Arthur González - El Heraldo Cubano.- Amigos lectores han sido muchos los Twitter y SMS enviados por Yoani Sánchez Cordero al mundo, anunciando varias detenciones de “diplodisidentes” con una inmediatez y completamiento informativo que darían envidia al mejor reportero de guerra de la CNN.
Lo relevante es que todo esto lo hace sin salir de su apartamento en el piso 12 de un edificio multifamiliar en un reparto de la capital cubana. ¿Cómo puede Yoani obtener esa información tan plena e inmediata, si ella misma ha estado denunciando que el gobierno de la Habana ha “desatado una ola represiva en Cuba”?
En varios de sus Twitter del 27 de marzo anunciaba patéticamente:
Única telefónica del país #Cubacel se suma a la operación policial y represiva ya bautizada como Voto de silencio #PapaCuba; Mientras no me corten el móvil estaré twitteando con la etiqueta #PapaCuba sobre la visita de Benedicto XVI a la Isla. Un besazo! Yoani Sánchez. No me llegan sms desde el extranjero y tampoco llamadas. Quien quiera comunicarse conmigo mejor usar señales de humo.
Como se demuestra, ella supuestamente estaba bajo una represión comunicativa, pero si esto era así, ¿por qué podía estar tan informada de lo que la Seguridad cubana estaba haciendo sobre la “diplodisidencia”?
¿Tendrá Yoani interceptadas las comunicaciones oficiales del gobierno o es que los propios oficiales de la Seguridad del Estado se la ofrecen para que siga brillando como reportera multi premiada? ¿Si hay tanta represión contra las Damas de Blanco, y otros opositores, cómo es posible que ella esté transmitiendo informaciones contra el gobierno, se entreviste públicamente con periodistas extranjeros, diplomáticos y turistas y esté tan fresca e intocable?
Con lo que la Seguridad le ha enseñado al pueblo cubano durante todos estos años, desde el súper espía denunciado por el propio Fidel Castro en la Plaza de la Revolución en octubre de 1976, llamado Nicolás Sirgado, condecorado incluso por Henry Kissinger, hasta Carlos Serpa, desclasificado el pasado año 2011 después de ser considerado uno de los más eficientes periodistas independientes con que contaba Radio Martí y la Sección de Intereses de los Estados Unidos en la Habana, no me extrañaría que en el próximo verano nos enteremos de quién es realmente esta mujer, que hace y deshace, denuncia la represión sobre otros y sin embargo ella cada vez con más premios en metálico, casi 100 mil dólares, paseándose impunemente por las calles de la Habana, mostrando su larga cabellera cual diosa inmortal.
