Glenda Arcia - Prensa Latina.- Venezuela sufre un feroz ataque desde el nacimiento de su revolución, pero el imperio no puede contra un pueblo consciente, que resiste hoy su agresión, aseguró la embajadora de ese país en Bolivia, Cris González. En declaraciones a Prensa Latina, la diplomática condenó la ofensiva política, militar, económica y comunicacional contra su nación, "orientada a desencadenar una intervención en el territorio bolivariano".

Desde que el fallecido presidente Hugo Chávez asumió el poder, hemos sido blanco de ataques, al principio solapados, pero después descaradamente abiertos, por parte de Estados Unidos. La cúpula opositora cuenta con un descomunal aparato comunicacional que funge como antena repetidora de un plan para derrocar a Nicolás Maduro y la revolución, afirmó.

Asimismo, criticó el papel desempeñado en las acciones desestabilizadoras contra su país por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro.

Almagro violó todos los reglamentos internacionales al pretender aplicar la carta democrática a Venezuela, decisión desprovista de coherencia. No entiende de soberanía ni independencia y fracasó en su pobre intento de implementar un mecanismo de guerra, señaló.

Por otra parte, condenó los ataques contra los mandatarios Dilma Rousseff, en Brasil, y Evo Morales, en Bolivia.

En Brasil la derecha consiguió, solo en parte, su objetivo de apartar a Rousseff de la presidencia a través de un golpe en el Congreso. Fue todo un plan montado por una élite política que pretende desde hace tiempo derrotar a Dilma, a Lula y al Partido de los Trabajadores, explicó.

Lo ocurrido en ese país es una muestra de cómo la derecha es incapaz de respetar un gobierno electo democráticamente. No obstante, el pueblo se da cuenta de que esas fuerzas echan por tierra los avances en inversión social. Michel Temer tiene actualmente un rechazo del 70 por ciento, mientras Dilma recobra su credibilidad y se fortalece en las bases, añadió.

Con Morales fueron demasiado lejos, aseguró la embajadora al referirse a la campaña difamatoria contra el mandatario en las semanas previas al referendo constitucional del 21 de febrero.

La historia está, lamentablemente, plagada de este tipo de agresiones por parte de potencias que pretenden desalojar a los gobiernos progresistas del poder. El accionar de la derecha se resume en ejemplos de mentira, manipulación y menosprecio, aseveró.

Ante esta arremetida que pretende frenar los procesos respaldados por el pueblo, González consideró que la respuesta de la región debe ser la unidad y el apoyo a la democracia.

La hermandad e incondicionalidad basadas en valores y horizontes comunes son fundamentales para seguir avanzando. La unidad debe ser nuestro principio, aseveró.