Una réplica construida en cartón, papel mache y cubierto de cinta plástica su interior para permitirle su navegabilidad, fue construida por militantes del Movimiento Argentino de Solidaridad con Cuba (MAS Cuba) y de la Unión de Residentes Cubanos en la Argentina (URCA), y botado en el emblemático Parque de la Memoria de Buenos Aires -que rinde homenaje a las víctimas de la última dictadura cívico-militar (1976-1983)- como parte de los homenajes que se están llevando a cabo en Argentina recordando un nuevo aniversario del natalicio de Fidel Castro.
Emocionados los presentes, militantes de ambas organizaciones y miembros de la delegación diplomática de Cuba en Buenos Aires, recordaron la figura del líder indiscutido, de Cuba y de todos los pueblos en lucha por la liberación nacional y social, reafirmando la dignidad del pueblo cubano que no resigna sus principios y que en una transición generacional mantiene el rumbo socialista de la Revolución y la idea de construir un mundo mejor, que es posible, como afirmara Fidel.
La lucha contra el genocida bloqueo y la ilegal ocupación del territorio de Guantánamo, sumando el terrorismo de todo tipo al que son sometidos los cubanos, como parte de la sórdida guerra que los EE.UU somete a Cuba, es una permanente denuncia como parte de las acciones de solidaridad que se despliegan desde Argentina.
Yo Soy Fidel, Nosotros Somos Fidel, Todos los Pueblos en Lucha Somos Fidel, fue la expresión que sintetizó el recuerdo de la figura de Fidel Castro Ruz, que partió físicamente pero se encuentra presente en la vida cotidiana de quienes pretenden una sociedad justa, libre e independiente y solidaria en este continente que hoy sufre la mayor agresión imperial para lograr la recolonización total.
Fidel Castro, y la Revolución Cubana son el faro que siguen mostrando el camino a seguir en el continente más desigual del mundo que no se entrega, no se resigna y está decidido, como afirmó Fidel, cambiar todo lo que sea necesario cambiar y hacer la revolución de los pobres, con los pobre y para los pobres.
Mientras estas ideas se expresaban, la réplica del Granma navegaba y se mezclaba en el horizonte, en un acto que simboliza la unidad entre los pueblos que parieron a los más grandes revolucionarios de los siglos XX y XXI, Fidel y el Che, que se encontraron para cambiar la historia del mundo, desde una pequeña isla caribeña, a solo 90 millas del asesino imperio norteamericano.
El Granma sigue navegando en el espíritu de los pueblos.