Laura V. Mor / Resumen Latinoamericano Cuba. Fotos: Yaimi Ravelo.- La XVI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) quedó inaugurada hoy en la mañana en La Habana, reuniendo a mandatarios de la región como Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Evo Morales, el Primer Ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit; el canciller de Antigua y Barbuda, Chet Greene; el Embajador de Haití en Venezuela, Lesly David, y Raúl Licausi, vicecanciller venezolano.
Los mandatarios destacaron la importancia de continuar promoviendo y afianzando la unidad latinoamericana, en momentos difíciles para la región, donde una ola de neoconservadurismo y neofascimo intenta poner fin a los avances en materia social, política y económica logrados en la última década.
Miguel Díaz – Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, se refirió a los logros alcanzados en la región como la declaración de Territorios Libres de Analfabetismo en Venezuela en 2005, Bolivia en 2008 y Nicaragua en 2009; así como también a la Misión Milagro que ha devuelto la vista de forma gratuita a más de 5 millones de personas y a los más de 2 mil jóvenes procedentes de América Latina, el Caribe y África que se forman como médicos en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) en Cuba y Venezuela. "La Alianza es un paradigma incuestionable de solidaridad", afirmó, al tiempo que destacó que "aun con sus deficiencias, el ALBA-TCP ha logrado proyectos para unir potencialidades de los países miembros en beneficio de la alimentación, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología, el comercio justo, la cultura, la educación, la energía, la industria, la minería, la salud, las telecomunicaciones, el transporte y el turismo".
En un contexto donde las agresiones e injerencias de Estados Unidosbuscan desestabilizar gobiernos legítimamente electos, utilizando aliados en la región para elucubrar intentos de golpes de Estado como el denunciado por el Presidente Maduro días pasados o la situación con las "guarimbas" impulsadas desde sectores reaccionarios nacionales e internacionales en Nicaragua contra el proceso impulsado por Daniel Ortega, unidad en la diversidad continúa siendo el motor de una
Alianza que, a pesar de los intentos imperialistas de resucitar la Doctrina Monroe, sigue apostando por la necesidad de la integración latinoamericana y caribeña, pues como afirmara Díaz-Canel "la coyuntura actual demanda aún más la unidad entre nuestros países (...) se impone la convicción inquebrantable de que nuestra América es una sola".