venezolano, Hugo Chávez, continúa en ascenso. No fue suficiente el papelazo que hizo el diario español El País cuando divulgó una foto falsamente atribuida al líder bolivariano. Al circo montado por los medios masivos de difamación —como realmente deberían nombrarse— se sumó otro diario ibérico, ABC. Esta vez afirman que los médicos "le comunicaron a la familia de Chávez que no se recuperará". Y, según "fuentes en contacto con el equipo médico", firmaron la sentencia de muerte del Mandatario venezolano, quien supuestamente "ya no está en condiciones de regresar para ejercer la presidencia de Venezuela".
No es la primera vez que medios como ABC divulgan falacias sobre temas tan delicados como este. El Gobierno Bolivariano ha rechazado categórica y enérgicamente todas las sandeces que circulan diariamente sobre el estado de salud del Presidente Chávez. El canciller venezolano, Elías Jaua, no solo denunció la publicación constante de noticias "a partir de datos que suministran fuentes sin mayor identificación", sino también ratificó que el jefe de Estado continúa al mando del Gobierno Bolivariano y un ejemplo de ello son las decisiones de carácter estratégico que ha tomado desde La Habana, de acuerdo con AVN.
Asimismo, desde la red social Twitter pidió respeto al Mandatario, quien "está dando la batalla con mucha fe, aferrado a la vida, al amor del pueblo y con la convicción de que esta batalla la va a ganar".
Por su parte, el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas denunció que "la 'información' de ABC sobre el Presidente Chávez es tan cierta como la foto chimba (falsa) de El País".
Esta retahíla de mentiras, no solo constituye una falta de respeto hacia los familiares del Mandatario y el pueblo venezolano, sino también demuestra que la primera baja en la guerra de esa prensa sensacionalista y calumniosa, es siempre la verdad.
Denunció a esos sectores opositores que repudian a las autoridades legítimamente constituidas, llevan a cabo una campaña de infamias contra personas e instituciones y la manera inhumana con que ese sector juega con la vida del presidente Hugo Chávez.
También expresó que existe algo en extremo delicado, como "provocar sin tapujos a la organización castrense, agredir a sus mandos, usar ataques que susciten en su contra el repudio de la colectividad con el fin de quebrantar la disciplina interna de la institución e incitarla al golpe de estado".
Rangel, quien fuera ministro de Defensa en el 2002, llama la atención sobre la similitud de los hechos de hoy y lo que pasó en ese año.
"Guardo recuerdos imborrables de esos dramáticos momentos y los siguientes: los mensajes que recibí ocultando los verdaderos propósitos golpistas; las recomendaciones de gente amiga informada de lo que sucedería, acerca de las medidas para proteger la familia", agregó.
Asimismo, manifestó que lo ocurrido entonces fue, "al igual que ahora, el dualismo. El trabajo simúltaneo en dos planos. Montar el golpe y proclamar, al mismo tiempo, lealtad a la Constitución y al Jefe de Estado".
Al respecto, planteó que la derecha afiliada a esos planes pretende "echarle humo en los ojos al gobierno, a los organismos de inteligencia y confundir a la opinión pública".
No obstante, opinó en su columna, la situación de estos momentos no es la misma, el gobierno adquirió experiencia, los organismos de inteligencia y seguridad funcionan con una eficacia que no tenían en aquel momento y la base popular del gobierno se amplió.
Rangel, tambien miembro del Consejo de Estado, reiteró que existe "una amenaza cierta, comprobable, por la actitud de ese sector recalcitrante, obsesivo, que obliga a estar alerta para conjurar, al menor costo posible, lo que trama".
"La iniciativa tiene que tenerla el gobierno bolivariano y el pueblo. Nada de confiarse: desconfianza es la palabra de orden", concluye el artículo.
