Dos senadores cubanoamericanos se opusieron al nombramiento del actual jefe de la misión diplomática de EE.UU. en La Habana como embajador en Nicaragua, por que su “trabajo” en Cuba no era lo suficientemente “agresivo” a favor de los llamados disidentes que la administración norteamericana contrata en la Isla.
Según un reporte difundido en el sitio digital Contrainjerencia.com, los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez, demócrata por Nueva Jersey, y Marco Rubio, republicano por la Florida, multiplicaron las críticas contra la reciente asignación de Jonathan Farrar a Nicaragua cuando él compareció frente a una subcomisión de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, que dirige el propio Menéndez.
Menéndez y Rubio son dos engendros de pura cepa de la mafia cubanoamericana, el primero como ex protector del hampa de un municipio vecino de Nueva York y el secungo como político corrupto de la Florida.
"Yo no creo que él hizo un buen trabajo en La Habana y no creo que él vaya a hacer un buen trabajo en Managua”, dijo Rubio citado por la prensa de Miami.
Farrar era “demasiado blando” con las autoridades cubanas. La embajada en Managua necesita alguien más fuerte “frente al gobierno de Daniel Ortega”, apuntaron los senadores.
Los disidentes, en su mayoría remunerados directamente por la administración de EE.UU. a través de múltiples programas de la USAID/CIA destinados a fomentar la subversión y la desestabilización, critican abiertamente al actual jefe de misión en la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana.
"Él ha sido el único que no se ha comunicado bien con nosotros”, ha declarado a la prensa miamense la “disidente” Martha Beatriz Roque, “estrella” de varias operaciones propagandísticas programadas por el Departamento de Estado.
Farrar es el autor de un cable hecho público por Wikileaks a fines del 2010, en el cual señalaba que los grupos disidentes “tienden a ser dominados por individuos egocéntricos que no trabajan bien juntos”, y precisando que había visto “poca evidencia de que la línea principal de organizaciones disidentes tengan mucha resonancia entre los cubanos comunes y corrientes”.
Indica la nota, que el grupo de congresistas afilados a la mafia cubanoamericana está compuesto de los representantes Ileana Ros Lehtinen, Mario Díaz Balart, Albio Sires y David Rivera y los senadores Robert (Bob) Menéndez y Marco Rubio, promotores todos en la Cámara de Representantes y en el Senado, de la agresión militar y económica contra Cuba y Venezuela y ataca con furia a los países latinoamericanos que se resisten al dominio norteamericano.