Prensa Latina.- La secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena, celebra el reciente acuerdo de los países Brics en un artículo publicado hoy en el periódico cubano Granma.
Indica que la unión de esas naciones (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) beneficia ahora la creación de dos nuevas instituciones financieras multilaterales.
La columnista se refiere a un Banco de Desarrollo (el New Development Bank, NDB) y un Fondo de Reservas (el Contingency Reserve Arrangement, CRA).
Agrega que tal aparición constituye una excelente noticia para la arquitectura financiera internacional, para las naciones emergentes en general y para América Latina y el Caribe en particular.
Indica la ejecutiva que dicho acuerdo, consensuado en la ciudad brasileña de Fortaleza, es en parte una respuesta al descontento de estos países por el escaso avance en la reforma de la arquitectura financiera global.
Ello, aclara, permitirá responder a los desafíos que enfrentan las economías emergentes y en desarrollo.
Dijo que el proceso de reforma tampoco hace justicia al creciente peso asumido por estas cinco economías en distintos ámbitos de la gobernanza global.
De 2000 a 2013, insiste en su artículo, los países emergentes pasaron de representar menos del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial a la mitad del mismo, y esta tendencia también se refleja en el peso de este grupo de economías.
Ello se aprecia en cuanto a la inversión, el consumo y las exportaciones mundiales.
La experta señala en su artículo que el acuerdo alcanzado perfila respuestas constructivas a tres grandes desafíos de muy larga data que presenta el sistema financiero internacional.
Entre esos puntos mencionó la gobernanza de las instituciones financieras multilaterales, el logro de una mayor capacidad para canalizar recursos al financiamiento del desarrollo sostenible e inclusivo, y alcanzar una mayor estabilidad financiera.
Alerta que el sistema financiero, regido tradicionalmente por un reducido grupo de países desarrollados, ahora tiene una nueva oportunidad de la mano de los Brics.
La ejecutiva detalla elementos económicos que ilustran esos argumentos y sentenció que la estabilidad financiera de los Brics constituye una externalidad positiva para la economía global.
Más allá de los temas financieros se trata de un avance histórico mediante el cual los países emergentes toman la responsabilidad de su propio desarrollo y disponen sus recursos para financiarlo, concluye.