Entrevista a Manuel Alberto Ramy, jefe de la corresponsalía de Radio Progreso Alternativa en la Habana, Cuba

El siguiente material es una versión del transmitido el 7 de enero de 2008 en el programa "Ayer en Miami", del periodista cubano-americano Francisco Aruca.

Francisco Aruca: Queridos amigos, estamos en La Habana y antes de salir para el aeropuerto quise tener una conversación con el corresponsal de Radio Progreso Alternativa en La Habana, Manuel Ramy. Mi primera duda, Ramy, es que en Miami los medios de prensa y diferentes personas, entre ellos yo, hemos venido enfatizando que en Cuba va a haber cambios, pero que van a ser cambios en forma lenta y cuidadosa, aunque yo he dicho que los cambios van a llegar a ser importantes, y he añadido que es muy posible que empiecen por el campo económico. Sin embargo, también hay personas en Miami, que dicen que las reformas en Cuba están paralizadas. Danos tu opinión.


Manuel Alberto Ramy: Insisto en puntos de vista que he expresado a lo largo de este año: en primer lugar, las reformas son inevitables, porque las exigen la realidad y la población cubana. Están en juego la satisfacción de necesidades elementales de la ciudadanía, la continuidad del proceso revolucionario e, incluso, te diría que está en juego el destino de la nación cubana. En segundo lugar, se trata de un proceso doble; es decir, reformas capaces de crear un nuevo modelo de socialismo y el tránsito hacia una nueva generación de dirigentes. Este tránsito de generaciones en la dirección del país también es un hecho inevitable, pero además se viene realizando desde hace rato. La generación que hizo la insurrección y que ha dirigido el proceso está pasando el batón en la carrera. El tercer punto a señalar, es que este doble proceso de reformas y relevos viene desde dentro del sistema, y ese es uno de los factores del ritmo, de la velocidad de los cambios, porque se trata de reformar el socialismo y no de destruirlo y se genera a partir de actores, estructuras e instituciones establecidas que poseen sus hábitos, costumbres y hasta rostros.

Aruca: ¿Te refieres específicamente al gobierno y al Partido Comunista de Cuba? Si estos son factores que afectan el ritmo de los cambios, ¿qué otros factores hay?

Ramy: El patrocinador de este proceso es el poder establecido y ha sido Raúl Castro quien en su discurso del 26 de julio de 2007 anunció que había que hacer cambios estructurales, nada espectaculares, dijo, y un cambio en la mentalidad del hacer y del actuar. Los cambios estructurales se refieren básicamente a la economía, a hacerla eficiente, y para eso es imprescindible fomentar el consenso en las instancias de poder y dentro de una burocracia que, como la de cualquier país, vive del control.

Aruca: ¿Estás refiriéndote a posibles burocracias tanto dentro del gobierno como del Partido?

Ramy: Exactamente, aquí en todas las instancias hay una fuerte burocracia.

Aruca: ¿En ambas instituciones?

Ramy: En ambas. Hay cambios que significarían pérdida de control, y por lo tanto pérdida del poder burocrático. La burocracia vive del control, ese es su espacio de poder. Los otros factores de la velocidad en la instrumentación de medidas, vienen dados por la población y por el contexto geopolítico en el cual se está moviendo el país. Me refiero concretamente a la política hacia Cuba que tiene Estados Unidos desde hace 50 años.

Aruca: Quisiera que no mezcláramos todavía a Estados Unidos con la población. Tú dices que otro de los factores es la población. ¿Al hablar de la población te refieres a la petición de reformas que esa población considera necesarias?

Ramy: Exactamente: es el pueblo y la realidad. El pueblo está expresando la realidad, las necesidades que vienen aplazadas desde hace mucho tiempo y que no han sido resueltas. El mundo del pensamiento está trabajando y operando sobre esa realidad, o sea, en las entrevistas que he hecho a gente del mundo académico todos están insistiendo en lo mismo. Por lo tanto el gobierno y el Partido tienen que responder, máxime en el caso del Partido que está definido constitucionalmente como la vanguardia de la sociedad cubana y una vanguardia que se distancia de su base, queda aislada…

Aruca: Una vanguardia que no dé respuestas a necesidades que están siendo planteadas en forma muy clara por el pueblo.

Ramy: Exactamente. Por lo tanto, si te quedas aislado, hay un divorcio entre poder y sociedad y entonces en un momento determinado la sociedad rebasa al poder, tan sencillo como eso.

Aruca: Es decir, debido a eso, el pueblo es uno de los factores que determina y va a acabar determinando el ritmo del cambio. Ahora, ibas a hablar de la política norteamericana como otro factor.

Ramy: Sí. Pero antes quiero decir que el escenario de contradicciones, a mi juicio, es perfectamente salvable dentro de las instancias del poder y del Partido Comunista, y ese es uno de los factores que están en juego. El otro factor, repito, es la presión popular a partir de realidades innegables, que es precisamente una de las razones de las recientes convocatorias a las discusiones abiertas que se han celebrado y cuyo resultado ha sido más de un millón de propuestas, según dijo Raúl Castro. Es la presión de abajo hacia arriba la que da soporte a las necesidades del cambio y un factor limitante del poder de la burocracia. Porque cuando se habla de estructuras están refiriéndose a formas, grados, niveles de relación, y si hablas de estructura económica, como es el caso principal, estaríamos hablando, por ejemplo, de otros modos de propiedad perfectamente compatibles con el socialismo, o el papel que jugaría el mercado, si sería más central, más periférico, o en qué medida descentralizar sectores de la economía. También hay que considerar que se trata de calibrar la profundidad y dirección de los cambios, a fin de que no vayan más allá de lo sensato. Por estas razones es un proceso por etapas que en mi opinión está siendo medido gradualmente. Ahora, en cuanto a los Estados Unidos, ciertamente Washington está incidiendo en todo este proceso. Ha incidido en toda la historia de los 50 años de la revolución cubana, y el papel que juegan las presiones ha sido muy claro: primero, a nivel de población es un elemento de cohesión, de unidad que tiende a sobrepasar las dificultades cotidianas, porque existe la amenaza del imperialismo que está ahí enfrente a 90 millas, y que lo que quiere es destruir, tú puedes calibrar lo mucho o lo poco que haya ganado el pueblo, pero ese es uno de los factores, en este caso favorable a la cohesión.

Aruca: El pueblo cubano no quiere correr el riesgo de perder todo lo bueno que se pudo haber hecho.

Ramy: Hasta el momento no aprecio que esté en esa disposición. Pero por otra parte, el papel que está jugando la política exterior norteamericana hacia Cuba en este momento refuerza las posiciones de los inmovilistas dentro del sistema, que pueden argumentar que debido a las amenazas de EEUU no puede haber apertura. Sin embargo, esa es una cara de la moneda; la otra es que la presión de la administración también refuerza la necesidad del cambio, porque el país no puede vivir permanentemente pensando en una realidad…

Aruca: Concluyo que en tu opinión las necesidades a las que se enfrenta el pueblo, a que se le den mejores respuestas a una serie de problemas básicos, es probablemente el factor más importante. La política exterior norteamericana juega un factor importante. Sin embargo, hubo un tiempo en el que más gente hubiera dicho que se están escudando en política exterior para no hacer cambios internos, pero tú dices ahora que es por razones internas que van a venir los cambios, se modifique o no la política norteamericana. Si la política norteamericana se hiciera menos agresiva, los cambios se harían con más facilidad. Tú dices que en buena medida la necesidad del pueblo es el primer factor que va a explicar que los cambios comiencen a hacerse de una manera u otra.

Ramy: Me has entendido bien. La necesidad del pueblo es el factor primario y determinante. Si la política exterior norteamericana limita la profundidad y dirección de los cambios, esa es otra cuestión. Si existiera un contexto de buenas relaciones, el gobierno cubano probablemente pudiera dar pasos que desearía, pero que no debe dar en un contexto donde hay una amenaza permanente a la nación cubana, donde se entorpece el desarrollo normal de un proceso. El elemento determinante es la realidad y los factores nacionales. Estados Unidos no se va a mudar de donde vive ni la isla de Cuba se va a mudar geográficamente de donde vive.

Aruca: Mencionaste el discurso de Raúl del pasado 26 de julio, pero también Raúl hizo un discurso el pasado 28 de diciembre de 2007 en la Asamblea Nacional que todos hemos concluido que ha sido un discurso muy importante. Coméntanos un poco la importancia de ese discurso.

Ramy: Raúl Castro ha tenido cuatro intervenciones en poco más de un año. Una que no fue muy publicitada por los medios, porque fue una reunión con los jóvenes estudiantes en la Universidad de La Habana. Más bien fue una conversación muy simpática y muy agradable, según me cuentan estudiantes que estaban presentes. Contó anécdotas de su infancia, su juventud, y más o menos, con otras palabras, dijo que ya estaba llegando el momento del tránsito generacional. Después vino el discurso fundamental del 26 de julio, que es un discurso crítico y autocrítico y que fue el disparo de arrancada, en el que habló de cambios estructurales y cambios de mentalidad. Y como consecuencia de esto vinieron las asambleas a todos los niveles de la sociedad cubana, en las que han participado más de cinco millones de ciudadanos y se hicieron más de un millón de propuestas. Después, el 24 de diciembre en Santiago de Cuba. Como sabes, Fidel es candidato al parlamento por Santiago de Cuba, y Raúl estuvo recorriendo en su nombre los barrios, los municipios, los lugares… allí dijo que le dio a Fidel Castro su discurso del 26 de julio para que lo leyera con anterioridad y que Fidel no le había corregido ni una coma. ¿Qué quiere decir esa declaración? Que no hay discrepancias. O sea, que Fidel Castro está totalmente de acuerdo con lo planteado por Raúl Castro el 26 de julio. Pero además, ahora, el 28 de diciembre, Fidel mandó una carta a la Asamblea Nacional en la que dijo que Raúl le había llevado el discurso que iba a leer y que él lo había leído y que levantaba su mano para apoyarlo. ¿Qué quiere decir? Que hay un perfecto consenso entre las dos figuras fundamentales del país. Quizás hay analistas que ven a Raúl como una persona más pragmática, quizás más decidido a implementar más rápidamente algunas medidas y a Fidel más cauto, aunque estratégicamente esté de acuerdo. Pero lo primero que yo saco como conclusión es que hay un consenso entre las dos figuras del poder. Del discurso de Raúl yo señalaría varios aspectos. Primero, que los cambios deben ser consensuados (y obviamente se refiere a los cambios profundos, a los cambios estructurales) y que para esos cambios hay que tener una visión integral. Quiere decir que hay un proyecto de cambios integrales, porque hay aspectos que tú no los resuelves con una medida por aquí y otra por allá. Ese es el primer punto que yo señalaría.

Aruca: O sea, son aspectos que están interrelacionados.

Ramy: Exactamente. Pero, sin embargo, habló de medidas que sí pueden irse llevando adelante. Cuando él habla de que en otros momentos se han establecido una serie de leyes, de regulaciones que tuvieron por resultado final el surgimiento de una mayor cantidad de problemas que los que intentaba resolver, ¿a qué se refiere?

Aruca: Si mal no recuerdo lo puso en términos de prohibiciones: se han creado una enorme cantidad de prohibiciones que a su vez han creado ilegalidades.

Ramy: Una cosa está clara, aquí hay muchas prohibiciones y muchas cosas que no son toleradas aunque no son prohibiciones. Creo que hay una serie de prohibiciones, regulaciones, que han generado y han participado de toda esta economía subterránea que hay. No te puedo dar cifras, pero sé que en las asambleas populares, en las asambleas de barrios, en los CDR, en los centros de trabajo se han planteado medidas como: que la gente pueda vender su automóvil, pueda vender su casa. Se han propuesto una serie de medidas que de implementarse algunas comenzarían a darle otro aire y otro movimiento al escenario interno.

Aruca: ¿Tú incluirías prohibiciones como que en tal lugar no se puede entrar o en tal lugar no se puede consumir si eres cubano?

Ramy: Yo creo que sí, que esa es una de las cartas que se está analizando y en las que hace falta lograr consenso. No sólo consenso a nivel de Partido y de gobierno, sino en sectores poblacionales que no son mayoritarios, pero que no estarían de acuerdo con determinadas medidas. Lo que se está tratando de lograr es el mayor consenso posible en lo que se haga. Por ejemplo, hay un tema que ha salido también, que es el problema migratorio. No estoy rebajando en lo más mínimo el impacto de dos millones de cubanos viviendo fuera del país. No sabría decirte el número, pero muchas familias cubanas tienen a un pariente que está en el exterior. Hay un problema migratorio complejo, que va desde la tarjeta blanca para poder salir del país hasta los derechos de un emigrado. Pienso que eso también está en el tablero de las posibles cosas a discutir. Pero yo creo que por donde empieza a desenvolverse el cambio económico es en el sector de la agricultura. Es elemental. Cuba necesita resolver el problema alimentario. Si se ha logrado, como se ha dicho, la seguridad militar, hay que lograr la seguridad alimentaria, porque en términos militares también eso es parte de la retaguardia. Pero, además, ese es uno de los problemas que más golpea. El país está gastando $1,5 mil millones de dólares en alimentos --prácticamente entre el 70 y el 80 por ciento de lo que consume-- y sin embargo, los sectores de la agricultura que más resultados han dado son los productores privados, las cooperativas de crédito y servicio y las unidades básicas de producción. Esos representan entre el 60 y el 65 por ciento de lo que comemos los cubanos. ¿Qué quiere decir eso? Que el otro 30 por ciento proviene de granjas estatales --el estado, que tiene mayor número de tierras que estos productores privados. Por lo tanto creo que la política que se está llevando a cabo, y no se ha hecho muy público, es empezar a aumentar el reparto de tierras en usufructo a los campesinos privados.

Aruca: ¿Y tú dirías que tanto a propietarios individuales o familiares como a cooperativas?

Ramy: Se está haciendo en los dos campos. Te aclaro: las cooperativas de crédito y servicio son propietarias de sus tierras que unen libremente recursos, tierras, maquinaria, etc., y se reparten las utilidades. Hay cooperativas que ganan anualmente más un millón de pesos. El problema es que necesitan insumos, necesitan poder gastar el dinero, que no haya regulaciones del Ministerio de Agricultura que lo que hacen es frenar la productividad del individuo. Pero por otra parte, hay que abrir espacios a ciertos niveles de consumo, no me refiero a consumo productivo sino consumo de disfrute del campesino, porque el campesino llega a acumular ochocientos mil pesos y bueno, ¿qué hace con ese dinero? ¿Lo siembra debajo de una mata de mango y lo esconde porque no puede comprar un carro, no puede ir a un hotel? Creo que el punto de viraje en la economía cubana es a partir de la agricultura. Los propios dirigentes están planteando que hay que descentralizarla, que hay que llegar a un concepto de una visión de la agricultura en el municipio, que haya autonomía en el municipio para planificar y desarrollar la agricultura, y así lo publicó Juventud Rebelde. Yo creo que hay que producir más; y para producir más hay que ser más liberal en el tratamiento de la producción agrícola y del campesino en la forma en que sea, y hay que abrirle espacio para que lo que produzca el campesino tenga espacio también para gastarlo. Esa experiencia puede llevar a abrir espacios en el sector urbano, cooperativas de servicios, de lavanderías, de producción industrial, servicios que no hay o que solo existen en CUC (pesos convertibles). No se puede administrar una planta termonuclear y a la vez estar administrando una venta ambulante de helado.

Aruca: Me parece que has tocado puntos que en mi opinión son los más importantes. Has brindado una perspectiva con la cual estoy casi totalmente de acuerdo, aunque voy a reservar algunos comentarios para cuando pase este programa en Miami. ¿Quieres decir algo más?

Ramy: El proceso está caminando, pero caminando desde el punto de vista institucional, porque viene desde dentro del sistema. El sistema tiene que reformarse, aunque no puede reformarse al margen de las necesidades de la gente. Creo que en el 2008 vamos a ver algunas cosas. Quizás no sean las medidas más profundas e integrales, porque hay que lograr consenso a nivel de Partido, consenso a nivel de gobierno y también en sectores de la población, pero habrá cambios.

Manuel Alberto Ramy es jefe de la corresponsalía de Radio Progreso Alternativa en la Habana, Cuba, y editor de la versión en español del semanario bilingüe Progreso Weekly/Semanal.
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