¿Qué tienen en común las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela, Honduras y El Salvador? Pues que los candidatos de la derecha fueron asesorados por Juan José Rendón Delgado, más conocido como JJ Rendón. Henrique Capriles (Venezuela), Juan Orlando Hernández (Honduras) y Norman Quijano (El Salvador), son solo algunos ejemplos de aspirantes presidenciales que recurrieron a los métodos de este polémico personaje especializado en la propaganda negra.
Laura Becquer Paseiro - Diario Granma.- ¿Qué tienen en común las pasadas elecciones presidenciales en Venezuela, Honduras y El Salvador? Pues que los candidatos de la derecha fueron asesorados por Juan José Rendón Delgado, más conocido como JJ Rendón. Henrique Capriles (Venezuela), Juan Orlando Hernández (Honduras) y Norman Quijano (El Salvador), son solo algunos ejemplos de aspirantes presidenciales que recurrieron a los métodos de este polémico personaje especializado en la propaganda negra. Los servicios de JJ Rendón han sido demandados en al menos 27 tipos de campañas electorales en diversos países latinoamericanos, de acuerdo con sus propias cifras.
Su modus operandi es muy sencillo: no aceptar la derrota desconociendo los resultados desfavorables, llamar a “defender el voto en la calle”, e imbuir su “denuncia de fraude” en procesos legales cuyo único fin es dilatar los resultados oficiales en búsqueda de más tiempo y ayudar así a la conformación de un estado de caos político y de ingobernabilidad en el país en cuestión.
No fue casual lo sucedido en las últimas elecciones presidenciales en Venezuela cuando el candidato derechista Capriles no aceptó la derrota y conminó a sus seguidores a la calle. Como consecuencia fallecieron al menos 14 personas producto de la violencia, y como se conoce, hasta el sol de hoy, el conglomerado opositor sigue sin reconocer la decisión de la mayoría de los venezolanos que eligió a Nicolás Maduro como su presidente.
Una copia de lo acontecido en Venezuela fue lo que intentó llevar a cabo la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena) en El Salvador. Salvando las distancias, en el caso salvadoreño, el representante de dicho partido, Norman Quijano, asesorado por JJ Rendón, no tuvo la misma resistencia. El show político de la Alianza duró solo 18 días. Tras un proceso legal de denuncias de supuesto fraude, tuvo que recoger y aceptar los resultados que dieron como ganador al candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Salvador Sánchez Cerén. En esta nación centroamericana también se llamó a “defender el voto en la calle”, pero como segundas partes nunca fueron buenas el proyecto violento fracasó.
JJ Rendón sobresale en el mundo del marketing político por acumular un historial de campañas desacreditadoras contra los contendientes de quienes pagan sus servicios. Sus montajes incluyen echar a andar un rumor con el objetivo de cambiar el estado de opinión en las contiendas electorales. Las historias que inventa conllevan además el uso de términos como narcotraficante, pederasta, drogadicto, etc., como intento de denigrar a sus contrincantes.
Otro de los métodos de este señor de vasta experiencia en la rumorología es difundir imágenes o documentos falsos a través de las redes sociales para crear un estado de opinión contrario a lo que sucede en la realidad. Como ejemplo de ello, el Gobierno venezolano lo acusó por divulgar un audio falso del líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, cuyo fin era hacer regar la idea de que estaba secuestrado y con ello desmoralizar a los ciudadanos de cara a los comicios presidenciales de octubre del 2012.
En su país natal, Venezuela, JJ Rendón apoya varias causas con métodos no convencionales. Allí imparte gratuitamente el seminario El poder de uno, donde instruye estrategias de activismo político no solo contra el Ejecutivo Bolivariano, sino también contra otros gobiernos progresistas de la región.
A estos talleres asisten principalmente jóvenes. JJ Rendón tiene bien claro el papel de la juventud como fuente para lograr sus propósitos. Enviarlos a centros de liderazgo en Europa para que se formen y regresen luego como cabecillas funcionales a la maquinaria propagandística, forma parte también de sus técnicas. Como parte de la restructuración de Arena en El Salvador tras la derrota electoral, se tomó la medida de aplicar fondos para que jóvenes salvadoreños estudien en centros europeos.
Al historial de JJ Rendón se suma su matrimonio de larga data con la CIA, su asociación a grupos con sede en Miami y la Universidad de la Florida (EE.UU.), sus escándalos por estafas y su uso de la propaganda política como arma de desprestigio. El hecho de que el Congreso norteamericano haya izado la bandera de EE.UU. en honor a JJ Rendón en “reconocimiento” por sus 25 años de trabajo, es solo un ejemplo de su profunda relación con Washington.
Varios analistas políticos lo describen como un “inescrupuloso secuaz de la política”, e incluso llegan a compararlo como el nuevo Goebbels, creador de la propaganda nazi. Quizás la frase que mejor lo describa sea la pronunciada por él mismo en una ocasión cuando se justificó diciendo que “si todo es dentro de la ley, no tengo escrúpulos”.