RT en Español.- Nicolás Maduro condena a los golpistas radicales que usurparon el poder en Kiev con apoyo internacional, al tiempo que insta a EE.UU. a abstenerse de agredirle sometiéndose a los intereses de los círculos de poder de Miami.
Maduro volvió a denunciar que EE.UU. está detrás de un plan que no solo busca derrocarlo del Gobierno, sino también acabar con la revolución bolivariana alentando unas protestas que se presentan en el exterior como hechos pacíficos, cuando en realidad son protagonizadas por grupos violentos entrenados y financiados por el exterior.
"El Gobierno del presidente Obama no puede dejarse llevar a posiciones extremistas del 'lobby maiamero'", señaló Maduro en el encuentro que sostuvo con la prensa y los familiares de las casi 30 víctimas que han dejado los disturbios.