Sam Dreessen Traducido por Isaac Christiansen – Cubainformación.- Han pasado solo unos días desde la muerte de Hugo Chávez, presidente de Venezuela y líder de la revolución Bolivariana. Yo y muchos millones de otros por el mundo, aún estamos absorbiendo la gravedad plena de lo que ha transcurrido. Mi pésame y simpatía a todos los que aprecien la importancia y tristeza de este momento.
Hugo Chávez y su vida fueron especiales porque él fue uno de esos líderes que vienen de vez en cuando que transciende la persona individual, con todos sus errores e imperfecciones, y llega a representar las aspiraciones de millones, representando una visión y la voluntad del pueblo trabajador. En las décadas de los 60 y 70 había Patrice Lumumba, Samora Michel, Amílcar Cabral, Che Guevara, Salvador Allende, Mao Zedong, Ho Chi Minh, las Black Panthers, y los Young Lords para inspirar a los obreros, a los pueblos colonizados, y a la juventud para luchar por un mundo libre de la explotación capitalista, asesinato y saqueo imperialista, racismo y la opresión de la mujer.
Pero en las décadas después, estas esperanzas revolucionarias se menguaron y se retrocedieron, casi desapareciéndose. Los Black Panthers y Young Lords fueron martillados y destruidos por la represión del FBI, pandillas que vendían drogas se instalaron en el vacío y se apoderaron de las comunidades que los Black Panthers y los Young Lords aspiraban liderar. Desesperación y nihilismo se establecieron y se quedaron allí hasta el día de hoy. China abandonó al socialismo en todo menos el nombre y ahora es al taller de sudor para el capitalismo global, multimillonarios se sientan en el nivel más alto del Partido Comunista de China, “Servir al pueblo” ha sido reemplazado con “Enriquecerse es glorioso”. Los sueños de la liberación de África se han hecho mofa hueca, mientras el colonialismo abierto ha sido reemplazado con el reino neo-colonial, caras africanas todavía están trabajando por amos norteamericanos y europeos. Y sobre todo, los sueños latinoamericanos de liberación parecían ahogados en sangre-Allende fue asesinado con la connivencia de la CIA, los revolucionarios valientes de Nicaragua, El Salvador, y Guatemala enterrados bajo cientos de miles de cadáveres mutilados por las manos de los escuadrones de muerte entrenados por los EEUU. Al entrar los 90, la entereza de América Latina- con la excepción de Cuba asediado y los áreas de Chiapas liberados por los Zapatistas- aparentemente se habían rendido a Wall Street. Fue el final de la historia. El socialismo se había muerto, era un fracaso, algo que ya ‘había tenido su oportunidad’.
Y entonces el pueblo de Venezuela bajo el liderazgo de Hugo Chávez, mostró que no, la historia no había terminado. Electrificaron a América Latina. Y ahora en Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador, Brasil, Chile, Argentina, Honduras, y en otras partes, obreros, campesinos, estudiantes, mujeres, pueblos indígenas, pueblos de descendencia africana, están organizados, despiertos, vigorizados, luchando para liberar al hemisferio occidental de los males de la austeridad del FMI, dominio imperialista, explotación capitalista, opresión de la mujer, de la gente LGBT, y de los pueblos indígenas.
Entonces, dado que Hugo Chávez fue tanto un producto de estas luchas como un líder de ellas, en celebrar los logros de su vida, también estamos celebrando los logros de los millones en Venezuela que lo definieron y dieron forma a su visión.
A Hugo Chávez y al pueblo de Venezuela-
Gracias por volcar el reino de una oligarquía corrupta y mafiosa que tenía la sangre del Caracazo en sus manos, y dar entrada a una democracia real- el reino del pueblo.
Gracias por nacionalizar cantidades enormes de la riqueza de su país para que pueda utilizarse por el beneficio de los obreros y de los pobres, en vez de fluir hacia los cofres de las multinacionales norteamericanas y a una aristocracia mimada.
Gracias por reducir la pobreza en tu país por más del 50% y a la pobreza extrema por mas del 70%.
Gracias por derrocar exitosamente a un golpe de estado violento contra su gobierno democráticamente elegido, el primer reverso hecho por las masas de un golpe de estado respaldado por el imperialismo en América Latina. Gracias por enfrentar valiosamente los atentos de asesinato, el sabotaje de su economía, las amenazas de la invasión norteamericana, y el escalamiento militar en Colombia colindante, tanto como la demonización y la calumnia de los medios empresariales proviniéndose tanto de los EEUU como de Venezuela. Dio a millones de los demás la valentía para levantarse.
Gracias por salvar a la revolución cubana, por proveerle combustible, intercambio y otras formas de alivio necesitados en contra del bloqueo norteamericano brutal e ilegal. Sin su intervención, el socialismo en Cuba potencialmente pudiese haberse perdido, y su gente arrastrada al infierno del capitalismo.
Gracias por su compromiso fuerte a la educación para el pueblo y por eliminar al analfabetismo. Gracias por hacer la educación gratuita sin tuición de los jardines infantiles hasta a través de la universidad, por construir universidades y escuelas nuevas que hacen la educación una realidad para la clase trabajadora. Por fundar las Misiones Bolivarianas por América Latina y por traer alfabetización y conocimiento a los pobres por el continente.
Gracias por hacer el cuidado de salud una realidad, por traer miles de doctores cubanos para construir Barrio Adentro, un sistema socialista de cargo de salud que está manejado por y para la clase trabajadora y los pobres. Una iniciativa de cargo de salud que ha salvado 1,4 millones de vidas en 7.000 clínicas nuevas. Gracias por la misión milagro en que 1,5 millones de personas han tenido devueltas la vista.
Gracias por construir ciudades enteras nuevas para dar vivienda a los pobres, expropiando tramos de tierra desperdiciados por los ricos en campos de golf y construyendo viviendas públicas en su lugar. Gracias por cuando 100,000 personas fueron desplazados por las inundaciones, albergándolos en hoteles y en edificios públicos y aún en su propio palacio presidencial. El contraste con la reacción del gobierno norteamericano al paso de la huracanes Katrina y Sandy no pudiera ser más sobresaliente.
Gracias por ser uno de los únicos países del mundo en hacer grandes avances a la independencia alimenticia, rompiendo las cadenas de los multinacionales imperialistas de agro-negocios- antes de la revolución Bolivariana, Venezuela importaba 90% de sus alimentos, ahora importa no más del 30%. Gracias por destruir los carteles de alimentos para bajar el costo de comida a los pobres. Gracias por establecer 6.000 cocinas comunales de comida que alimentan casi a cinco millones de personas.
Gracias por lograr una sociedad en que el 96% de la población tiene acceso a agua potable.
Gracias por expropiar a la tierra agrícola acoplada en las manos de terratenientes ricos y redistribuirlos a los agricultores para que lo controlasen y lo manejasen ellos mismos, -hay 100.000 tales comunas en Venezuela hoy día.
Gracias por establecer los “Círculos Bolivarianos” – 20.000 consejerías comunitarias en que el pueblo trabajador de un vecindario, pueblo, o aldea puede decidir por sí mismo como el dinero estatal puede alocarse para enfrentar sus menesteres específicas. Gracias por apoyar los derechos de mano de obra, por animar a los obreros a apoderarse de sus lugares de trabajo, para manejar democráticamente los medios de producción- la esencia del socialismo. Gracias por aprobar una de las leyes de mano de obra más radicales y pro-obrero del mundo- ¡que da a los obreros el derecho de despedir a sus jefes!
Gracias por organizar 150.000 milicias obreras fuertes para defender los derechos de los trabajadores. Como dijo Lenin, ni una policía ni un ejército parado encima de los obreros, sino un pueblo armado.
Gracias por ayudar a Argentina y Brasil a salir de la deuda del FMI, salvando a millones de hombres, mujeres y niños de la austeridad neo-liberal, desempleo, el estar sin hogar, miseria y hasta la muerte.
Gracias por su apoyo fraternal al pueblo de Haití antes, durante y después del terremoto. Gracias por proveer combustible a una pérdida económica a los desesperadamente empobrecidos haitianos, por presionar con fuerza dentro de la ONU para que proveyeran más alivio. Mientras tanto, los gobiernos de los EEUU, Francia y otros buitres internacionales estaban ordeñando criminalmente a los esfuerzos internacionales de alivio para financiar nuevas ciudades de talleres de sudor en Haití.
Gracias por su apoyo firme a la causa justa de la lucha del pueblo palestino. Gracias por expulsar a los embajadores israelíes de su país en respuesta al barbarismo sionista en la Franja de Gaza. Estos y otras acciones le han hecho a usted un héroe a millones en el mundo árabe. Gracias por su solidaridad con loa clase pobre y trabajadora dentro de los propio Estados Unidos, proveyendo combustible por casi dos millones de residentes norteamericanos a través de CITGO. Mucha gente en Chicago, Baltimore, Nueva Inglaterra, y el Bronx del Sur probablemente hubiera muerto del frío de otra manera. Esto mientras el gobierno norteamericano corta sus subvenciones de combustible a los pobres.
Y finalmente, gracias, por dar nos esperanza. La esperanza que en esa edad de austeridad, de recortes y de privatización, de guerra imperialista y calamidad ambiental, otra vía y otro sistema radicalmente diferente no solamente es deseable, sino realizable. En sus palabras “Un mundo mejor es posible- es socialista”.
Descanse en paz comandante Chávez. Los obreros y los pueblos oprimidos del mundo completarán lo que empezaste. Algún día, aun los de nosotros que nos encontramos en el corazón del Imperio nos uniremos a los pueblos de Venezuela, de Cuba, y de otras partes de América Latina en construir un mundo nuevo.
(Con orgullo yo agrego mi firma a los sentimientos contenidos en esa carta bellamente escrita por el compañero Samuel Dreessen-Isaac Christiansen)
