Laura Mor - Fotos: Héctor Planes - Resumen Latinoamericano Cuba.- Las miradas del mundo se posaron estos días pasados en la capital cubana, centro de los debates de las principales problemáticas del Caribe.
“Unidos para enfrentar los retos del desarrollo sostenible, el cambio climático y la paz” se dieron cita mandatarios de los países caribeños en la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC).
Una asociación de este tipo, inserta en un mundo multipolar, con potencias hegemónicas históricas como Estados Unidos y potencias pujantes como Rusia y China, cobra vital importancia. La unidad de los países caribeños, próximos por geografía e historia, se transforma en una estrategia geopolítica para enfrentar mancomunadamente problemáticas comunes. “Unirnos en defensa de nuestra identidad, acervo cultural e intereses comunes, fortalecer la concertación política y la cooperación, e impulsar el desarrollo sostenible y la integración de nuestros Pueblos”, son las razones que los promueven, tal como expresó Raúl Castro al momento de dar por inaugurada la Cumbre.
De esta VII Cumbre emanó la Declaración de La Habana que reafirma la vigencia de los principios fundacionales de la Asociación como organismo de consulta, concertación y cooperación; a la vez que promueve la integración de los países miembros. Asimismo se aprobó un Plan de Acción para los próximos tres años, que incluyen temáticas referidas a estrategias para enfrentar el cambio climático y los desastres naturales, continuar fortaleciendo el turismo sustentable, el desarrollo del comercio en la región y la promoción de pequeñas y medianas empresas; así como también el fortalecimiento del Banco de Desarrollo del Caribe, como base para una mayor integración y unidad caribeña, teniendo en cuenta las problemáticas y retos para los años venideros.
La colectividad francesa de ultramar Saint Martin es el nuevo Miembro Asociado y el Estado Plurinacional de Bolivia, la República de Kazajstán, la República Oriental del Uruguay y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA- TCP) son los nuevos Observadores que se suman a la AEC.
En un contexto de avanzada del imperialismo en Latinoamérica y de injerencias sobre los asuntos internos de los Estados que denunciados en la región, una nueva Cumbre de Estados Caribeños en donde se ha reafirmado a Latinoamérica y el Caribe como Zona de Paz y estrechado los lazos de solidaridad, se transforma en una importante herramienta de autodeterminación y soberanía; pues como ya en 1895 escribía José Martí “las Antillas libres salvarán la Independencia de nuestra América, y el honor ya dudoso y lastimado de la América inglesa, y acaso acelerarán y fijarán el equilibrio del mundo”.