Prensa Latina.- Las FARC-EP instaron hoy aquí al Gobierno del presidente, Juan Manuel Santos, a atender las exigencias de los pobladores rurales colombianos decantadas en el pliego de la Cumbre Agraria, realizada del 15 al 17 de marzo en Bogotá.
Nos solidarizamos con la cumbre agraria, afirmó la delegación de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) que desde noviembre de 2012 desarrolla conversaciones con el Ejecutivo de Santos en la Mesa de Diálogos de La Habana, para poner fin a un conflicto armado que ya dura más de medio siglo.
Expresamos solidaridad incondicional con la "rebelión de las ruanas, ponchos y bastones", porque son estas voces las que debe escuchar la Mesa para construir un verdadero pacto de reconciliación, consideró la guerrilla tras criticar las cumbres neoliberales y Pactos Agrarios a espaldas de los desposeídos.
La insurgencia reafirmó además su posición de urgir el inicio de las reformas estructurales del campo y apremió al Gobierno a actuar en ese sentido, luego de alcanzarse en 2013 acuerdos esenciales en la cuestión agraria, como parte de los puntos ya consensuados en la agenda de diálogos.
Vulnera la confianza en un proceso de paz, si el gobierno no muestra de manera práctica su disposición de cambio, si lo que brinda como promesa no se concreta en hechos prácticos de ejercicio de la democracia y de reivindicación de los desposeídos, expresó la guerrilla.
Para llegar a la paz hay que escuchar el clamor de las mayorías, sobre todo el de las pobrerías sometidas a la miseria y la desigualdad que impone el régimen con sus políticas que solamente benefician a las oligarquías y a las trasnacionales, manifestó la insurgencia.
Uno de estos clamores es el de Reforma Rural Integral porque el problema de la tierra y del territorio, subyace como una de las causas fundamentales de la confrontación en Colombia, dijeron las FARC-EP al aseverar que la concentración en la tenencia de la tierra en Colombia se halla en la actualidad en el reino de la desigualdad absoluta.
Aunque el tema del desarrollo rural fue el primero de los dos puntos consensuados hasta ahora por el Gobierno y la guerrilla en los diálogos de La Habana, ambas partes han insistido desde el comienzo que "nada está acordado hasta que todo esté acordado".
En estos momentos, las conversaciones de paz discurren sobre la cuestión de las drogas ilícitas en Colombia, tercer tema en tratarse de una agenda de seis puntos.