TeleSur.- El Gobierno de Cuba calificó como una provocación la reunión que sostuvieron el pasado jueves funcionarios de Estados Unidos con un grupo de mercenarios que dirigen actividades contra el orden constitucional cubano, financiados por la nación norteamericana.
En un comunicado emitido la noche del pasado jueves, la Cancillería cubana señala que “esta acción confirma una vez más que no hay cambios en la política de subversión e injerencia de los Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba".
La reunión de funcionarios estadounidenses con grupos contrarrevolucionarios en Cuba se produjo en el contexto de la visita que realizaron a la Isla la subsecretaria Adjunta del Departamento de Estado de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, acompañada por la subsecretaria asistente para Centroamérica, el Caribe y Cuba, Julissa Reynoso, el jefe de la Oficina de Asuntos Cubanos, Peter Brennan y el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar.Estos delegados de Estados Unidos viajaron a territorio cubano para participar en la cuarta ronda de conversaciones sobre asuntos migratorios junto a representantes del Gobierno de Cuba.
Sin embargo, estos funcionarios “se reunieron con un grupo de mercenarios, cuyas actividades contra el orden constitucional cubano son dirigidas y financiadas por el Gobierno de los Estados Unidos”, indica el documento del Ministerio de Exteriores de la nación antillana.
De acuerdo con el texto, las autoridades cubanas advirtieron a los representantes de Estados Unidos no utilizar la visita como excusa para entrevistarse en La Habana “con mercenarios pagados por Washington para desestabilizar al Gobierno”.
En ese sentido, Cuba consideró que esta reunión constituye “una violación flagrante de los principios y las normas internacionales que rigen las relaciones entre los Estados y una ofensa a nuestro pueblo”, que enfrenta un bloqueo económico y comercial por parte de Estados Unidos desde hace casi cinco décadas.
El Gobierno de Cuba expresó por medio del comunicado su disposición al diálogo respetuoso sobre cualquier tema con la administración de Washington, “siempre que este sea entre iguales, sin menoscabo a la independencia, soberanía y autodeterminación de nuestro país”.
Ratificó que no aceptará injerencia alguna por parte de Washington en asuntos internos de la Isla.
“Utilizaremos todos los mecanismos políticos y legales al alcance para enfrentar” cualquier intromisión en la política de Estado de Cuba, añade el texto de la Cancillería cubana.
