La Re-colonización de América latina. El caso Argentina

Alberto Mas, corresponsal de Cubainformación en Buenos Aires.- América Latina nunca ha estado fuera de los objetivos expansionistas de los EE.UU., considerada como su “patio trasero” jamás abandonaron la “doctrina Monroe”, hoy Washington está decidida a destruir los gobiernos populares e independientes surgidos al calor de la integración regional impulsada por Fidel y Chávez. América Latina está sufriendo un verdadero proceso de re-colonización norteamericana que condiciona toda la política regional.

La Recolonización de América Latina

El siglo XXI nace con un fuerte proceso de construcción de gobiernos democráticos en América Latina que producen reformas económicas y redistribución del ingreso a favor de los más desposeídos, nacionalización de recursos naturales en algunos casos, con importantes avances sociales de las clases populares, basados en un Estado con mayor protagonismo fundado en los intereses nacionales, e impulsando formas de integración continental superadoras del neoliberalismo imperante en las décadas anteriores.

Este proceso no pasa inadvertido para los Estados Unidos de Norteamérica, que a pesar de centrar su accionar en el norte de África y Medio Oriente, nunca dejó de mirar a Latinoamérica. Pasada la época de las dictaduras militares de los 70-80, se dedicó a preparar el terreno para intervenir por otros medios, la RE-Colonización estaba en marcha, se estaba preparando silenciosamente, pero con firmeza: dominación cultural, bases militares, medios de comunicación, ONGs, control ideológico de jueces, políticos y religiosos evangélicos, muchos dólares para invertir en ésta operación.

De ésta manera EE.UU. convirtió a periodistas, políticos, sindicalistas, jueces, fiscales y pastores en un verdadero ejército de mercenarios a su servicio, que actúan de acuerdo al momento y las circunstancias respondiendo a las directivas de Washington.

En el siguiente cuadro podremos ver sintetizadas las acciones más destacadas promovidas desde los Estados Unidos en éste siglo contra los gobiernos populares en América Latina, siendo ya un clásico el genocida bloqueo que le han impuesto a Cuba desde 1960 y que hoy continúa a pesar del repudio internacional que anualmente se expresa en las votaciones en la ONU, donde el único apoyo que logra EEUU es el de su aliado Israel. Esto nos dará una idea de lo que han tenido que enfrentar los gobiernos progresistas del continente en los 18 años que van de éste nuevo milenio.

Ya en 1823 los EE.UU. de Norteamérica impulsa la denominada “Doctrina Monroe: América para los (norte)americanos” toda una definición de lo que vendría. No es en éste espacio donde analizaremos las intervenciones militares realizadas en el continente y principalmente en Centroamérica para expandir su control territorial y ocupación de tierras (por ejemplo la apropiación de territorio mexicano), pero lo dejamos como antecedente.

Allen Dulles, oficial de alto rango de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) de los EE.UU. fundada en1942, que antecedió a la Agencia Central de Inteligencia (CIA)1947, de la cual fue su primer director civil, había sentado el camino: …”Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos debe imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo, en un contexto internacional donde nuestras grandes corporaciones transnacionales contarán siempre con el despliegue inmediato de las fuerzas armadas, en cualquier zona, sin que le asista a ninguno de los países agredidos el derecho natural a defenderse”…“La traición, el nacionalismo, la enemistad entre los pueblos, y ante todo el odio es lo que vamos a cultivar hábilmente hasta que reviente como el capullo de una flor”…“Sólo unos pocos acertarán a sospechar e incluso a comprender lo que realmente sucede. Pero a esa gente la situaremos en una posición de indefensión, ridiculizándolos, encontrando la manera de calumniarles, desacreditarles y señalarles como desechos de la sociedad. Haremos parecer chabacanos los fundamentos de la moralidad, destruyéndolos”…“El objetivo final de la estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de la ideas las alternativas a nuestro dominio, mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.

Estos dichos se dan sobre el fin de la segunda guerra mundial, indudablemente Dulles expone un plan de trabajo para la pos-guerra, el que la Casa Blanca llevará a cabo con metodología y organizadamente. En el siglo pasado fueron los golpes de estado, las invasiones y las dictaduras militares que asolaron el continente, a la fuerza de las armas le siguieron las armas económicas, planes del FMI, el Banco Mundial, pero también el trabajo concreto sobre los medios de comunicación masivos, en 1943 fundan la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), había que preparar el terreno sobre el que pisar fuerte luego e ir controlando las nuevas tecnologías comunicacionales y poder aplicar los nuevos sistemas de dominación, hoy denominados golpes blandos o guerras de cuarta generación.

En esa misma línea de trabajo, Zbigniew Brzezinsky, Consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter (Presidente de EE.UU 1977-1981), afirmaba unos años después que “el poder global debe desempeñarse en la DOMINACION CULTURAL y ejercerse mediante su hegemonía sobre las COMUNICACIONES GLOBALES, las DIVERSIONES POPULARES y la CULTURA DE MASAS”.

El 17 de abril de 2013 John Kerry, Secretario de Estado del Presidente Barack Obama ante la Cámara de Representantes de EE.UU. destacó la importancia de generar un mayor acercamiento con América Latina, sosteniendo que se trata del “patio trasero” de los Estados Unidos. Concretamente el jefe de la diplomacia norteamericana dijo “América Latina es nuestro patio trasero… tenemos que acercarnos de manera vigorosa… trataremos de hacer lo posible parar tratar de cambiar la actitud de un número de naciones, donde obviamente hemos tenido una especie de ruptura en los últimos años". Una declaración que significa la intensificación del proceso de re-colonización que se había iniciado en Nuestra América por parte del imperio norteamericano

Los Golpes Blandos

No es casual entonces que desde la década de 1950, algunos personajes como Gene Sharp se dedicaran al estudio de la desobediencia civil como herramienta que pueda ser considerada como una técnica de acción política, incluso militar, creando en 1983 el Programa sobre las Sanciones No Violentas en el Centro de Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y funda ese mismo año la Albert Einstein Institution en Boston (con apoyo de la OTAN y la CIA), donde le da forma definitiva al diseño de los denominados golpes blandos o suaves, Sharp afirma que "La naturaleza de la guerra en el siglo XXI ha cambiado"… "nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas" y que pueden ser resumidos en cinco grandes pasos:

Primera etapa: Consistiría en llevar a cabo acciones para generar y promocionar un clima de malestar. Entre dichas acciones destacan la realización de "denuncias de corrupción y la promoción de intrigas", señalan los expertos.

Segunda etapa: Se procedería a desarrollar intensas campañas en defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder.

Tercera etapa: Esta fase se centraría en la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales y en la promoción de manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.

Cuarta etapa: En este punto se llevarían a cabo operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, creando un clima de "ingobernabilidad".

Quinta etapa: La fase final tendría por objeto forzar la renuncia del presidente mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente se va preparando el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Los Medios de Comunicación

Para el desarrollo de los golpes blandos es fundamental el control de los medios de comunicación, por eso al mismo tiempo desarrollaron todo un plan con la CNN como comisario político, la SIP operando para garantizar la mal denominada “libertad de prensa” y con 6 grandes grupos empresarios lograron la concentración de la información que circula en el continente ganando la hegemonía comunicacional, el grupo PRISA con presencia en 16 países latinos y en EE.UU, Televisa de México, el grupo Cisneros en Venezuela, grupo O´Globo en Brasil, grupo Edwards en Chile y el Grupo Clarín en Argentina, que sumados a las cuatro agencias noticiosas: Associated Press (AP), United Press International (UPI), Reuters y France Press, controlan el 99% del flujo de noticias, con la sola oposición de Prensa Latina (Cuba) y TeleSur.

La información y la noticia controlada, instaurando la realidad virtual propia, con el relato que construyen y sostienen como herramienta política, las noticias falsas (caso Evo Morales y su presunto hijo es el mejor ejemplo) para cumplir los logros establecidos contra los dirigentes progresistas, montajes mediáticos nacionales e internacionales coordinados (como pudimos ver en las guarimbas contra Venezuela o los tranques en Nicaragua), los medios de comunicación fabricando la información, manipulando hechos verdaderos o instalando falsedades, al servicio de los designios del Norte.

Esta es una vieja estrategia de convertir los medios de comunicación en un arma de dominación, en 1962 la maquinaria de construcción del relato imperial desde los medios estaba desarrollándose a pleno, el 28 de noviembre Malcon X en una arenga a sus seguidores los alertaba sobre el tema afirmando: “Si no estáis prevenidos ante los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido"

La tardía comprensión de ésta situación ha sido muy costosa para movimientos populares y los gobiernos progresistas. Se los ha tratado de controlar, o negociar con ellos, pero no se ha ido al punto medular del problema, si la noticia la emite y controla una empresa de capital, la noticia se convierte en mercancía, y como tal se compra y se vende, hoy convivimos con las fake news (noticias falsas) como parte de grandes operaciones de prensa manejadas por las corporaciones hegemónicas.

¿No deberíamos estar planteando ya desde las organizaciones populares y progresistas que los medios de comunicación no pueden estar en manos de empresas de capital y dejar de confundir libertad de prensa con libertad de empresa?

La pata judicial

Con el objeto de que los poderes fácticos queden integrados a su estrategia, apuntan a domesticar los sistemas judiciales locales (por ejemplo persecución política a Rafael Correa, Lula Da Silva, Cristina Kirchner), no siendo casual que el FBI (Federal Bureau of Investigation) y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en algunos casos coordinando con la OEA, financien y den cursos de formación a jueces y fiscales latinoamericanos, tanto en los EE.UU como en los territorios nacionales, como ejemplo de un par de alumnos bien entrenados nos encontramos con Claudio Bonadío de Argentina y Sergio Moro de Brasil. En el denominado “Proyecto Puentes” el FBI entrena a los participantes en la lucha contra la corrupción, terrorismo, delitos cibernéticos, con estas “colaboraciones” entre el gobierno estadounidense y los poderes judiciales en América Latina se construyó un contenido de justicia muy particular, con una decidida tendencia a la judicialización de la política que no le es afín.

Freedom House, la USAID y la NED

En ese mismo sentido, el Departamento de Estado norteamericano, no descuida el frente social, las operaciones encubiertas de la CIA en el extranjero debían de ser, por su esencia, ocultas, lo que limitaba profundamente su accionar sobre grupos sociales, sindicatos, periodistas, empresarios, legisladores, deben modificar la táctica de acercamiento a las poblaciones, lo entendieron y fueron preparando el terreno.

En 1941 el gobierno de los EE.UU financia la organización de una fundación no gubernamental, ONG, Freedom House, para implementar la investigación y la promoción de la democracia, la libertad política y los derechos humanos, fuera de las fronteras norteamericanas. Se autodefinen como una "voz clara para la democracia y la libertad en todo el mundo", claro a los ojos de los intereses de la Casa Blanca, recibiendo una fuerte inyección financiera a partir del año 2001, cuando ya se le aportan 11 millones de dólares, presupuesto que para el año 2006 se había incrementado a u$ 26 millones.

La tarea necesitaba una mejor y mayor organización para influenciar en el Continente, incluso con mayor posibilidad de accionar políticamente en los espacios donde la CIA necesitaba su clara participación en la superficie. Es en 1961 que el Departamento de Estado crea la USAID (Agencia de los EE.UU para el Desarrollo Internacional) para poder distribuir la ayuda exterior no militar, aunque en estrecha coordinación con la CIA, cuyo objetivo ha sido claramente reforzar la política exterior estadounidense, fundamentalmente en la desestabilización de gobiernos no alineados con sus posiciones. Ingresa la USAID a los distintos países impulsando la cooperación en las áreas económica, sanitaria, política y humanitaria, organizando sus bases de acción en América Latina, captando y organizando ONGs locales que sean funcionales a las políticas norteamericanas desde el interior mismo de los países en cuestión.

Complementando estas acciones, pero ahora a iniciativa del Congreso norteamericano, en 1983 nace la NED (Fundación Nacional para la Democracia), para financiar proyectos que promuevan la democracia liberal en el mundo, para contribuir a la lucha anticomunista en los años finales de la Guerra Fría, financiándola para reemplazar a la CIA en dichas funciones, dándole más transparencia y control del Congreso. La distribución de fondos de la NED se realiza principalmente mediante cuatro organizaciones: 1) El Centro Internacional para la Empresa Privada (CIPE) creado por la Cámara de Comercio. 2) El Instituto de Sindicatos Libres (FTUI) creado por la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO). 3) El Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales (NDI) del Partido Demócrata. 4) El Instituto Nacional Republicano para Asuntos Internacionales (NRI) del Partido Republicano.

Terminado el período de la Guerra Fría ante la implosión de la URSS en 1991, toda esa fuerza política y económica se re-direccionó hacia los nuevos desafíos de construir un poder unipolar, sin olvidar que el continente americano sigue siendo su gran prioridad, coincidiendo sus objetivos estratégicos con la USAID e integrándose a una única política de injerencia continental, patrocinando, según sus propios datos, más de 1.000 proyectos de grupos no gubernamentales fuera de EE.UU y según el New York Times del 31 de marzo de 1997, “gasta u$ 30 millones al año para apoyar partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en docenas de países”.

ONGs, la telaraña que atrapa

Tanto la USAID como la NED, han elaborado una verdadera telaraña de ONGs en Latinoamérica, el objetivo formar su propia tropa, la quintacolumna en cada país, operando sobre todas las áreas de la sociedad, financiando a través éstas ONGs operaciones insurgentes como las que sufrieran Venezuela con las guarimbas y Nicaragua con los tranques, donde en ambos casos, iniciaron las acciones con un trabajo previo en sectores del estudiantado ligado a la educación privada y/o religiosa, con apoyatura mediática nacional e internacional y organismos como la OEA y la SIP que generaban el clima desestabilizador presionando para producir las renuncias de los presidentes Maduro y Ortega. Las ONGs dictaban cursos, daban charlas, fijaban ideas, para producir los levantamientos que eran difundidos como espontáneos y producto de las acciones represivas de los gobiernos que inmediatamente eran caratulados de “dictaduras”, siguiendo el libreto escrito por Gene Sharp de Golpes Blandos.

En Ecuador, fueron las ONGs que operaron sobre los sectores policiales que se levantaron contra Correa, o las organizaciones que en Bolivia prepararon el proyecto secesionista de la Media Luna o las marchas por el Tipnis contra Evo Morales y la operación mediática inventándole un hijo, haciéndole perder el referéndum del año 2016.

A instancias de la NED en el año 2008 en Bogotá, Colombia, confluyen grupos de la ultraderecha continental que fundan UNOAMERICA (Unión de Organizaciones Democráticas de América) con el deliberado objetivo de combatir las organizaciones que se agruparon en el Foro de Sao Paulo, en su acta fundacional se puede leer: “Actualmente, hay catorce países latinoamericanos, cuyos gobiernos pertenecen o están vinculados al Foro de Sao Paulo, y aunque llegaron al poder por la vía democrática, muchos de ellos están destruyendo la democracia y coartando las libertades, como es el caso de Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Cristina Kirchner y Daniel Ortega”.

La instalación de Bases Militares en América

La presencia de tropas norteamericanas en el continente y el Caribe es parte de este proceso de recolonización, si falla la política deben funcionar las armas, ya lo han puesto en práctica en numerosas oportunidades con invasiones y aportes a golpes de estado, son numerosos los analistas, intelectuales y periodistas que han abordado el tema, la periodista Telma Luzzani describe la existencia de más de 70 bases militares distribuidas en el continente y el Caribe, una verdadera ocupación militar continental que no deja de crecer, recientemente suspendieron la instalación en la provincia Argentina de Neuquén de una base en la explotación petrolera de Vaca Muerta por la gran movilización popular realizada en la región, aunque silenciada por los medios de comunicación, debieron posponer su instalación, igualmente vienen proyectando con el gobierno pro-yanqui de Mauricio Macri instalar bases en la zona de la triple frontera (Argentina-Paraguay-Brasil) centro del acuífero guaraní, una de las mayores reservas de agua del continente, otra en la provincia de Jujuy, en la frontera con Bolivia, región de la mayor reserva de litio, y en Ushuaia, donde complementarían con la base de OTAN de Malvinas el control del pase bioceánico Atlántico-Pacífico.

El Pentágono clasifica en dos categorías sus bases, las de operaciones tradicionales, con fuerte presencia de militares y armamento, instaladas generalmente en acuerdos formales con el gobierno del país donde se instalan, y las de operaciones avanzadas, conocidas como FOL (Foward Operating Location), donde utilizan contratistas y/o mercenarios y por lo tanto hasta se instalan en acuerdos poco claros entre las fuerzas armadas locales o del ejecutivo a espalda de los congresos locales.

Presencia militar en el territorio y recolección de información de inteligencia, que incluye seguridad, pero también social, comercial y sobre los recursos naturales del área de influencia. Para tener en claro que los EE.UU están re-colonizando América afirman en el Informe Cuadrienal de Defensa del año 2014 que “la efectividad de otras herramientas, como la diplomacia y la asistencia económica, para la influencia global de EE.UU. está absolutamente entrelazada y depende totalmente de la percepción que el mundo tenga de la fuerza, la presencia y el poder de nuestras fuerzas armadas”

La OEA (Organización de Estados Americanos)

A finales de la II Guerra Mundial, de la que EE.UU. salió ampliamente beneficiado, consolidando sus posiciones imperiales, impulsando el Panamericanismo y del Sistema Interamericano que va desde la Conferencia de Chapultepec en 1945, pasando por la creación de la OEA en 1948, consolidándose la subordinación de los gobiernos del continente a la política exterior de EE.UU.

La OEA se convierte en un efectivo instrumento de control continental en manos de Washington, de esa forma en el año 1962 expulsan e intentan aislar a Cuba incrementando la rigidez del bloqueo internacional, económico, comercial financiero y político. La mejor definición sobre el rol de la OEA lo dio el Canciller de la Dignidad, el cubano Raúl Roa García, calificandola como "Ministerio de Colonias" de Estados Unidos, recordemos que la OEA ni se inmutó ante las brutales dictaduras de Pinochet en Chile, las juntas militares de Argentina y Brasil, los golpes de estado en Bolivia de los 70, ni Somoza en Nicaragua, tampoco insinuó ni una condena de Stroessner en Paraguay, ni condena alguna a los EE.UU por alguna de sus intervenciones militares en el continente, como la de Panamá en 1989 con miles de civiles muertos.

Actualmente su Secretario General, el uruguayo Luis Almagro, ex militante del Partido Nacional (Blanco), asimilado en 1999 al Frente Amplio llegando a ser el Canciller del gobierno del “Pepe” Mujica, por sus actuaciones contra la Venezuela Bolivariana de Maduro, la sandinista Nicaragua de Rafael Ortega y la implementación de las políticas norteamericanas contra los gobiernos progresistas del área, confirmarían sus estrechos vínculos como agente la CIA y ha sido denunciado públicamente por recibir sumas de dinero de dicha organización de inteligencia estadounidense para desde su cargo agredir a las naciones latinoamericanas y caribeñas donde se desarrollan procesos de cambio y contra la soberanía y la integración de la Patria Grande. Recientemente el Frente Amplio lo expulsó de sus filas.

El Plan Atlanta del año 2012

En 2012 la Misión Presidencial Latinoamericana (ex presidentes de origen neoliberal y pro-colonialistas y dirigentes políticos afines) se reunieron en Atlanta, EE.UU., donde coordinaron acciones de la derecha continental para desestabilizar gobiernos populares de la región.

Uno de los asistentes a reuniones posteriores de su fundación es la del ex presidente interino argentino Eduardo Duhalde, con lazos en los militares golpistas y el narcotráfico según varias denuncias hechas públicas.

El plan consistía de atacar a los líderes progresistas desde los medios de comunicación, campaña de descrédito de los mismos acusándolos de corruptos, incluyendo a sus grupos familiares para desmoralizarlos, estos escándalos se convertirían en procesos judiciales, judicializando la política con la manipulación mediática, para ello se reclutaría incluso a militantes de las fuerzas progresistas, esto lo hemos podido percibir en Ecuador con la traición de Lenin Moreno y la prisión de Jorge Glas y la persecución judicial a Rafael Correa, en Paraguay con la destitución de Fernando Lugo, en Brasil la destitución de Dilma Rousseff y la prisión de Lula, en Argentina los juicios a Cristina Fernandez y la prisión de Milagro Sala y una docena de dirigentes.

Con Almagro, el hombre de la CIA en la OEA, el Plan Atlanta mantiene su continuidad.

Los pastores evangélicos

El papel que han jugado las iglesias evangélicas en ésta etapa final electoral en Brasil y Argentina no ha sido lo suficientemente analizada, es evidente que responden a una política deliberada de manipulación.

La relación iglesias evangélicas/imperio norteamericano tienen su origen en la pos segunda guerra mundial y la guerra fría, los inicios de la vinculación de la CIA y el Departamento de Estado con la religión y su utilización se remonta a la creación en el año 1954 en Corea del Sur de la Iglesia de la Unificación por parte del «reverendo» Sun Myung Moon generando alianzas político/religiosas entre las sectas y los grupos de poder, ligados a la Liga Anticomunista Mundial, donde se verificaría la participación concreta de dos personajes que serían los fundadores de la CIA coreana, Kim Jong-Pil y Bo Hi Pak y sectores de la inteligencia anglosajona y a partir de la década del 70 concentran sus actividades en los EE UU y América Latina, con fuerte apoyo en el congreso norteamericano, creando una real empresa de espionaje.

Hoy cada vez más abiertamente vemos su trabajo en los medios de comunicación y el desarrollo económico de algunas iglesias evangélicas como la “Iglesia Universal” buscando el control y manipulación de extensas masas de población. Lo podemos apreciar en Brasil donde han jugado directamente en las elecciones a favor del candidato del fascismo y la derecha Jair Bolsonaro, quien adhiere a una línea política neo-liberal extrema y aliado desembozadamente a las políticas de Washington.

Hoy en Argentina ya se habla de la posibilidad concreta de que pastores evangélicos participen en las listas de candidatos en las próximas elecciones, y recientemente Horacio Rodriguez Larreta fue bendecido públicamente en un multitudinario acto en la Av. 9 de Julio y Mauricio Macri ha participado en encuentros evangélicos incluso recibió el apoyo de la Mesa Consultiva de Federaciones y Asociaciones Evangélicas de la República Argentina, cuyo presidente es Raúl Jorge Scialabba, uno de los directores del Grupo Clarin.

El caso Argentino

Argentina cae en manos de un grupo de empresarios liderados por Mauricio Macri y ligados a empresas de obras públicas, de la producción primaria y financieras internacionales y el apoyo de la Embajada de los EE.UU en Buenos Aires (lograron instalar una campaña de desprestigio como jamás se había visto antes contra líderes populares, conducida por Duran Barba -publicista ecuatoriano), cumpliendo con éxito la primer etapa del Plan Atlanta, en un operación integrada por los medios de comunicación, ONGs, jueces y fiscales.

Sumado el blindaje mediático que realiza el Grupo Clarín, los sectores controlantes del grupo son la gran banca Goldman Sachs y el JP Morgan (según Walter Formento, de la Universidad Nacional de la Plata), además de su diversificación e influencia en el Poder Judicial, donde recientemente desplazaron, en una tremenda interna en el seno del poder, al Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, imponiendo a uno de los abogados del Grupo Clarín, Carlos Rosenkrantz.

La investigadora norteamericana Eva Golinger define la forma de operar de la NED y las ONGs: “Esta forma de intervención es muy sofisticada y compleja porque penetra a la sociedad civil y a las organizaciones sociales de una manera muy sutil. Es difícil de descubrir pero fácil de justificar con el argumento de la “promoción de la democracia”

Lo podemos apreciar en Argentina donde la mayoría de los dirigentes del PRO, el Macrismo y los seudo-opositores, tienen apoyatura de distintas ONGs operando en la política nacional, han sido denunciados como miembros de la NED, Lilita Carrio, Margarita Stolbizer, Graciela Ocaña, Nicolás Massot, Oscar Aguad, la vicepresidenta Gabriela Michetti, Marcos Aguinis, entre otros.

A la actual Ministra de Seguridad Patricia Bullrich, se la identifica como ligada a la CIA y al MOSAD, está casada con Guillermo Yanco, vicepresidente del Museo del Holocausto de la Argentina, quien además es presidente del Instituto de Estudios Argentinos (Idear) y miembro de la Red de Partidos Políticos, organización impulsada por el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI) y la NED.

El coordinador de los equipos técnicos de la Bullrich, Alan Clutterbuk, es presidente de la ONG Red de Acción Política (RAP), integrada por personajes vinculados al macrismo y a la embajada de los EEUU, su nexo con la NED sería Ramiro Tagliaferro, ex esposo de la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal e intendente del municipio de Morón y se le reconocen vínculos con los venezolanos Leopoldo López y Henrique Capriles Randosky, también ha sido acusado de tener participación directa en el golpe a Hugo Chavez en 2002, en Haití en el derrocamiento de Aristide en 2004 y en Honduras en la destitución de Manuel Zelaya en 2009, en su condición de agente de la NED.

Entre la cantidad de ONGs que financia la NED en Argentina, están CADAL (Centro para la Apertura y el Desarrollo en América Latina), especialista en organizar las operaciones contra Cuba traspasando las fronteras nacionales y operando permanentemente en ambas cámaras del Congreso, también recibiría apoyos económicos de la USAID.

Son financiadas por la USAID y la NED, una gran cantidad de ONGs: Fundación Libertad, Fundar Seguridad y Crecer, Formar, CEPPA (Centro de Estudios para Políticas Públicas Aplicadas), Pensar, Suma, Voces Vitales, todas éstas de funcionarios en el gobierno entreguista de Macri, otras como Poder Ciudadano, FOPEA (Foro de Periodismo Argentino), Periodistas sin Frontera, actúan claramente para crear confusión, dividiendo y disgregando el campo popular, formando dirigentes propios en especial en la juventud estudiantina y en los dirigentes políticos y legisladores. Pero también operan sobre organizaciones progresistas, como puede ser Cosecha Roja (red de Periodistas judiciales de América Latina que tiene sede en Buenos Aires) que recibe fondos de la fundación de George Soros, Open Societi Foundation, la publicación Anfibia de la Universidad Nacional de San Martín sobre la que opera CADAL o la organización de derechos humanos CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) que ha sido denunciada por recibir aportes de la Ford Foundation.

En la Argentina la falta de unidad de las fuerzas antimperialistas, de izquierda, populares y progresistas ha sido una constante. En este contexto nos podemos preguntar si las elecciones de 2015, en la que participaron dos candidatos peronistas, Daniel Scioli por el FPV, que en la primera vuelta obtuvo el 36% de los votos y Sergio Massa por el peronismo no kirchnerista logra un 21%, la suma de votos peronistas le hubieran dado el triunfo, pero esta división llevo al derechista frente Cambiemos del Pro y el radicalismo a ganar la segunda vuelta e imponer a Macri en la presidencia del país, fue por las luchas internas del peronismo o si la mano del “Plan Atlanta” estuvo involucrado, no podemos obviar que Eduardo Duhalde fue activo participante en la reunión del 2013 de la organización y Sergio Massa un asiduo visitante de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires. Es para pensar.

Como es posible que después de salir la Argentina de la dictadura cívico-militar-empresarial de 1976-1983, pasar por la tormentosa transición hacia un proceso democrático, signado por el período neo-liberal del presidente Menem, peronista que se alió fuertemente a los capitales internacionales, era de “relaciones carnales” con los EE.UU y de entrega de los recursos básicos de la economía nacional, la debacle de la denominada Alianza del presidente De La Rua, que debió abandonar su gobierno en un helicóptero tras una pueblada que dejó 38 asesinados por la represión policial, el 19 y 20 de diciembre de 2001, quedando un tembladeral político que desembocó en 12 años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner, con fuerte impulso de los derechos humanos, ampliación de derechos individuales y de minorías, una economía basada en el mercado interno que sacó a millones de la indigencia y la pobreza, una distribución del ingreso que favoreció a los sectores asalariados y una política internacional basada en la integración regional (sin romper con el capitalismo bueno), termina perdiendo las elecciones en manos de un grupo de empresarios, contratistas de la obra pública estatal nacidos al calor de la dictadura y CEOs de la banca internacional y empresas extractivistas, con un programa que en 3 años destruyó las conquistas populares e hizo más rico a los ricos y más pobres a los pobres, en medio de un proceso de endeudamiento externo y extremo y fuga de capitales que condicionará al país por varias generaciones.

Podríamos preguntarnos, ante los sucesos de Ecuador y Brasil, si los pueblos brasileros, argentinos, ecuatorianos, no tienen memoria, podríamos analizar los errores cometidos durante el ciclo progresista de los últimos años, pero seguro que la respuesta la encontraremos si somos capaces de mirar hacia el norte y analizar el contexto desde una postura más amplia, considerando que todo esto responde a un plan fríamente elaborado y aplicado de re-colonización.

No debemos descartar que en la agenda global el destino de los pueblos “subalternos” es la disolución de su identidad y la de los Estados Nacionales, un proceso concreto sufrido en la ex Yugoslavia y la URSS, por ejemplo, el Investigador y periodista Claudio Fabián Guevara ha descripto la situación de colapso inducido claramente, Argentina sufre una crisis promovida desde el mismo gobierno de Cambiemos, con una extranjerización de su economía, debilitamiento del mercado interno, con la intervención administrativa del FMI, que ha dejado al Estado al borde de la entrega de sus activos, “En este contexto, la Patagonia aparece como una prenda cambio perfecta para 'rescatar' a la Argentina de otra crisis. En 2018, los diarios financieros han vuelto a hablar de dolarización en Argentina”

Nunca más acertada la descripción de la intelectual, periodista y escritora Stella Calloni cuando define que América Latina “está sometida a una guerra Contrainsurgente de Baja Intensidad (GBI) de Cuarta Generación, destinada a someter a todos nuestros países a un proyecto de recolonización, estableciendo gobiernos bajo el control directo de Washington.”

Algunas Conclusiones

En éste contexto de re-colonización, a los gobiernos populares-progresistas de la región solo les queda un camino a seguir, la radicalización de las medidas que debiliten hacia el interior a los aliados del imperio fortaleciendo y movilizando al campo popular, con reformas constitucionales, nacionalizaciones que empoderen las economías estatales (banca, comercio exterior, energía, servicios) y desarrollar una cada vez más amplia integración regional (CELAC, ALBA, CARICOM, UNASUR, son algunos ejemplos a profundizar). En las condiciones actuales del proceso de recolonización les será imposible a los gobiernos cualquier negociación con los EE.UU. en un plano de igualdad, algo inaceptable para un imperio que busca garantizarse la ocupación territorial y los recursos naturales de la región, solo queda la confrontación, el nivel que tendrá ésta lo impondrá la capacidad de crear real poder popular, éste es un ejemplo que nos da Cuba, cuya revolución acaba de cumplir sus primeros 60 años, donde jamás se doblegaron a los designios del imperio.

En el caso argentino, el próximo gobierno deberá enfrentar un nivel de deuda externa y un servicio de intereses de la misma imposible de pagar, que condicionará cualquier política a seguir. Con una economía en recesión, los organismos internacionales estiman una caída del PBI del -1.6% para el año 2019, no habrá salida si no se toman medidas duras que deberían soportar tanto los que generaron el endeudamiento para la fuga de capitales como quienes en forma ilógica prestaron e incentivaron tamaño endeudamiento, este nivel de deuda que prácticamente se equipara a un PBI es literalmente impagable.

En éstas circunstancias es impensado controlar el nivel de cambio y evitar corridas financieras impulsadas desde los actores financieros, como ya se sufrieron recurrentemente y al mismo tiempo promocionar exportaciones y sustituir importaciones por producción nacional, que también permitan crear empleo. La única salida posible para controlar la generación de dólares que financien la economía y permitan evitar un desastre total será la nacionalización del comercio exterior y la banca, única forma de contar con el control de las divisas que ingresan, egresan y que permitiría manejar una política cambiaria de acuerdo a las necesidades de cada sector económico.

La nacionalización de los servicios y los recursos naturales como el petróleo, el gas y la minería, sería básico para recuperar la soberanía energética y económica, evitando el permanente drenaje al exterior de súper regalías y utilidades a costa de la mayoría de la población.

Es un imperativo también avanzar sobre la declaración de bien público de los medios de comunicación, revirtiendo la fraudulenta privatización de los canales de TV de 1989 y la apropiación en el marco de la dictadura militar del papel-prensa, los medios de comunicación deberían estar en manos de movimientos sociales, organizaciones de base, populares y del Estado, con control social, quitándole al enemigo una de las principales armas en su guerra de IV generación.

Reformar la constitución nacional para dar un marco legal a las transformaciones necesarias que den por tierra con el actual engendro nacido del espurio pacto Alfonzin-Menem y terminar con su estructura feudalista. Una constitución que refleje los avances en las conquistas de derechos de los últimos años, pero también que reconozca la existencia de los pueblos originarios, el medio ambiente, las limitaciones al capital extranjero, la propiedad de la tierra, el desarrollo regional, las vías navegables y el trasporte integral, además de reformar el corrupto y vetusto poder judicial, históricamente al servicio de las oligarquías dominantes y el gran capital, entre tantos otros temas que definirían un país libre e independiente.

En definitiva, Argentina no podrá salir del actual atolladero económico, político y social al que la llevó la derecha ligada al imperio norteamericano, si no aplica una política netamente antiimperialista, de recupero de los resortes económicos para un desarrollo autónomo e integrada a Latinoamérica, basada en una permanente movilización y unidad de las masas populares como sostén del proyecto.

En la re-colonización el imperio viene por todo y por todos, no va a negociar, va a apropiarse de lo que consideran históricamente su “patio trasero”. Sería importante que la dirigencia política así lo entendiera.

Referencias

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