principios de 2000 para lograr la integración y solidaridad entre todos los pueblos en términos políticos, culturales, sociales y económicos.

Los países en procesos revolucionarios y democráticos han entendido que América Latina tiene un rol histórico que cumplir en el concierto de las naciones del mundo. Somos el continente de la esperanza; somos la potencia ética, política y económica que puede dar luces o pistas a las naciones del mundo en lo concerniente a construir un nuevo paradigma histórico. Como diría el intelectual Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, somos un Estado continente que se asoma como referencia de solidaridad e internacionalismo guevarista ante los pueblos del mundo.

Estos presupuestos, ampliamente expuestos por el chavismo, han empujado a América Latina y el Caribe a construir un bloque fuerte antiimperialista. Esto quedó confirmado con la movilización de masas del 10 de enero, sin parangón en la historia nacional, donde se encontraron pueblo venezolano y Fuerzas Armadas, presidentes y diplomáticos de 28 países, con una sola consigna: ¡Venezuela no está sola, América Latina y el Caribe están definitivamente unidas¡

El Presidente Chávez expresa en el documento enviado a la CELAC para el acto de clausura el día 28 de enero de 2013 que “la Celac es el proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante de nuestra historia contemporánea… pongo toda mi convicción en reiterar o hacemos la única Patria Grande o no tendremos Patria”. Esta es la dirección que corona la decisión política de consolidar la expulsión del imperio del continente y de afianzar el Frente Antiimperialista Latinoamericano de Liberación. Este evento significó la peor derrota y humillación que ha sufrido EE.UU. pero también demostró a Europa que el eurocentrismo y el pensamiento único opresor y dominador están aniquilados. Ellos, la “raza aria”, la “raza pura”, los blancos, tuvieron que venir acá, a esta tierra de indios, de negros y mestizos. Ellos, el Norte y Europa, el capitalismo todo están atravesando una profunda crisis sistémica, estructural, que nos obliga recordar la afirmación de los presidentes Correa y Chávez: “no estamos en una época de cambios, estamos en un cambio de época”, y agregamos nosotros, estamos avanzando en dar muerte al capitalismo y en la instauración del socialismo.

El imperio no se va a quedar estático. La única vía que le queda para hacer nuevamente presencia en América Latina es la vía militar. Esta puede estar caracterizada por una invasión directa, por la aplicación de la guerra de baja intensidad, combinando sabotajes, asesinato de dirigentes y cuadros de la revolución, financiando guarimbas (manifestaciones de calle). Por ello el pueblo debe entrenarse y estar decididos a mantener un cerco al imperio y a la burguesía venezolana.

La Corriente Bolivariana Guevarista hace las siguientes propuestas de cara a esta coyuntura:

1. Venezuela y los países que desarrollan procesos revolucionarios, en vía al socialismo, conjuntamente con el movimiento social, político y revolucionario, debemos mantener el rumbo de la revolución y consolidar procesos de unidad desde la base popular.

2. Es urgente la construcción y consolidación del movimiento social y político dentro del Alba social, latinoamericano y caribeño.

3. El pueblo debe permanecer movilizado en la calle, en toda América Latina y el Caribe, en solidaridad con Venezuela.

4. Tomemos las paredes y muros expresando nuestro respaldo al Gobierno Bolivariano.

5. Radicalicemos la lucha de clase, desarrollando acciones directas de masas, recuperando tierras para el campesinado y fábricas para la clase obrera.

6. La Celac debe sancionar política y económicamente al gobierno inglés por prolongar la invasión de las Islas Malvinas.

7. Crear un Organismo Latinoamericano Antidrogas para impedir que la DEA siga traficando y desestabilizando el Continente y la Región.

Corriente Bolivariana Guevarista ¡Tras las huellas de Bolívar y el Che!

 

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