AIN - Video: teleSUR.- El pueblo ecuatoriano celebra este miércoles el séptimo aniversario de la Revolución Ciudadana, que lidera el presidente Rafael Correa, informó la televisora Telesur.

Desde enero de 2007, cuando Correa asumió la primera magistratura de la nación, se ha propuesto desarrollar y consolidar un proyecto político, económico y social que él mismo denominó “socialismo del buen vivir”.

A través de su cuenta en la red social Twitter, el Mandatario informó que la celebración principal tendrá lugar en la localidad de Guasmo, en Guayaquil, provincia de Guayas (oeste) y contará con un concierto del reconocido cantautor cubano Pablo Milanés.

La llegada de Correa al Palacio de Carondelet (sede del Gobierno) se tradujo en la transferencia de poder al pueblo y la incorporación activa de Ecuador en las transformaciones políticas, económicas y sociales que vive América Latina en la última década.

Desde el año 2007, los ecuatorianos han legitimado en nueve procesos electorales el proyecto de país emprendido por el jefe de Estado, Incluso, una reciente encuesta realizada por la empresa Cedatos concluyó que “seis de cada 10 ecuatorianos considera que Ecuador avanza por el camino correcto”.

Entre las actividades vinculadas a la fiesta revolucionaria, este martes fue inaugurado un nuevo aeropuerto en la provincia de Esmeraldas (fronteriza con Colombia), que se prevé acoja a 250 mil pasajeros por año, como parte de un plan de modernización que ha ampliado y remodelado la calidad de las edificaciones de varios terminales.

Asimismo, se inauguró también una Escuela del Milenio en la localidad de Quininde (norte), que tuvo un costo de inversión que bordea los tres millones de dólares.

A escala nacional funcionan 28 escuelas del Milenio en 15 provincias: Cotopaxi, Guayas, Pichincha, Santa Elena, Imbabura, Esmeraldas, Loja, El Oro, Chimborazo, Napo, Manabí, Cañar, Santo Domingo de los Tsáchilas, Bolívar y Morona Santiago.

En tanto, según cifras oficiales, la pobreza en la nación suramericana disminuyó en un 13 por ciento en los últimos siete años, y la extrema pobreza va en “franca retirada”.

Ecuador: Siete años de Revolución Ciudadana 

Por Juan Manuel Karg* - Cubainformación.- El pasado 15 de enero se cumplieron siete años desde la llegada al gobierno de Rafael Correa en Ecuador. Desde 2007 el país encaró una audaz política de transformaciones, tanto en el plano interno como en su relación con América Latina y el Caribe. ¿Qué cambios significativos se realizaron durante este tiempo en el plano social y económico? ¿Cuáles son las principales características del ideario de “Socialismo del Buen Vivir”? ¿Qué desafíos afrontará la Revolución Ciudadana en 2014? 

Una primera certeza: desde la llegada de Rafael Correa al Palacio de Carondelet, Ecuador ha avanzado significativamente en mejoras de tipo económico-social, para beneficio de las grandes mayorías. En primer lugar ha caído notoriamente la pobreza, con una reducción de 13.9% entre 2006 y 2013, de acuerdo a datos del INEC. Asimismo, el desempleo pasó de 5.22% a 3.91%, creciendo la ocupación plena en un 8%. Y, en los últimos 7 años, el PBI ecuatoriano creció a un promedio anual de 4,2% -mientras que, tomando el promedio continental, el crecimiento de América Latina fue de 3,5%-. 

Dicho esto, hay que hablar también de la notoria modificación de “prioridades” en el ámbito presupuestario. Veamos el caso de la educación pública: mientras en 2006 el gobierno ecuatoriano desembolsaba 1.100 millones de dólares en este área, hacia 2012 multiplicó esa cifra llegando a los 2.800 millones, según datos oficiales. En salud también se puede visualizar un fenómeno similar, con un presupuesto para el sector de alrededor de 2.400 millones de dólares para este año que acaba de comenzar. Es decir, no sólo ha habido un crecimiento económico elocuente, sino que además se reorientaron los recursos con una intencionalidad política clara: la atención de las necesidades básicas del pueblo ecuatoriano. 

El “Socialismo del Buen Vivir” y sus premisas 

El lugar de mayor condensación de la propuesta de “Socialismo del Buen Vivir” elaborada por Alianza País fue precisamente la plataforma que llevó a Correa a la reelección en 2013, bajo un documento titulado “Gobernar para profundizar el cambio: 35 propuestas para el Socialismo del Buen Vivir”. Este texto -llamativamente olvidado por los principales analistas políticos del continente, teniendo en cuenta su importancia en este proyecto político- presenta las principales premisas conceptuales del plan de gobierno para el nuevo período (2013-2017), ya en curso. 

El documento afirma que el Socialismo del Buen Vivir “articula la lucha por la justicia social, la igualdad y la abolición de los privilegios con la construcción de una sociedad enmarcada en el respeto a la diversidad y en armonía con la naturaleza, donde todos y cada uno puedan desarrollar sus capacidades y conducir su vida de modo digno, libre y autodeterminado”. En el plano económico el texto también es contundente: se cuestiona el patrón de acumulación hegemónico –la forma en que las sociedades capitalistas neoliberales se organizan para producir y distribuir- y se propone “una transición hacia una sociedad en que la vida no esté al servicio del capital o de cualquier otra forma de dominación”. 

Por último, el eje participativo se presenta como necesario en ese horizonte político. Así, se habla de la necesidad de avanzar hacia una “democracia profunda”, que esté nutrida de la “participación popular permanente” en la vida pública del país. Desde este paradigma se busca, por tanto, un compromiso activo de la ciudadanía en la resolución de los problemas comunes. 

Los desafíos para profundizar 

Ni siquiera las visiones más benévolas podrían negarlo: todos los procesos de cambio social en nuestro continente aún afrontan múltiples desafíos, en diversos planos. Ecuador no escapa a esto, como sucede con el resto de los gobiernos posneoliberales que han encarado mayores o menores reformas. En el plano interno, la Revolución Ciudadana deberá trabajar en numerosos aspectos. Uno de ellos es la salud pública y dos ejes sensibles: avanzar en la erradicación de la desnutrición infantil –tomando el “modelo” de Brasil, tal como anunció Correa en una reciente entrevista con Emir Sader-, y multiplicar la atención de médicos de medicina familiar y comunitaria –con la destacable colaboración de médicos cubanos, como también sucede en otros países-. También, claro, el gobierno deberá avanzar en la diversificación económica planteada en la plataforma electoral del año pasado, para mantener el crecimiento alcanzado. 

En cuanto a la integración latinoamericana, además, Ecuador deberá reafirmar –y profundizar- un rol de liderazgo regional que ya viene, a su modo, ejecutando. Ocurre que Correa ha denunciado como pocos el papel restauracionista que ocupa el bloque de países que conforman la Alianza del Pacífico en el continente, instando a profundizar herramientas de integración con mayor autonomía, como ALBA, CELAC y UNASUR. También ha sido de los más enérgicos mandatarios en denunciar la injerencia norteamericana en América Latina y el Caribe -a través de USAID, NED y otras agencias; y de la mano de empresas transnacionales contaminantes como Chevron, a la que Ecuador está enfrentando por la vía judicial-. 

En este 2014 que apenas está comenzando, Correa deberá conducir –con al resto de presidentes de los gobiernos posneoliberales, y en especial junto a Nicolás Maduro y Evo Morales- un momento de definiciones trascendentales para América Latina y el Caribe, entre dos modelos “integracionistas” contrapuestos en sus aspectos políticos, sociales y económicos. Las próximas cumbres presidenciales de CELAC y Mercosur, en La Habana y Caracas respectivamente, servirán para que Ecuador vuelva a cumplir un papel de articulación a nivel continental, mostrando asimismo los logros que la Revolución Ciudadana ha sabido conquistar en estos últimos siete años.

* Licenciado en Ciencia Política UBA. Investigador del Centro Cultural de la Cooperación – Buenos Aires.