Washington aspira a que sectores de la población cubana se sumen a ese interés de subvertir la Revolución y acabar con su obra, especificó la presidenta del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) en declaraciones a Prensa Latina.
El gobierno estadounidense alega que su lucha es "porque entendamos más sobre derechos civiles y humanos, y cómo acceder a medios de comunicación alternativos, o redes sociales"; pero en realidad ese discurso está tergiversado y va dirigido a desarrollar planes desestabilizadores contra Cuba, subrayó.
Serrano explicó que históricamente así ha sucedido en etapas y administraciones norteamericanas anteriores, las cuales pretendieron hacer que la Revolución acabara desde adentro, con el propósito de fomentar la división interna.
Nosotros a la vez que intensificamos la batalla porque el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba concluya y se eliminen las injustas medidas coercitivas, mantenemos informados a los amigos acerca de las modalidades adoptadas por Washington, señaló.
Pero ninguno de esos planes tendrá éxito, opinó Serrano, porque ellos no acaban de entender que en Cuba estamos actualizando el socialismo para tener más equidad y justicia social.
En el ICAP, dijo, recibimos a muchos amigos estadounidenses, y percibimos que ese pueblo desconoce las decisiones hostiles e injerencistas que su gobierno despliega hacia la isla.
Pero todos los días se levanta una gran muralla en contra de tales intensiones y a la vez se hace un puente de amistad entre Cuba y Estados Unidos desde la honestidad, consideró.
Los que creemos en el respeto, concluyó, pensamos que pueden existir relaciones normales entre los pueblos sin enfrentamientos, pero necesitamos respeto mutuo y que Cuba no siga siendo ese país que Estados Unidos pretende victimizar.
El 1 de abril último, el senador demócrata John Kerry aseveró que se opondría al presupuesto de 20 millones de dólares que cada año la Casa Blanca solicita al Congreso para promover acciones desestabilizadoras contra Cuba.
Kerry, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, pidió una revisión completa de los programas que costaron a los contribuyentes estadounidenses más de 150 millones de dólares y que -en su opinión-, "solo sirvieron para provocar al gobierno cubano a arrestar a un contratista del gobierno estadounidense"
El legislador hacía referencia a Allan Gross, detenido en La Habana en 2009 luego de introducir ilegalmente en Cuba equipos de comunicaciones satelitales, utilizados en las actividades de subversión en la isla. / PL
