Guillermo Nova - La República.- Dijeron que iban a desafiar cualquier norma de la legislación cubana y al menos lo intentaron cuando esta mañana bajo un sol abrasador las Damas de Blanco pretendieron desfilar por la quinta avenida de La Habana sin haber solicitado el permiso previo de manifestación. Al salir de la Iglesia de Santa Rita varios agentes de la Seguridad del Estado y de la Policía Nacional Revolucionaria amablemente les informaron que no podían marchar al no haber solicitado el correspondiente permiso, ellas respondieron que no lo iban a pedir nunca y que desfilarían, con lo que dejaban poco margen de maniobra.

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Poco pudieron caminar porque empezó la conga cuando ciudadanos cubanos que estaban siendo testigos de lo que sucedía empezaron a corear gritos como “Raúl aprieta a Cuba se respeta”, “mercenarias” o “estas se venden por un peso”, entre otras frases haciéndoles un corro.

En ningún momento fueron agredidas y se dio la curiosa situación que alguna de ellas por el calor que hacia tuvo que ser atendida por una ambulancia de los servicios médicos del propio Ministerio del Interior cubano.

Atentamente desde la acera de enfrente seguían todos los sucesos varios diplomáticos de la Sección de Intereses Norteamericano en La Habana, los cuales no quisieron hacer declaraciones a este periódico.

Un par de horas después todo finalizo cuando se marcharon en un autobús de línea regular, el P1, que cubre el trayecto entre el barrio de Miramar y el Vedado.