RT en Español.- En Venezuela, Julio Borges renuncia a su cargo de "canciller" en el gobierno autoproclamado interino de Juan Guaidó. Borges afirmó que el Gabinete debe desaparecer enteramente, señalando que la vez se ha convertido en un problema para el país, y denunció, entre otras cosas, la manera escandalosa del uso de los activos de los venezolanos.

La oposición venezolana y el gobierno en la sombra de Guaidó se resquebrajan

Crisis en el antichavismo

El 'ministro' de Exteriores del autoproclamado presidente interino, Julio Borges, abandona el cargo

Robert Mur - La Vanguardia - Barcelona

Foto: ADRIANO MACHADO / Reuters

El debilitado liderazgo de Juan Guaidó al frente de la oposición venezolana acaba de recibir una estocada que puede suponer el final de su mandato, más simbólico que real. El expresidente de la Asamblea Nacional y ministro de Exteriores en el gobierno en la sombra de Guaidó, Julio Borges, ha anunciado que abandona ese ejecutivo virtual porque ya no sirve para derrocar al régimen chavista al haber perdido legitimidad y apoyo internacional. Borges denuncia malversación de los fondos que administra el gobierno interino, pide su desaparición y llama a la unidad del antichavismo.

“El gobierno interino se ha deformado y en lugar de ser un instrumento para luchar contra la dictadura, se ha convertido en una especie de medio en sí mismo”, declaró Borges el domingo en una rueda de prensa virtual desde Colombia, donde se encuentra exiliado. "No vamos a seguir formando parte de una estructura que, lamentablemente, ha utilizado los activos de los venezolanos para fines personales", agregó.

El gobierno interino se ha deformado y en lugar de ser un instrumento para luchar contra la dictadura, se ha convertido en una especie de medio en sí mismo”

“Tiene que desaparecer”, indicó Borges, explicando que el ejecutivo de Guaidó se ha “burocratizado” porque cuenta con una “casta” de millar y medio de funcionarios, cuyos sueldos salen de los activos del Estado venezolano en el exterior, principalmente de las filiales de la petrolera pública, PDVESA, cuyos fondos son gestionados en algunos países, como Colombia o EE.UU., por el autodenominado presidente interino, con el aval de los respetivos gobiernos.

Guaidó fue elegido presidente de la Asamblea Nacional en enero del 2019, cuando el legislativo contaba con mayoría opositora. Puesto que el parlamento no reconocía la victoria de Nicolás Maduro en las presidenciales del año anterior, así como buena parte de la comunidad internacional, Guaidó se autoproclamó mandatario “encargado” de Venezuela. Medio centenar de países entre ellos España, reconocieron su mandato, después de que la Casa Blanca de Trump lo hiciera.

Borges afirmó que la oposición ha cometido múltiples “errores” y ha caído en “contradicciones”, y calificó de “payasada” la operación Gedeón, un esperpéntico intento de invasión de Venezuela en el 2020 con dos embarcaciones para detener a Maduro y trasladarlo a EE.UU, dirigido por mercenarios estadounidenses en una versión muy desmejorada de la intervención en la Bahía de Cochinos cubana.

Esperpéntico intento de invasión marítima

Borges afirmó que la oposición ha cometido múltiples “errores” y ha caído en “contradicciones”, y calificó de “payasada” la operación Gedeón

El gesto de Borges deja tocado y casi hundido a Guaidó, cuya legitimidad como líder de todo el espacio antichavista era puesta en cuestión desde que en enero del 2021 fue prorrogado su mandato de presidente encargado por un año más, pese a que la Asamblea Nacional ya no estaba controlada por la oposición, sino por el chavismo. El régimen bolivariano había arrasado en las elecciones legislativas de diciembre del 2020 gracias al boicot de la oposición, que no se presentó. Además, la dimisión de Borges se produce a un mes de que el 5 de enero próximo venza la última prórroga del mandato de Guaidó.

Tampoco se puede desligar la decisión de Borges del hecho de que ostente el cargo de coordinador nacional de Primero Justicia, cuyo líder histórico es el excandidato presidencial Henrique Capriles, quien como Guaidó permanece en Venezuela y es el principal opositor interno al autoproclamado presidente.

De hecho, en las recientes elecciones municipales y regionales de noviembre, Capriles apostó claramente por la participación de la oposición, mientras que Guaidó jugó a la ambigüedad aunque se postularon miembros de su partido, Voluntad Popular. La desunión opositora contribuyó a la victoria del chavismo en unos comicios que contaron con observadores de la Unión Europea, cuya presencia sirvió, con muchas reservas, para avalar las elecciones.

Borges hizo un llamamiento a “reconstruir un espacio interno de fuerza, de organización, movilización y que no solo debe ser de los partidos sino también de la sociedad civil”. El objetivo final sería la confluencia de una gran coalición antichavista que pueda postular a un candidato único en las presidenciales del 2024, siempre que la presión internacional, encabezada por la UE y EE.UU., fuerce a Maduro a aceptar unas elecciones limpias. Ese es también el objetivo final de las negociaciones entre Gobierno y oposición que se desarrollan en México con el auspicio de Noruega, aunque por el momento el diálogo se encuentra suspendido.

Hasta última hora de este lunes, la única reacción de Guaidó fue retuitear un comunicado del Centro de Comunicación Nacional de su gobierno en la sombra donde anunciaba que las competencias de Borges “serán asumidas de manera temporal por la Oficina adjunta de la Comisión Presidencial para Relaciones Exteriores (vice-comisionados), que reportará directamente al Presidente (E) Juan Guaidó”.