Las ciudades se colmaron de familias, juventud y militancia repudiando los hechos del 24 de marzo de 1976, cuando la Junta Militar usurpó el gobierno derrocando a la desprestigiada presidenta constitucional Estela Martinez de Perón, faltando pocos meses para la celebración de nuevas elecciones presidenciales.
Dicho golpe de estado dejó una cifra de 30.000 desaparecidos y 10.000 asesinados por las fuerzas militares, sangre derramada para instalar un proyecto económico neoliberal, privatizando las empresas estatales y entregando a las multinacionales y al capital financiero internacional la totalidad de la economía.
Solo en la ciudad de Buenos Aires, más de 400.000 personas participaron en dos marchas sucesivas hasta la mítica Plaza de Mayo, con la consigna “Defendamos las victorias y vamos por más democracia” la primera de ellas, convocada por organismos de Derechos Humanos y organizaciones políticas, sociales, estudiantiles y gremiales afines a la política oficial, encabezada por una bandera con las fotos de los detenidos desaparecidos de más de doscientos metros, condeno las violaciones de los derechos humanos cometidas por la dictadura, denunciando a los sectores de la justicia que brindan protección a los actores civiles del genocidio, afirmando en el documento leído que “Las Fuerzas Armadas tuvieron como socias a la prensa canalla, Clarín y La Nación, a la mafia judicial que rechazó los hábeas corpus y a la cúpula de la Iglesia”.
Estela de Carlotto fue la encargada de leer los párrafos donde se afirmaba que “Estamos desarmando el plan genocida del robo de bebés, pero nunca lograron que retrocedamos en este camino. Para las Abuelas el silencio es enemigo de la verdad. Basta de silencio, digan donde están”.
La siguiente marcha, convocada por el espacio “Encuentro Memoria, Verdad y Justicia”, (el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel es uno de sus principales impulsores), fue acompañada por los partidos y organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales opuestas al gobierno, ingresaban a la Plaza de Mayo a medida que se desconcentraba la primera.
Los miles de manifestantes coreaban las consignas “Nunca Más”, “Cárcel a todos los genocidas” y “restitución de la identidad de los bebes apropiados”, pero también hacían hincapié en consignas contra el jefe del ejército, Cesar Milani, acusado de crímenes de lesa humanidad, contra la represión a la protesta social y por la derogación de la Ley Antiterrorista.
Los actos y las marchas se multiplicaron a lo largo y ancho del país, no hubo provincia ni ciudad donde no se escuchara “Nunca Más”, dejando de lado las posturas políticas respecto al gobierno nacional y a la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, la gran mayoría de la población dejó muy en claro que no podrá haber retroceso en la política de derechos humanos y en el juzgamiento de los genocidas militares y civiles y que es necesaria una amplia depuración del poder judicial, como afirmara en el acto de Bahía Blanca, Julio Ruíz, sobreviviente del Centro Clandestino de Detención, Tortura y Desaparición “La Escuelita”: “Sigue estando ese poder tenebroso, no lo hemos derrotado, no nos lo hemos podido sacar de encima, pero estamos luchando para eso”
A 39 años del golpe, falta recuperar la identidad de 400 hombres y mujeres secuestrados y apropiados de bebés, falta enjuiciar a militares asesinos y torturadores y a la mayoría de los empresarios y clérigos que impulsaron y apoyaron el genocidio.
La lucha continúa.
Cientos de miles de personas recordaron y repudiaron el golpe militar del 24 de marzo de 1976.
Organizaciones sociales de todo tipo participaron en la marcha del "Nunca Mas".
Son 400 los bebés apropiados durante la dictadura que no han recuperado su identidad aún.
La Asociación Argentina de Actores marcha por sus desaparecidos.
No hubo edades para reclamar que "Nunca Mas" dictaduras y genocidios.
Tres generaciones reclaman por Orlando Galván.
La agrupación H.I.J.O.S reclama se juzgue a empresarios y a los medios colaboracionistas con la dictadura.
Reclamo de justicia para sus abuelos. Los hijos de los hijos de los desaparecidos.
Ayotzinapa se hizo presente reclamando ¡Vivos se los llevaron, Vivos los queremos!
El premio nobel de La Paz, Adolfo Pérez Esquivel frente a las organizaciones del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.
Las organizaciones sindicales de la oposición de izquierda encolumnadas por Memoria, Verdad y Justicia.
Sectores de la izquierda reclaman la salida del jefe del Ejército.
Una bandera de doscientos metros con las fotos de los desaparecidos.