Néstor García Iturbe - La pupila insomne.- Algunas personas tienen facilidad para hacer el ridículo, otras caen fácilmente en las manos de los que lo obligan a que adopten posiciones ridículas. Pudiéramos entrar en un profundo análisis para determinar dentro de qué grupo debe incluirse al actual presidente de Estados Unidos, “Premio Nobel de la Paz”, Barack Husein Obama.


Para realizar dicho análisis sería necesario tomar aquellas decisiones en que se ha visto involucrado en la que su imagen como “estadista” se ha puesto en juego. En oportunidades se han realizado análisis del mismo corte con otras personas que han ocupado la presidencia de Estados Unidos, como con las frases famosas de Bush, o los escándalos sexuales en que se vio involucrado Clinton durante toda su carrera política.

En el caso de Obama, vamos a realizar un análisis de su más reciente decisión en relación con Cuba, mediante la cual, el 23 de febrero de este año, dio la orden de mantener la situación de emergencia nacional con respecto a Cuba, de acuerdo a lo establecido en la Ley de Emergencia Nacional (National Emergencies Act) de septiembre 14 de 1976.

La primera impresión de un ser pensante que conoce esto, es evaluar de inmediato la situación existente entre Cuba y Estados Unidos para buscar algo que pudiera provocar tamaña reacción por parte del presidente de la nación norteña.

La Ley de Emergencia Nacional establece ciertos poderes que pueden ser utilizados por el presidente en caso de que la nación sea amenazada por crisis, necesidad o circunstancias emergentes.

Dentro de los poderes que la ley delega al presidente están el de confiscar propiedades, organizar y controlar los medios de producción, confiscar activos de todo tipo, enviar fuerzas militares al extranjero, establecer la ley marcial, confiscar y controlar todos los medios de transporte y de comunicaciones, regular las operaciones de la empresa privada, restringir viajes y en una variedad de formas, controlar la vida de los ciudadanos de Estados Unidos.

Esta ley intenta regular los poderes presidenciales, que fueron ejecutados antes de 1976, contenidos en la Ley de Continuación de los Poderes de Emergencia (Emergency Powers Continuation Act) y otras leyes, tomadas como base legal para que el presidente ordenara la participación en la Segunda Guerra Mundial, la intromisión en la Guerra de Corea y todo el desarrollo de la Guerra de Viet Nam.

¿Qué habremos hecho para que Estados Unidos se sienta tan amenazado, que su actual presidente decide continuar la Emergencia Nacional en relación con Cuba?

Según el documento firmado por Barack Hussein Obama, “el 24 de febrero de 1996 (hace exactamente dieciséis años), la amenaza a Estados Unidos fue creada por la destrucción por parte de las autoridades cubanas, en el espacio aéreo internacional al norte de Cuba, de dos aviones civiles registrados en Estados Unidos.”

Antes de continuar el análisis es necesario consignar que estas avionetas habían violado el espacio aéreo cubano en repetidas oportunidades, lo cual es fácil probar por las propias películas mostradas por la organización a la cual pertenecían, donde se toman vistas aéreas de los edificios de La Habana a menos de quinientos pies de estos. Cuando fueron derribadas las avionetas, estaban dentro del espacio aéreo de Cuba. Las autoridades estadounidenses que habían recibido repetidas notificaciones de este asunto, hicieron caso omiso y permitieron que continuaran realizando sus actividades.

El documento del Premio Nobel de la Paz también plantea que “El gobierno de Cuba no ha demostrado que se abstendrá de hacer uso de fuerza excesiva contra barcos y aviones de Estados Unidos que pudieran involucrarse en actividades de recordación o de protesta pacífica al norte de Cuba.”

¿Qué cosa es fuerza excesiva? Este es un término bastante abstracto, como “cambio” y “esperanza”. Nosotros entendemos por fuerza excesiva la que se aplica a los manifestantes que ocupan pacíficamente distintos lugares en Estados Unidos, que son desalojados a palos, con gases lacrimógenos, pelotas de caucho, equipos paralizantes y otros. Cuba no ha utilizado esos medios contra los ocupantes de barcos y aviones estadounidenses.

Quizás Mr. President quiere aplicarnos el mismo subterfugio que le ayudó a ganar las elecciones, hablar y prometer cosas poco concretas. Y hablando de elecciones, la referencia a barcos y aviones de Estados Unidos que pudieran involucrarse en actividades de recordación o de protesta al Norte de Cuba, nos parece como una maniobra electorera para tratar de ganar el apoyo de la mafia-gestapo miamense y promover provocaciones contra nuestro país, para que los provocadores se sientan respaldados.

Primeramente, al parecer, el señor Obama desconoce que con bastante frecuencia barcos y aviones con matricula de Estados Unidos penetran en el espacio aéreo y marítimo de Cuba. Todos lo han hecho con propósitos pacíficos de pescar, turismo, trasladarse a otros países, pasear y en ningún caso han sido molestados por las autoridades cubanas, más bien auxiliados cuando esto ha sido necesario.

Su desconocimiento se pone de manifiesto en el propio escrito cuando plantea que “En adición a todo esto, la no autorización de entrada a las aguas territoriales cubanas de cualquier barco registrado en Estados Unidos, continúa siendo dañina a la política exterior de Estados Unidos”. En vez de llamarlo desconocimiento , pudiera llamarse mala intención, es precisamente la administración Obama la que limita la entrada en aguas territoriales cubanas a los barcos registrados en Estados Unidos, pues prohíbe a estos hacerlo y les exige sacar una licencia para poder visitar Cuba. Nuestro país no es el que provoca esta situación, por lo que el daño a la política exterior de Estados Unidos lo está causando la política que el gobierno de Obama sigue contra Cuba.

En el caso específico de las llamadas “flotillas”, hasta ahora han salido de la Florida, han fondeado en aguas cercanas a Cuba, han soltado sus globos, tirado sus bengalas y se han marchado sin que nadie les dedique ni una trompetilla. (Por si Obama desconoce la palabra: Trompetilla.- Forma de burlarse utilizada en Cuba y otros países latinoamericanos que se realiza emitiendo un ruido con la boca al poner la lengua entre las encías y hacerla vibrar lanzando aire por debajo de la misma. El sonido, parecido al emitido por un pedo, ha sido llamado trompetilla.)

Lo verdaderamente ridículo es que el actual presidente de Estados Unidos esté tomando la medida de dar continuidad a la Emergencia Nacional en relación con Cuba fundamentando esto en un hecho que ocurrió hace dieciséis años, que no se ha repetido y que no es precisamente Cuba el culpable de que sucediera. (Publicado en El Heraldo)

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