Lucía Berbeo - Cubainformación.- La delincuencia y sus diversas manifestaciones, incluso dentro de las cárceles, son parte de 40 años de falsa democracia, de abandono y de descomposición social, es la manipulación que se debe denunciar desde los sectores de la derecha que pretenden responsabilizar al Gobierno Bolivariano de esa situación cuando “todos sabemos que el problema proviene precisamente de sus erróneas políticas cuando dirigieron al país”.

“Relatos de la Prisión” constituye un compendió de testimonios, donde se plasma la cruda realidad de la violación de los derechos humanos a través de los vejámenes, desapariciones, torturas y asesinatos como consecuencia de la aplicación de las políticas de Estado contra revolucionarios y presos políticos recluidos en las cárceles de Venezuela durante la Cuarta República.

Así lo dio a conocer, el escritor de la publicación, Carlos Bernardo López Guevara, quien manifestó que fue un perseguido político, estuvo en prisión casi cinco años, en ese tiempo vivió los más cruentos hechos que ningún ser humano pueda imaginar.

Es por ello, que sus vivencias las expone a través de su libro, el cual muestra los diversos tormentos en los campos de prisiones, así como una serie de atrocidades de la época represiva de la democracia burguesa representativa. “Las historias narradas en mi publicación son verdaderas, los nombres ficticios y los ambientes infernales; son once capítulos que recogen algunos de los hechos más espantosos que un preso pueda presenciar entre las rejas”.

En el marco del bautizo de la segunda edición de su obra, realizado en la sede de la Biblioteca Nacional, el poeta López Guevara, destacó la importancia de comprender que la delincuencia y sus diversas manifestaciones, incluso dentro de las cárceles, son parte de 40 años de falsa democracia, de abandono y de descomposición social, es la manipulación que se debe denunciar desde los sectores de la derecha que pretenden responsabilizar al Gobierno Bolivariano de esa situación cuando “todos sabemos que el problema proviene precisamente de sus erróneas políticas cuando dirigieron al país”.

Asimismo enfatizó, que las acciones implementadas por los personeros de la oposición era utilizar la estructura carcelaria como depósito de seres humanos sin derecho alguno. “Los gritos de protesta de los reos eran acallados a plomo y peinilla. Muertos y más muertos no tenían dolientes más que sus familiares, quienes no eran oídos en ningún lado, si querían denunciar los atropellos debían pagar un comunicado en prensa, donde quedaba asentado el nombre y la dirección, lo que traía como consecuencia la persecución, tortura y encarcelamiento para quienes apoyaran la causa de los reclusos”.

Durante la entrevista, reconoció que algunos diputados de la época como el Dr. José Vicente Rangel, David Nieves, y Jesús María Pacheco, se “convirtieron en ángeles para los internos, además las representantes del Comité de Presos Políticos como María José Parada, Argelia de Silva, la China Judith López de Economía, entre otros compañeros y compañeras que vivieron esos vía crucis con los presos políticos y los reclusos comunes. Esos si salvaron vidas y sin embargo, no han merecido el reconocimiento que se ganaron en los campos de batalla por la defensa de los derechos humanos. Honor a quienes honores merecen”.

Este autodidacta, amante de la lectura y luchador social, reflexionó que “es la hora de los cambios, las cárceles deben ser estructuras de reclusiones humanizadas con todos los servicios necesarios para una población que debe ser sometida a reeducación, reorientación y formación profesional. Centros donde se cultiven las ciencias, las artes, los deportes; espejos de una revolución que influya en los entornos sociales de donde vienen los reos”, concluyó diciendo Carlos Bernardo López Guevara.

• La autora es periodista, analista político en Venezuela y colaboradora para este medio de información. Foto: Ronny Bravo.