Geraldina Colotti* - Caracas ChiAma / Cubainformación - Traducido del italiano por Maira García.- Comenzó el escándalo mediático contra el socialismo venezolano. Una operación que refuerza “el eje Madrid-Bogotá-Miami”, denunciado por el presidente Nicolás Maduro, refiriéndose al intento de golpe de estado por parte de algunos oficiales y ex oficiales de la aviación, fomentado por la extrema derecha.

A llevar la batuta es, como siempre, un editorial del diario madrileño El País. El tono y el contexto se anuncian desde las primeras líneas: denuncian “la detención brutal” del alcalde de la gran Caracas Antonio Ledezma, arrestado el 19 de febrero por supuesta complicidad con los golpistas. La detención de Ledezma - aclara El País - es inaceptable por su significado político y no puede ser justificada en modo alguno: ni siquiera con las “teorías conspirativas” referidas por Maduro. Como decir: para hacer caer el gobierno no grato, cada manera es válida. Vaya “democracia representativa”, que perpetra el fetiche de las urnas no obstante la deserción de masa de sus electores. A pesar de las elecciones vencidas y con ventajas en Venezuela por la democracia participativa (18 sobre 19 en 15 años).

En desafío a la tan decantada libertad de prensa, que lanza acusaciones de brutalidad y torturas, pero calla sobre el desmentido suministrado por el abogado de Ledezma, según el cual el alcalde “no ha sufrido maltrato alguno, ni vejaciones”. Mientras tanto, la piedra fue lanzada, amplificada por los medios que, Italia en primer lugar, siguen la “línea” de El País: una información de guerra (de clases y neocolonial), cuyas mentiras tejidas, anuncian laguerra de los cañones. El domingo, denunciando la “campaña de odio” llevada adelante por la prensa de la oligarquía colombiana, Maduro dijo: “Si fueran verdaderos sus análisis, ¿por qué la revolución bolivariana habrá vencido 18 sobre las 19 elecciones en 15 años? ¿Por qué a pesar de la guerra económica y el sabotaje, hemos logrado bajar el desempleo a mínimos históricos y continúa a disminuir la pobreza y la miseria año tras año? ¿Por qué logramos aumentar el número de matrículas universitarias con más de dos millones setecientos mil estudiantes, a través de una educación gratuita y de calidad como derecho social?”.

Y preguntó: ¿Por qué miles de colombianos vienen a vivir en Venezuela si las mentiras de la campaña sucia fueran verdad? ¿Saben cuántos han emigrado? En Venezuela viven más de 5 millones de colombianos y casi 800.000 se han venido en los últimos 9 años. ¿Por qué dejan su paraíso para mudarse al infierno que los medios describen?”. En el 2013 entraron a Venezuela 189.000 colombianos, en el 2014, otros 144.000. Otros - un millón seiscientos mil y un millón doscientos mil - han abandonado sus riberas neoliberales de su país para emigrar en aquellas de los Estados Unidos y de España respectivamente. El analista político Atilio Borón por otra parte, hace notar que en España las manifestaciones de oposición, ciertamente no son tratadas con guantes blancos, ni el movimiento vasco encuentra espacio de expresión democrática. Asimismo en Usa, los arrestos de quien protesta por la ausencia de los derechos elementales (pan, casa, salud, educación, empleo), garantizados en cambio en Venezuela, alcanzan cada vez cifras record, pero nadie propone sanciones y represalias. Para no hablar de los arrestos preventivos dictados por la “seguridad” y por las amenazas de “terrorismo”.

En los Estados Unidos, - hace notar nuevamente Borón - un personaje como Ledezma estaría descontando una condena de veinte años: apoyó abiertamente el golpe contra Chávez en abril de 2002 y luego el paro petrolero de 2002-2003. En el 2014 ha sidoprotagonista y promotor de la campaña “la salida”, la expulsión violenta de Maduro del gobierno que provocó 43 muertos y 800 heridos. En los últimos días firmó la propuesta de “cambio de régimen” fuera del ámbito institucional. En vista de su trayectoria y la de sus socios Leopoldo López y María Corina Machado, siempre en primera fila en cuanto a promover acciones de fuerza, en los Estados Unidos Ledezma no habría seguramente podido seguir su carrera hasta llegar a ser alcalde de la Gran Caracas. Es bien curiosa una dictadura que consiente a declarados subversivos ejercer cargos políticos, disponer de la prensa para difamar todos los días a las autoridades democráticamente electas, y pedir la intervención de países extranjeros (un hecho que, en los Estados Unidos, constituiría un aumento de pena).

¿El gobierno de los Estados Unidos no detiene acaso, desde hace más de 34 años al independentista puertorriqueño Oscar López Rivera? Para indicar los dos pesos y las dos medidas llevados adelante por Norteamérica, Maduro propuso a Obama un cambio de “López”: el venezolano - el líder de Voluntad Popular, bajo proceso por las violencias subversivas - por el puertorriqueño. Sin embargo - resalta de nuevo Borón - ya sabemos que Washington sufre de esquizofrenia aguda: cuando alguien comete un crimen un gobierno que a ellos no le gusta, este se convierte inmediatamente en un “combatiente por la libertad”.Observaciones, datos y estadísticas sirven, por consiguiente,de poco. Se trata de un choque de intereses y de concepciones. Así pués, cualquier cosa haga, Nicolás Maduro, se comporta como “tirano” y el socialismo bolivariano es un modelo a derrocar, como la peor de las “dictaduras”.

Basta sólo con voltear el sentido de ciertas palabras-fetiches, que aparecen carentes de sentido propio en esos países en donde más circula su retórica. La “democracia” patrocinada por los grandes medios es aquella que ha sido modelada sobre la Troika y el Fmi. La “libertad” que divulgan es la del “libre mercado” y del gran capital internacional. En este sentido también ha entrado en escena “la internacional socialista”, que emitió un comunicado con el título: “Venezuela: ¿a grandes pasos hacia el punto de no retorno?” Una séquela arrogante de mentiras y amenazas, que asume de lleno el punto de vista de las de las figuras de derecha (López y Ledezma) transformadas en víctimas de un “gobierno cada vez más ilegítimo”. Pero existe también otro tipo de corto circuito, alimentado por el transformismo de algunos personajes en otro tiempo ligados a una izquierda más radical. El ejemplo más reciente es constituido por la carta enviada a Maduro en tono confidencial por Felipe Pérez Martí, economista y ex ministro de planificación del gobierno de Chávez por un solo año, entre el 2002 y el 2003. Pérez se sirve de una aparente crítica de izquierda para adelantar una supuesta “pérdida de consenso” de Maduro entre sus propias filas, para proponer una alianza con sectores moderados de la oposición y para defender lasacciones de Ledezmay de sus socios.¿Cómo se puede jalar por la chaqueta de la izquierda y al mismo tiempo caminar de brazos con quien jala fuertemente a la derecha?

Al liderazgo de Maduro, presionado por todaspartes, probablemente le hacostado imprimir aquel “golpe de timón” deseado por Chávez y la discusión hierve dentro y fuera del Partido Socialista Unido de Venezuela. Pero ¿qué garantía ofrecerían a las clases populares unospersonajes insignificantes e inconsistentes - cuando no están claramentealineados a la derecha - como aquellos que animan la oposición venezolana?

* Periodista de Il Manifesto, directora de la versión en italiano de Le Monde Diplomatique.