Prensa Latina.- Las conversaciones de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el Gobierno de ese país suramericano continúan hoy en esta capital centradas en el tema de la tierra.
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Ese asunto, considerado clave en la solución a décadas de conflicto armado, constituye el primero de una agenda de seis puntos que incluye, además, las garantías para la participación ciudadana y la solución al problema de las drogas ilícitas, entre otros.
La víspera, la delegación de la insurgencia instó al Gobierno del presidente Juan Manuel Santos a cesar "la estigmatización y persecución pertinaz" contra las Zonas de Reserva Campesina y sus dirigentes.
En un comunicado leído por el miembro de la guerrilla Rubén Zamora en el habanero Palacio de Convenciones, sede permanente de los diálogos con el Ejecutivo, la insurgencia consideró que los procesos de creación de Zonas de Reserva Campesina en Colombia deben ser considerados una avanzada para la paz.
Aludió, de este modo, a un debate sobre el futuro de esas Zonas sostenido entre "diversos sectores de las élites pudientes, incluyendo factores del alto gobierno entre los que se cuentan los ministerios de Defensa y el de Agricultura".
Refirió que el titular colombiano de Defensa, Juan Carlos Pinzón, impone su propio ordenamiento territorial en función de una definición guerrerista del conflicto, que convierte las áreas campesinas en aldeas de consolidación estratégica.
Mientras, agregó, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, involucra plenamente a la población rural en la confrontación bélica al suscitar sospechas criminalizantes, demonizar a los campesinos e insinuar sus formas organizativas como amenaza para la patria.
Por otra parte, el comandante guerrillero Andrés París aludió en declaraciones a Prensa Latina a las propuestas presentadas por las FARC-EP en función del desarrollo agrario integral, las cuales -estimó- resultan iniciativas concretas para solucionar problemas del campo colombiano.
Llevamos casi 100 propuestas y las reacciones a las mismas están a la vista, porque abordan soluciones a problemas que explican y están en el fondo de los paros y protestas en el país, expuso.
Asimismo, consideró que el diálogo de paz con el Gobierno debe tener su propio ritmo y tiempo, sin ataduras al proceso electoral en ese país suramericano, y reiteró el optimismo de la insurgencia en el éxito de las pláticas.
Las FARC-EP y el Gobierno colombiano transitan por el sexto ciclo de las pláticas iniciadas en Cuba el 19 de noviembre último.
La mesa de conversaciones tiene a esta isla caribeña y Noruega como garantes, y a Venezuela y Chile como acompañantes.
