Misión Verdad.- El pasado 22 de septiembre, los comandantes de las FARC, Iván Márquez y "El Paisa", enviaron una carta a la Comisión de Paz del Senado en la que afirman que los Acuerdos de La Habana fueron "traicionados". Diversas observaciones se desprenden de esta afirmación que, nuevamente, pone al Estado colombiano como un incumplidor serial de los acuerdos firmados con los grupos políticos alzados en armas en otros momentos de la historia.


 

La carta de Iván Marquez y "El Paisa"

Esta misiva fue enviada por ambos después de que se retiraron de la zona de reincorporación en Miravalle, en el departamento del Caquetá. Según la revista Semana, ambos altos mandos se retiraron de esta zona luego de que una noche, a las 2 de la mañana, un Batallón del Ejército hiciera una incursión en la zona veredal y les tocara la puerta de la casa donde dormían.

Ese hecho simbólico ocurrió unos días antes de la instalación del nuevo Congreso. En la carta, Marquéz y "El Paisa" afirman que las tres razones que explican la fallida aplicación de los acuerdos son: "la inseguridad jurídica, las modificaciones al texto original de lo convenido y el incumplimiento de aspectos esenciales del acuerdo".

Entre los muchos ejemplos, citan la falta de aplicación de la amnistía plenamente para los guerrilleros, como la falta de fondos para su reincorporación, el hundimiento de la reforma política y las circunscripciones Territoriales Especiales de Paz, destinadas a darle mayor peso en el Congreso a las FARC, la falta de titulación de tierras para los campesinos en las áreas de la guerrilla, la detención de Jesús Santrich, y los muchos frenos o cambios operados por el fiscal general Néstor Humberto Martínez.

Por otro lado, ambos guerrilleros realizaron una dura autocrítica al afirmar que "una de las fallas estructurales del acuerdo, que pesa como una pirámide egipcia, fue haber firmado la dejación de armas sin haber acordado los términos de la reincorporación económica y social de los guerrilleros". Lapidariamente, además, sentenciaron: "ingenuamente creímos en la palabra y la buena fe del Gobierno, a pesar de que Manuel Marulanda Vélez siempre nos había advertido que las armas eran la única garantía segura de cumplimiento de los eventuales acuerdos".

Así, refirieron a dos de las leyes sagradas de las FARC según Simón Trinidad: nunca dejar las armas y nunca olvidar el exterminio de la Unión Patriótica.

Un mínimo balance político de la paz para las FARC

Lamentablemente, la carta sale a la luz pública producto de lo que se ve como una diferencia de Márquez y "El Paisa" con el alto mando de las FARC. Sin embargo, su contenido sirve para reflexionar sobre los señalamientos realizados por ambos desmovilizados, tanto por la crudeza de sus señalamientos como por la incuestionable veracidad de lo que afirman.

En primer lugar, en términos políticos los acuerdos de paz tuvieron el efecto inmediato de servir de excusa a los dueños de Colombia, sean las viejas familias acomodadas o los beneficiados de la economía de la guerra y el narcotráfico, de utilizar el conflicto como parteaguas en todas las campañas electorales del país.

De ahí es que deriva la irrupción de Gustavo Petro, y que junto a Sergio Fajardo del Partido Verde, haya un gran campo progresista liberal en condiciones de gobernar. Sin embargo, en este mismo contexto donde el Estado colombiano se encuentra presionado por diversas crisis simultáneas, como la económica, la social y la de su relación con Estados Unidos, las FARC han perdido un punto de apoyo para ejercer presión a través de las armas para que se cumpla las reformas sociales, contempladas en los acuerdos, que bien podrían haber capitalizado.

En cambio, hoy la nueva denominación de la guerrilla, Fuerza Alternativa del Común, revela la gran incapacidad para dejar de hablarle a una minoría activa del país que la acompaña, así como su falta de inserción en la vida política del país. Paradójicamente, la guerrilla, para dar su tan dificultoso salto hacia la política del país, tuvo que perder casi por completo su retaguardia estratégica en la ruralidad menos atendida por el Estado, hoy a merced de los grupos criminales que se disputan su control. Ese salto a la ciudad, en palabras de Iván Márquez y "El Paisa", les ha costado demasiado.

Por qué fracasó la paz

Se puede decir que la aplicación de los acuerdos fallaron por la repetición histórica de un mismo comportamiento de la élite colombiana, que a lo largo de más 100 años se ha repartido el poder entre las familias más acaudaladas del país. Ejemplos como el del exterminio de la Unión Patriótica y el asesinato del líder guerrillero del M-19, Carlos Pizarro, sobran y han sido reseñados por esta tribuna.

Pero la carta también toca un punto central: el acuerdo que se incumplió, además de modificarse, es de cáracter obligatorio a nivel internacional por haber sido refrendado por el Consejo de Seguridad, lo que se repite en lo nacional con su aprobación por la Corte Constitucional de Colombia. Esto puede sonar un detalle menor por ser Colombia un país no acostumbrado a cumplir con las leyes, pero le daba a la guerrilla la posibilidad de presionar de diversas formas para su cumplimiento. Si uno se quedara solo analizando este fracaso, tranquilamente el señalamiento sobre el error de haber dejado las armas sería más que válido.

Contra un Estado criminal, donde históricamente se respetan las leyes por la fuerza, ese razonamiento tiene todo el sentido por estar comprobado en los hechos y la práctica.

Sin embargo, gran parte del fracaso del diálogo es que esos acuerdos compaginaban con el plan político de Hugo Chávez para la región. Es decir, sintonizaban con la idea del comandante de promover el fin del conflicto en Colombia para la desmilitarización del país, y la intención de presionar a través de UNASUR por que el cumplimiento de los acuerdos permitiese en el mediano plazo el surgimiento de una alternativa al actual estado de cosas en el país.

Al quedar enterrada la nueva institucionalidad, sin que la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner y el Brasil de Dilma Rousseff se activaran en defenderla, Venezuela quedó sola como único y principal factor de presión en un acuerdo que, sobre el final, se selló con Caracas en un segundo plano, observando lo que ya se presagiaba como una larga trayectoria de incumplimiento por parte del Estado colombiano.

El mayor error de las FARC, quizás, fue firmar un acuerdo en extrema soledad, pensándose, como buena parte del arco progresista regional, como una entidad aparte de la nación continental, un drama cuyas consecuencias ya estamos viendo en muchos de los países donde las soluciones se están pensando localmente. Repitiendo el viejo problema de pensarse como islas ("republiquetas", diría Bolívar) en un mismo continente.

América Latina
Concentración del chavismo en apoyo al presidente Nicolás Maduro en Maturín, estado Monagas, 20 de julio de 2024 (Foto: Rosana Silva / Misión Verdad)....
La Base.- Canal Red. En el programa de hoy, 23/7/2024, a 5 días de las elecciones presidenciales en Venezuela, Pablo Iglesias, Sasi Alejandre y Manu Levin analizan la situación social y económica en el país caribeño...
Venezuela News.- Mark Feierstein, exfuncionario del Departamento de Estado y de la Usaid, revela en un documento el guion que Washington tienen planificado para las elecciones del 28J....
Lo último
La Columna
Con Cuba y la Revolución
Gerardo Moyá Noguera*.- Siempre nos quedará Cuba y sus ciudadanos/as....Cuba sigue con y para vivir su revolución y el socialismo. Creo y que no voy nada equivocado, que existen algunos países del cono sur que son socialis...
Palabras de Corina en la puerta del 28
“Tuve un acompañante con el que compartí un secreto, o eso creímos hacernos creer, y para unirnos en familia de negocios admitimos intercambiar un sobre en el que debía constar nuestra firma comprometiéndonos,...
La Revista