En el plató de TV por Internet de Cubainformación, instalado en el VII Coloquio Internacional por la libertad de Los Cinco y contra el terrorismo, en la ciudad cubana de Holguín, charlamos con Raúl Capote, conocido como el agente Daniel de la Seguridad del Estado cubano, quien trabajó durante varios años infiltrado en la CIA. Ésta, supuestamente, lo había captado en Cuba por su condición de intelectual ligado al ámbito universitario.

Texto publicado en el nº 21 de Cubainformación papel - Primavera 2012

Ver la entrevista íntegra en vídeo


- Cuéntanos cuál fue tu misión en este tiempo, y alguna vivencia que creas especialmente relevante.

- Ellos necesitaban una persona vinculada a la universidades, al trabajo con los jóvenes. Yo había sido dirigente de la Asociación Hermanos Saíz, que es una organización de jóvenes creadores, y además soy escritor. Por haberme movido en ese escenario y por ser profesor de la universidad podía desempeñar un trabajo que ellos iban a dirigir hacia los jóvenes universitarios cubanos; para eso comenzaron a prepararme.

Me dan la misión de tratar de escalar posiciones dentro de la universidad, para llegar a ocupar una responsabilidad en el Área de Atención Universitaria, un área que llega prácticamente a todo en la universidad y que tiene influencia en la comunidad.

Otra línea, como buen agente de la CIA, era enviar información, de manera permanente, a los Estados Unidos; me dotaron de todos los equipos necesarios para ese trabajo. En el año 2007 me facilitaron un Hughes Bgan (un teléfono satelital) para enviar información sobre estados de opinión, en temas muy específicos: la opinión que el pueblo cubano tenía sobre la posibilidad de restablecer relaciones con EEUU, la visita del Caucus Negro cuando estuvo en Cuba... Información sobre la densidad de antenas de conexión satelital para televisión que existían en La Habana en ese momento, quiénes fabricaban esas antenas, cómo lo hacían, quiénes tenían la posibilidad de codificar las tarjetas para esa conexión y cómo hacer entrar al país medios y accesorios para construir esas antenas de manera ilegal. También si había personas capaces de lograr modular la tecnología de esa conexión de televisión hacia la conexión a Internet, lo cual resultaba extremadamente cínico, porque ellos, EEUU, son quienes han impedido al pueblo cubano, durante muchos años, el acceso normal a Internet. Sin embargo, estaban buscando, de manera ilegal, facilitar los medios para que algunas personas crearan redes para conectarse a Internet. Por supuesto, personas que estuvieran bajo el control de los EEUU con la intención de movilizar a otras personas hacia determinadas acciones en contra de la Revolución.

- Parece una hipocresía mayúscula, porque EEUU cercena el derecho a la conexión a Internet al no dejar a Cuba conectarse a la fibra óptica…

- En efecto. Para Cuba sería muy positivo poder tener acceso a la fibra óptica que pasa prácticamente frente a nuestras costas; sin embargo, el bloqueo ha impedido durante muchísimos años tener acceso a esa fibra óptica.

Si alguna compañía norteamericana intenta hacer negocios con Cuba para ampliar el ancho de banda y mejorar las conexiones, tiene que pedir un permiso al Departamento del Tesoro de los EEUU, que por las leyes del bloqueo le responde que no, frenando además esa posibilidad de negocio en Cuba de las propias compañías norteamericanas que dominan ese área de la tecnología.

- ¿Estamos hablando entonces de que ellos persiguen que exista solo una minoría privilegiada con acceso a Internet?

- Exactamente, que esté bajo su control, y además que, a través de la creación de pequeños negocios ilegales, mucha gente tenga acceso mediante redes WiFi, sobre todo, para transmitir las noticias que a ellos les interesa que lleguen a la gente. Esa es la esencia del plan contra Cuba.

- Cuéntanos algún incidente o anécdota que quieras resaltar de estos años que, imagino, habrán sido intensos en tu actividad como “agente” de la CIA.

- Me gusta recordar una acción que creo esclarece bastante bien por qué un maestro de la universidad decide asumir una tarea de este tipo, por qué un cubano simple de a pie se convierte en un agente de la Seguridad del Estado cubano. Las razones para mí quedaron más claras trabajando ya para los norteamericanos. Me citaron a la Sección de Intereses de EEUU (SINA) días antes de haber ocurrido la proclama anunciando la enfermedad de nuestro Comandante en Jefe -año 2006, exactamente el 13 de agosto-, el propio cumpleaños de Fidel. Me citan en la SINA, y me dicen que están preparando una provocación en Centro Habana: un contrarrevolucionario está dispuesto a inmolarse por la democracia. Cuando me lo dijo incluso me reí, “yo no creo que haya ningún loco que un 13 de agosto vaya a salir a la calle a lanzar proclamas ni hacer nada porque la situación está bastante tensa y el pueblo indiscutiblemente le va a ir arriba”. Me dice: “bueno, eso es exactamente lo que nosotros queremos que ocurra”.

Esa persona que me cita en la SINA se llama Drew Blakeneyes, un oficial de la CIA que actuaba aquí con fachada de Jefe de Oficina de Prensa y Cultura. Le digo: ¿cual es mi tarea? Me contesta: “tu tarea, en tu condición de profesor y escritor, va a ser hacer un llamado al Gobierno de los EEUU solicitando la ocupación militar del país”. Le pido que me explique, pues me está dando una tremenda responsabilidad. Me dice que yo represento a Cuba, no soy un contrarrevolucionario, la gente no me conoce, y no tengo nada que ver con la contrarrevolución. Le pregunté: ¿y los “disidentes”, los dirigentes de partidos políticos esos que ustedes tienen aquí? Me contestó que a ellos esa gente no les interesa, esa gente no está en los planes.

Entonces le pregunté por los grupos de Miami. Me contestó que el Gobierno había tomado una serie de medidas para impedir la salida hacia Cuba de embarcaciones con exiliados. Bueno, si no son los cubanos de Miami, no son los cubanos de aquí, ¿quién entonces va a gobernar a Cuba? Y me dice que mi papel es que haga parecer como que el pueblo cubano está solicitando su ocupación militar. Todavía hay personas por ahí que piensan que las intenciones son facilitar una “transición a la democracia” a Cuba, pero por lo que me explicaron, y lo supe en esos años de trabajo con ellos, no se trata de eso. El modelo con Cuba no es el modelo de Europa del Este. No están hablando de que un grupo de derechas mañana ocupe el poder y se produzca una transición, sino que están hablando de ocupar el país militarmente durante tres años. Están hablando de crear una comisión en Washington con tres tareas fundamentales: redactar nuestra constitución, ¡el gobierno de EEUU redactaría la nueva constitución de Cuba!; hacer los ajustes necesarios en la economía cubana; y un tercer punto, juzgar según las leyes de los EEUU a los principales líderes de la Revolución y a personas que ellos consideren o que cataloguen como enemigos de los EEUU.

Yo pregunté: “¿después de estos tres años que va a ocurrir?” “La ocupación va seguir dos años más” –me dijo–. Estaba hablando ya, por tanto, de cinco años de ocupación militar. “Entonces vamos a nombrar a un gobierno provisional que comience a dar los primeros pasos” –continuó-. Pregunté por el bloqueo: “si ese gobierno provisional da señales que vayan en el camino correcto, entonces empezaremos a eliminar algunas leyes del bloqueo contra Cuba”. Ni siquiera ocupando militarmente el país, tienen pensado eliminar esas leyes.

Por suerte, el contrarrevolucionario que tenía que hacer la provocación en Centro Habana nunca se atrevió a hacerla, por lo que el plan fracasó. Esas son las verdaderas tareas que ellos les dan a sus agentes a cumplir aquí en Cuba. En esencia esa es la línea fundamental en que me movía, para mí ese momento era de tremenda responsabilidad. Después pude ver, cuando ocurre lo de Libia, antes de los bombardeos de la OTAN, a un académico, un profesor que nunca más ha vuelto a aparecer en los medios, hablando ante toda la prensa internacional. Solicitó en nombre del pueblo libio la ocupación por la OTAN del país. Lo mismo que yo tenía que decir en ese discurso que me prepararon para el día 13 de agosto, “para evitar daños humanitarios, para evitar el caos, para evitar que Cuba se sumerja en un baño de sangre…”. La misma teoría de matar civiles para proteger civiles, eso era exactamente lo que ellos querían hacer en ese momento.

- Realmente algo escalofriante. Raúl, tu ahora estas inmerso en una tarea muy importante, la tarea de la información, eres bloguero. Háblanos sobre tu blog, cómo se llama, qué temas estas tratando…

- Yo creé un blog con la intención de tocar temas actuales relacionados con Cuba, también para explicar estas cosas a la gente y que sepan qué está ocurriendo, cuáles son los planes reales que los norteamericanos tienen contra Cuba. Mi blog se llama “El adversario cubano” y su función es esclarecer cosas… tengo un público en EEUU que sigue el blog, al que le explico a dónde va a parar el dinero que ellos, como contribuyentes, entregan a su gobierno, quiénes reciben ese dinero y lo que hacen con él en Cuba. Además, hay que decir que mucho de ese dinero ni siquiera llega a Cuba. Tuve la posibilidad de conocer a algunos que desviaban esos fondos para comprarse cosas personales. Ese dinero no solamente es utilizado con malos fines, sino que es utilizado además con fines ilegales y me parece una burla al pueblo de los EEUU.

Esa es una de las intenciones de mi blog, explicar cosas. Explicar a la juventud cubana, a la gente que lea el blog, los planes que tenían en la educación superior en Cuba, lo que pensaban hacer con los estudiantes. De qué manera querían actuar en las universidades. Cómo utilizan ONGs que aparentemente son muy amigas de Cuba o aparentan ser personas con intenciones de ayudar al país y sin embargo sirven de fachada a esos proyectos de la CIA, entre ellas una muy conocida, la USAID, que es el programa principal del Gobierno de EEUU, el Instituto Republicano Internacional, la Asociación Panamericana para el Desarrollo y así una larga lista de organizaciones cuya intención para nada es ayudar al pueblo cubano.

-Tú ya has colaborado con Cubainformación, hicimos un video a partir de un texto tuyo muy bonito, que narra una anécdota que te ocurrió en la provincia de Sancti Spiritus con una niña, y en compañía además de tu jefe de la CIA en aquel momento…

- Yo venía acompañado de René Greenwald, que era mi jefe y trabajaba conmigo hacía varios años, llevábamos días moviéndonos por la zona central del país. Era un veterano en la lucha contra Cuba, como él decía; había asesorado a varios gobiernos en Suramérica en los años 60 y 70 y tenía un leguaje bastante agresivo contra mi país.

En medio de esa vorágine de acciones que nosotros planeábamos y hacíamos, un día, saliendo del pueblo de El Condado, nos encontramos una niña que iba hacia Trinidad. Le dije a él que me parecía correcto que la ayudáramos a llegar, porque era muy tarde. Él, a quien le gustaba además intercambiar con cubanos y escuchar opiniones sobre diferentes temas, invitó a la niña a subir al auto. Nada más que la muchacha se sentó, se volvió hacia ella y le dijo: “verdad que Fidel es un tipo…” y empieza a hablarle mal de Fidel. Ella le interrumpe: “mire, yo no le admito que diga eso, yo soy una campesina cubana, soy nieta de campesinos, Fidel es el padre de todos los cubanos, en este lugar dónde estamos ahora recorriendo, mis abuelos fueron alfabetizados por la Revolución, eran analfabetos. En esta zona, en varios kilómetros no había un hospital, aquí la Revolución ha construido hospitales, ha construido policlínicos. Mis abuelos, para poder estudiar, tenían que ir a la capital y tener dinero para matricularse, yo no necesité nunca pagar un centavo por mis estudios, incluso la carretera por dónde vamos ahora fue construida por la Revolución, porque ni carretera había en este lugar. Yo quiero estudiar medicina –le explica con una facilidad de palabra extraordinaria– yo quiero ser médico, ¿usted se imagina que la nieta de un campesino analfabeto pueda aspirar a estudiar medicina siendo mis padres campesinos?”.

- Algo que ahora, por ejemplo, en cualquier país de Centroamérica, del Caribe, es impensable…

- “Además, ni siquiera tengo que ir ya a la capital de mi provincia para estudiar, porque aquí se ha creado una facultad bastante cerca de donde estoy y se ha construido un policlínico”. Y empezó a explicarle todas las cosas que ese policlínico hacía, todos los departamentos que tenía. “Yo voy a estudiar allí, me voy a hacer médico para quedarme trabajando aquí en mi comunidad…” Era impresionante, y para mí era importantísimo escuchar aquello, una inyección de optimismo… Éstas son las personas por las que luchamos, son la gente que defendemos.

Pero, para acabar de rematarlo, cuando llegamos a Trinidad, él –que indudablemente estaba impresionado por lo que la niña estaba diciendo–, cuando nos bajamos, abre su billetera, saca un billete de 100 $ y le dice: “para que te compres un regalo”. Aquella niña da un paso atrás, nos mira con una indignación tremenda, y le dice: “mira, mis padres me dicen que uno no acepta dinero de extraños, pero, además de eso, uno no acepta dinero que no sea fruto de su trabajo”. Nos dio la espalda, entró a la casa y nos dejó. La medida del impacto que tuvo René Greenwald la expresa el hecho de que él, en su comunicación conmigo, en sus comunicaciones de carácter secreto, en las que utilizaba seudónimos como “El Gran Amigo” -lo ponía en abreviatura EGA-, a partir de ese momento comenzó a utilizar como seudónimo el nombre de la niña, Lesbia, que es el nombre de aquella muchachita de El Condado, que en ese momento tendría alrededor de 14 o 15 años.

- Y ahora te gustaría conocerla, debe tener 20 años…

- Me gustaría saber si pudo cumplir sus sueños…

Entrevista: José MANZANEDA
Transcripción y redacción: Antonia GALIOT

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