El incidente ocurrió en un bar de la localidad de Bicske, a unos 50 kilómetros de Budapest, cuando seis cubanos, en medio de una borrachera, se dirigieron de manera aparentemente poco formal a la novia de un cliente húngaro. Una violenta discusión siguió, durante la cual los "refugiados" asaltaron a sus interlocutores a cuchillazos.
Tres húngaros fueron heridos en la sangrienta batalla e internados en un hospital local, declaró la portavoz de la policía del condado de Fejer, Agnes R. Szabo, después de los acontecimientos.
Señaló que los implicados se encontraban en un estado de "embriaguez extrema".
Precisó que se realiza una investigación para determinar las responsabilidades de los involucrados, ahora presentados como "inmigrantes cubanos". Ellos serán acusados ante los tribunales de haber provocado actos de violencia en un lugar público.
El estado de uno de los tres heridos ha sido descrito como "muy grave", indicó la agencia húngara de noticias MTI.
Veintiocho cubanos viven en un campo de refugiados de esa localidad desde el 9 de octubre cuando llegaron de Guantánamo donde el Gobierno de Estados Unidos los mantenía retenidos.
El grupo sigue en la instalación de alojamiento temporal a pesar de las promesas de la Iglesia Bautista húngara que aseguró a su llegada que tendrían acceso a apartamentos. Están en la obligación de presenciar diariamente cursos de idioma magiar.
Estados Unidos asume todos los gastos, que incluyen los de la ropa de invierno, de estas personas que valoró de indeseables al negarles la entrada a su territorio, hasta el 31 de octubre del 2008.
"PERSONAJES DE LA OPOSICION"
El 17 de agosto último, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría anunció repentinamente que garantizaba el asilo político a los cubanos entonces retenidos en la base naval ilegal de Guantánamo.
La agencia MTI, retomando la retórica anticubana provista por el Departamento de Estado, reportaba textualmente que "muchos de los detenidos eran personajes de la oposición cubana que serían perseguidos si son devueltos a Cuba". La falsa información fue retomada por la prensa internacional.
En Guantánamo los "refugiados" recalcitrantes protestaban ya por las condiciones de su detención y mantenían una huelga de hambre, alentada por la prensa mafiosa de Miami.
Los emigrantes que recibieron las visas húngaras son parte de un grupo de cubanos capturados en alta mar por la Guardia Costera de Estados Unidos. Después de su detención, las autoridades norteamericanas, en violación del acuerdo migratorio de 1994, se negaron a repatriarlos.
Sin embargo, el Gobierno de Washington, tan propenso a predicar el respeto a los derechos humanos, mantuvo a estas personas más de dos años detrás de las rejas de la instalación carcelaria, en la misma localidad donde se tortura a cientos de presos políticos encarcelados ilegalmente desde hace más de cinco años en condiciones infrahumanas.
Por otro lado, Washington viola constantemente los acuerdos migratorios en los que se comprometió a entregar 20 000 visados a cubanos por año.
Al deshacerse, en detrimento de Hungría, de delincuentes que se niega a admitir en su propio territorio, los funcionarios estadounidenses eligieron, una vez más, promover la emigración ilegal desde la Isla, alentada por la Ley de Ajuste Cubano que otorga a los emigrantes ilegales privilegios que se niegan diariamente a miles de ciudadanos de otras naciones.
