En esta conferencia, que tendrá lugar a las siete de la tarde en el Club de Prensa Canaria, ambos periodistas pretenden salir al paso de las informaciones difundidas por las grandes agencias de prensa europeas y norteamericanas, según las cuales con tales reformas el gobierno de Cuba pretende "iniciar un camino de regreso al capitalismo". Con el objetivo de informar verazmente sobre el contenido y sentido de esos cambios, Orlando Ruiz, jefe de la sección internacional del periódico "Trabajadores", portavoz de los sindicatos cubanos y Flor de Paz, jefa de redacción de Juventud Técnica, expondrán una visión detallada de las particularidades del proceso de transformaciones que hoy se sigue en la Isla, muy alejado de las versiones que los órganos de prensa adscritos a falsimedia están proporcionando.
Sin embargo, el Club de Prensa Canaria ha intentado distorsionar el contenido de esta conferencia destinada a aclarar conceptos y despejar las dudas que muchos ciudadanos pudieran tener sobre el tema, dando otro sentido a la misma, mediante la introducción en el anuncio de la charla publicado en La Provincia de la fotografía y el pie de foto que reproducimos en esta página.
Conviene recordar a nuestros lectores que en la actualidad el mencionado Club de Prensa está gestionado por Ángel Tristán Pimienta, un histriónico personaje, sistemático detractor de las causas progresistas y notorio integrante del lobby promarroquí en las Islas. La inserción de la foto y del pie que la acompaña sobre las llamadas “Damas de blanco” - un reducido número de mujeres cuya “disidencia” es financiada por los EE.UU. - no es ni inocente ni casual. Sabemos que Tristán Pimienta era conocedor del sentido del acto que presentarán los dos periodistas cubanos. Ángel Tristán recibió previamente a la confirmación del acto una amplia referencia biográfica de los dos periodistas, así como un guión sobre el contenido de la disertación que éstos van a dar el próximo viernes. ¿Cuál ha sido, pues, la finalidad de esta aviesa manipulación periodística? No es necesario ser muy perspicaz para deducir que el propósito del gerente del Club de Prensa Canaria ha sido ahuyentar la presencia en el acto de aquellos que desean conocer de primera mano en qué consisten realmente las reformas emprendidas en Cuba y atraer, al tiempo, la asistencia de los sectores más conservadores y contrarrevolucionarios.
Una vez más, este deleznable personaje vuelve a asumir el papel que tantas veces ha desempeñado en el periodismo isleño: el de un miserable provocador sin escrúpulos.