CubaTV Noticiero de la Televisión Cubana.- Tras estar encarcelado injustamente por casi 36 años, el independentista puertorriqueño, Oscar López Rivera, fue puesto en libertad en la mañana de este miércoles.


En libertad Oscar López Rivera luego de 36 años de cárcel en Estados Unidos

Cubadebate.- El líder independentista puertorriqueño Oscar López Rivera salió hoy en libertad, tras cumplir una de las condenas más largas impuestas a un preso político en el mundo.

Después de estar encarcelado 36 años en Estados Unidos debido a sus ideas y su lucha independentista, este miércoles podrá compartir con su pueblo y sus amigos, luego de que firme un documento del Buró de Prisionero de Estados Unidos, explicó su abogada Jan Susler.

En febrero de este año, López Rivera fue trasladado a Puerto Rico, en reclusión domiciliaria en la casa de su hija Clarisa. Apenas unas semanas antes, el entonces presidente estadounidense Barack Obama lo había indultado, luego de más de 35 años en prisión.

En el sector universitario de Río Piedras, en San Juan, varios artistas y estudiantes organizan ahora La fiesta de Oscar, para dar la bienvenida al luchador independentista.

Al concluir su restricción domiciliara, López Rivera ofrecerá cerca del mediodía una rueda de prensa en el área de El Escambrón, en la isleta del Viejo San Juan.

Se espera que el jueves visite Chicago, donde vivió desde los 15 años hasta su encarcelamiento: en esa ciudad, la comunidad latina lo recibirá y pondrá su nombre a una calle en el área de Humboldt Park.

Después, regresará a Puerto Rico para estar el sábado en el municipio de San Sebastián, en el centro montañoso de la isla, donde nació y vivió una parte de su adolescencia.

Más adelante, proyecta viajar a varios países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, para agradecer la solidaridad y los esfuerzos por su liberación.

Sindicado por las autoridades de Estados Unidos como cabeza de las clandestinas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, López Rivera fue condenado sin que jamás hubiera una evidencia en su contra.

De los casi 36 años encarcelado bajo la acusación de conspiración sediciosa por querer derrocar al gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico, permaneció 12 años en prisión solitaria, sin contacto con el exterior ni con sus familiares.

En 1981, cuando tenía 38 años, este puertorriqueño fue condenado a 55 años de prisión por esa supuesta conspiración, uso de la fuerza y otros cargos.

López Rivera se declaró enemigo del colonialismo impuesto a la isla caribeña por Estados Unidos durante más de un siglo.

(Con información de Prensa Latina)

 

Oscar López afirma sentirse listo para su “nueva peregrinación”

El exprisionero político habla de su futuro y defiende a los estudiantes

Por José A. Delgado - El Nuevo Día.- El exprisionero político Oscar López Rivera afirmó que lo primero que hizo esta mañana al quedar conmutada su condena, fue “darle gracias a la vida” y al pueblo de Puerto Rico.

“Quiero que nuestro pueblo sepa hoy que puedo afirmar que mi espíritu, mi honor y mi dignidad están incólumes, que me siento ‘vivito y coleando’, y listo para emprender mi nueva peregrinación”, dijo López Rivera, en una conferencia de prensa frente a la playa de El Escambrón, horas después de que dejó atrás 35 años de prisión en cárceles de Estados Unidos.

Después de un desayuno privado con familiares y amigos, López Rivera – con una bandana de la bandera de Puerto Rico, guayabera negra y tenis rojos-, ofreció la conferencia de prensa, en la que dio un mensaje y respondió preguntas de periodistas.

“Durante los años que pasé preso siempre viví esperanzado que algún día regresaría a mi amada patria. Hoy es ese día, aunque ya he pasado tres meses y ocho días en Puerto Rico bajo estrictas restricciones de confinamiento domiciliario”, sostuvo López Rivera, antiguo miembro del grupo clandestino Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).

En su mensaje, dio gracias a los gobiernos y pueblos de Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y al expresidente de Uruguay José Mujica, a los expresidentes de EE.UU. Jimmy Carter, Bill Clinton y Barack Obama, y a sus compañeros exprisioneros políticos.

En el caso de los expresidentes de EE.UU., López Rivera afirmó que sus decisiones “hicieron posible que ya no hayan presos políticos boricuas en prisiones estadounidenses, y que haya sido nuestro pueblo, el único que ha logrado la excarcelación de todos (as) sus presos (as) políticos”.

Arrestado el 29 de mayo de 1981, López Rivera fue convicto principalmente de conspiración sediciosa, por sus vínculos con las FALN, que, según el FBI, llevó a cabo más de 100 ataques con bombas que causaron cinco muertes.

López Rivera estuvo 35 años y ocho meses en cárceles estadounidenses, doce de ellos en aislamiento. Desde el 9 de febrero estuvo bajo arresto domiciliario en la casa de su hija.

Al volver a desvincularse del ataque de las FALN al restaurante Fraunces Tavern, ocurrido el 24 de enero de 1975 en Nueva York, López Rivera reafirmó que para entonces estaba en Puerto Rico. “Yo no tengo sangre en mis manos, no puedo ser terrorista”, subrayó.

En torno a su decisión personal de renunciar a la lucha armada, López Rivera señaló que “Vieques nos dio el ejemplo de que podemos unirnos sin ningún tipo de violencia”.

El exprisionero político expresó su solidaridad con los estudiantes en huelga de la Universidad de Puerto Rico (UPR). “Mi corazón y mi espíritu está con ellos”, dijo López Rivera, con el mar que tanto añoró a sus espaldas y con su hija Clarisa, a su lado.

Con respecto a la Junta de Supervisión Fiscal que controla las finanzas públicas de Puerto Rico, López Rivera sostuvo que es un organismo que, como sostiene hizo claro el juez federal Juan Torruella, “viene a saquear”.
López Rivera reiteró que a partir de mañana comienza una peregrinación por los 78 municipios de Puerto Rico y la diáspora boricua en EE.UU. como parte de su intención de crear la fundación Libertá, por medio de la cual persigue “dialogar, compartir ideas y promover la unidad”.

“Si pretendemos descolonizarnos tenemos que unirnos, no hay otra opción”, dijo López Rivera, quien mañana regresa a su “pedacito de patria” en el barrio boricua de Chicago, donde una calle del Parquet Humboldt llevará simbólicamente su nombre.

Para el expreso político, entre sus intereses está llamar la atención en torno a la amenaza que representa la gentrificación, por medio de la cual grandes y modernas construcciones pueden reemplazar las comunidades de los que menos tienen.

Quiso además acentuar que debe tacharse la noción que promueven algunos de que los independentistas odian “a los americanos, como constantemente se le dice a nuestro pueblo”.

“Usaré mi ejemplo. En mi familia ya hay tres generaciones que han nacido en Estados Unidos, que amo mucho. En ellas hay matrimonios de diferentes etnias. Esa parte de mi familia que ha nacido en la diáspora, sigue identificándose como boricua y amando a Puerto Rico”, sostuvo.

López Rivera explicó además que hoy vistió de negro, pues en sus casi 36 años en prisiones estadounidenses “nunca pude vestir de luto cuando seres queridos morían”.

También dijo que lo hizo en solidaridad con el Día Internacional en Contra de la Homofobia y la Transfobia; los estudiantes de la UPR; la prisionera puertorriqueña Ana Belén Montes, convicta por espiar para el gobierno de Cuba; el movimiento “Blacks Lives Matter”; y con el propósito de acentuar que su mensaje es de amor y no de odio.

“Yo respeto y celebro las diferencias – añadió casi al terminar la conferencia de prensa-, pues no soy un buscón".

 

 

Libre de grillete electrónico prisionero boricua Oscar López Rivera

Néstor Rosa-Marbrell - Prensa Latina.- El prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera está sin grillete electrónico en víspera de quedar plenamente en libertad, tras 36 años encarcelado por las autoridades de Estados Unidos, reveló hoy su abogada Jan Susler.

El luchador independentista de 74 años de edad podrá compartir a partir de mañana con el pueblo, luego de que a primera hora firme el documento requerido por el Buró de Prisionero de Estados Unidos, explicó Susler.

Sindicado por las autoridades de Estados Unidos como cabeza de las clandestinas Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, López Rivera fue condenado sin que jamás hubiera una evidencia en su contra.

'Mañana es un día histórico para el pueblo puertorriqueño y todos los que amamos la justicia y la libertad, un día muy especial en estos tiempos que vivimos', dijo a Prensa Latina la abogada, desde 1980 involucrada en la defensa de los luchadores puertorriqueños encarcelados en Estados Unidos.

López Rivera se halla desde el 9 de febrero en reclusión domiciliaria en el hogar de su hija Clarisa, en el sector capitalino de Santurce, después de que se autorizara su regreso a Puerto Rico.

El presidente Barack Obama, antes de su salida de la Casa Blanca, conmutó el pasado 17 de enero la pena a cambio de que cumpliera cuatro meses más de su condena a 70 años.

'Oscar ya no tiene grillete y mañana estará plenamente libre, igual que tú y que yo', precisó Susler, quien ha sido defensora de los presos políticos puertorriqueños vinculados a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional de Puerto Rico, que operaron en Nueva York y Chicago.

El regreso de López Rivera a su isla del Caribe se produjo gracias a gestiones del congresista estadounidense Luis Gutiérrez, de origen puertorriqueño y su amigo personal en Chicago desde la adolescencia.

A cambio, el prisionero debía reportarse ante las autoridades, mantener un bajo perfil y no conceder entrevistas a los medios de comunicación ni reunirse con sus antiguos camaradas.

Estos últimos fueron indultados en agosto de 1999 por el entonces presidente William J. Clinton, en respuesta a la campaña denominada Ofensiva 92, que dirigió el ya fallecido sociólogo Luis Nieves Falcón.

De los casi 36 años encarcelado por conspiración sediciosa por querer derrocar al gobierno de Estados Unidos en Puerto Rico, López Rivera permaneció 12 años en prisión solitaria, sin contacto con el exterior ni con sus familiares.

Al concluir su restricción domiciliara, López Rivera ofrecerá cerca del mediodía una rueda de prensa en el área de El Escambrón, en la isleta del Viejo San Juan.

Tres horas y media después se producirá en el sector universitario de Río Piedras 'La fiesta de Oscar', en la que participarán diversos artistas, como parte del recibimiento de pueblo.

Susler aclaró que el combatiente puertorriqueño podrá reencontrarse con sus antiguos compañeros de lucha, a los que podrá abrazar.

Aparte, proyecta viajar a varios países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, entre otros, para agradecer la solidaridad que brindaron a la lucha por su liberación.

Al día siguiente estará en Chicago, ciudad estadounidense en la que radicó desde los 15 años hasta su encarcelamiento, donde la comunidad latina le rendirá reconocimiento y pondrá su nombre a una calle en el área de Humboldt Park.

Después regresará a Puerto Rico para estar el sábado en el municipio de San Sebastián, en el centro montañoso de la isla, donde nació y creció hasta la adolescencia.

Para Eduardo Villanueva, expresidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, estos cuatro meses que Obama lo mantuvo prisionero fue su forma de demostrar que no cedió a las presiones del pueblo puertorriqueño ni de la comunidad internacional.

'Obama lo dejó cuatro meses más para que no se viera que tuvo que ceder; pienso en lo personal Obama estaba más que convencido de que hacer justicia y excarcelarlo', dijo Villanueva, presidente del Comité Puertorriqueño Pro Derechos Humanos.

Aclaró que 'una cosa es Obama el burócrata y otra el ser humano', a la vez que aclaró que el pueblo estadounidense, en su generalidad, es solidario con la lucha de los puertorriqueños.

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