Miguel Fernández, periodista cubano residente en Miami - Cubainformación.- "Sorpresivamente, en la tarde de este jueves 18 de agosto, se regó como pólvora la noticia de que Conte Agüero, de 87 años y un influyente miembro del “exilio histórico e intransigente de Miami” el fiel vocero del satánico congresista Rivera, y adulador sin frenos del terrorista confeso Luis Posada Carriles, fue arrestado en la ciudad de Miami, por el despreciable delito de abuso sexual contra una niña de 10 años, que según el reporte policial publicado en el diario El Nuevo Herald, tocó sus senos y su vagina en más de diez oportunidades".


Miami es una ciudad tan pintoresca que en el próximo amanecer puedes despertar con las noticias más insólitas e inesperadas. Una ciudad donde la politiquería es tan barata, que se puede hacer vida pública y delinquir, sin prejuicios para la próxima contienda. Todo lo que se necesita es tener a Cuba en el candelero, incorporar los más bestiales ataques verbales contra la isla, y cualquier otra mancha en el record policial puede pasar a segundo plano.

Aunque seas un oficial electo, no importa que no digas una palabra a tus electores acerca de la crisis económica que sufre toda la nación americana, ni siquiera hables de tus planes futuros para enfrentar los conflictos de una ciudad que según las estadísticas, está entre las más pobres del país. Ninguno habla de la crisis inmobiliaria, de los bajos sueldos, de los indocumentados o los graves problemas con la atención médica ante la falta de seguros médicos. Lo que importa es hablar mal de Cuba, complacer los oídos de los viejos regidores intransigentes, prometer derrocar al gobierno cubano o restringir las libertades ciudadanas de los que no sigan el dictado anticastrista.

Hoy traigo dos personajes de esta fauna, que se elevan como paladines en su carrera para ver destruido y hambreado al pueblo de Cuba, unidos estrechamente en la rumbantela política de esta República Bananera –perdón, ciudad de Miami- en el sur de la Florida, que además se dan la mano en ese sórdido mundo delincuencial, que suponen quedará a un lado, ante la mirada pasiva de sus fieles seguidores anticastristas.

Luis Conte Agüero, expolitiquero del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), de la tan añorada “Cuba de ayer”, que se autoproclamó como la “Voz más alta de Oriente” y que en Miami ha sobrevivido de la “industria de la nostalgia” y que lleva 52 años prometiéndoles a sus ingenuos oyentes que “este diciembre si nos comemos el lechoncito en Cuba”, ha cerrado filas con el congresista federal republicano David Rivera, un descendiente de cubanos, nacido en New York, y que por años persiste en crear diabólicos proyectos de leyes que reduzcan por hambre y miedo a cubanos, tanto de la Isla como de Miami.

Sorpresivamente, en la tarde de este jueves 18 de agosto, se regó como pólvora la noticia de que Conte Agüero, de 87 años y un influyente miembro del “exilio histórico e intransigente de Miami” el fiel vocero del satánico congresista Rivera, y adulador sin frenos del terrorista confeso Luis Posada Carriles, fue arrestado en la ciudad de Miami, por el despreciable delito de abuso sexual contra una niña de 10 años, que según el reporte policial publicado en el diario El Nuevo Herald, tocó sus senos y su vagina en más de diez oportunidades. También contra este luchador anticomunista pesan cargos de acoso contra su expareja sentimental de 39 años – 48 años más joven que él- a quien incluso llegó a amenazar.

El congresista Rivera, entrañable amigo del aparente depredador sexual anticastrista, por su parte, se mantiene en el foco público después de conocerse que está sometido a investigaciones federales por recibir dinero –se habla de medio millón de dólares- de la empresa operadora de carreras de perros de Miami para que gestionara, cuando él era Representante estatal, una licencia que permitiera operar un Casino de juegos en el Flagler Dog Track situado en la calle 7 y la 37 avenida del North West de Miami, según publicó también El Nuevo Herald.

Según se ha conocido, la licencia fue conseguida y el Casino de Juegos opera allí con el nombre de “Magic City”, la misma empresa propietaria del terreno donde estuvo la valla anunciadora de la Alianza Martiana pidiendo la libertad de los cinco cubanos anti-terroristas presos, que tuvo que ser retirada de su sitio por presiones de la extrema derecha de Miami.

Este mismo representante al Congreso Federal de los Estados Unidos, David Rivera, y su alabardero radiofónico devenido bestia sexual, no se cansan de presentar diabólicos y descabellados proyectos de leyes, sean para privarle beneficios médicos a los ancianos, o la posibilidad de los reencuentros familiares entre los cubanos de uno y otro lado del estrecho de la Florida, como una forma de demostrar su odio visceral hacia 11 millones de cubanos que viven, entre penurias y escaseces, pero tratando de llevar adelante y soberanamente la reorganización de su Patria.

Por décadas, los más encumbrados dirigentes del exilio cubano en Miami, han acusado al gobierno de la Isla de la separación de la familia cubana, pero sin el menor sonrojo y con la peor desfachatez, son los mismos que ahora piden se corten radicalmente todos los cordones que desde hace años se han venido reconstruyendo entre la Isla y su diáspora.

El legislador derechista –y anticubano- David Rivera, acaba de proponer un proyecto de ley para retirarles el estatus migratorio a los cubanos que regresen a la isla antes de que se cumplan cinco años de su llegada a los Estados Unidos, según publicó El Nuevo Herald. Una forma más de manipular desde el odio y el terror a los emigrados cubanos en Estados Unidos como fichas de cambio, para conseguir sus prebendas políticas, y justo cuando en Cuba se anuncian cambios sustanciales referente a la política migratoria de la Isla y su relación con los emigrados.

Voces nada complacientes con el gobierno de La Habana se han manifestado contra está desenfrenada y enfermiza propuesta de ley. Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia en Miami, y un connotado enemigo de la Revolución Cubana, declaró que “el gobierno de Cuba se ha pasado la vida dividiendo a la familia cubana. Y nosotros nos encontramos ahora a una persona como Rivera, que por razones políticas hace lo mismo y divide al pueblo. Lo que está haciendo es castigar a los cubanos…”.

Ira Kurzban, abogado de inmigración norteamericano que ha representado a varias compañías de viajes a Cuba, añadió que Rivera “está tomando de rehén a la comunidad cubana en su deseo maníaco de evitar que las personas viajen a Cuba”.

Cosas veredes, querido Sancho…. diría el Ingenioso Hidalgo si anduviera cabalgando en esta cálida ciudad del Caribe, donde pululan odios y resentimientos a tropel. Cubanos contra cubanos. Hermanos contra hermanos.

Mientras, seguiré disfrutando la contienda. Aunque mañana desande por la 27 Avenida del  South West, desde la Calle 8 hasta Coral Way, y lea los carteles que dicen: Luis Conte Agüero Way, y se me revuelvan las bilis por ver que una calle de esta ciudad lleva el nombre de un depredador sexual, o siga escuchando a los hijos, descendientes y seguidores de los torturadores y asesinos de la tristemente dictadura de Fulgencio Batista, pidiendo más miseria y hambre para la tierra que alguna vez lo vio nacer.

David Rivera y Luis Conte Agüero

David Rivera, Luis Conte Agüero y Luis Posada Carriles

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