Bartolomé Sancho Morey - Cubainformación.- Recientemente, el ministro de relaciones exteriores y cooperación español García Margallo, ha asegurado “chantajeado” que no visitara Cuba, si el régimen castrista no le permite reunirse con la disidencia y con grupos como las Damas de Blanco. “La oposición”.
Si por diplomacia (arte de limar asperezas) entendemos, sentido común y comprensión o sea la aplicación de la inteligencia y el tacto (respeto mutuo), aplicados a las relaciones internacionales oficiales entre gobiernos independientes. La misma radica en la importancia de la practica diplomática en la versatibilidad de las funciones desempeñadas por la figura de los embajadores residentes en este caso Cuba, cuyas funciones giran en torno a la generación de información fidedigna, la minimización de las fricciones y el fomento de las relaciones amistosas entre los estados soberanos.
El Sr. Margallo, haciendo tamañas irresponsables y falsas afirmaciones actuando a través de una información en mayor o menor grado errónea-tendenciosa-manipulada y no contrastada por parte de sus diplomáticos acreditados en La Habana o peor aun a sabiendas “lo más probable” que está mintiendo y tergiversando descaradamente la realidad de la isla. Poder justificar su descarada injerencia en los asuntos internos de Cuba. Está claro, el ministro en cuestión no respeta sino todo lo contrario ninguno de los compromisos y principios “reglas de juego” antes mencionados.
Estos famosos-as luchadores-as disidentes-as, “probetas de laboratorio por la democracia y defensa de los derechos humanos”, que tanto preocupan al Sr. Margallo, es de dominio público, son activos mercenarios, que están, financiados, organizados y dirigidos a través de funcionarios “agentes de la CIA” (dicho sea de paso idolatrados-aliados y “jefes” de su gobierno) de la Oficina de Intereses de EE.UU en La Habana.
Son conocidos por obra y gracia de la gran mayoría de los grandes medios “sus padrinos”, controlados por el gran especulativo y corrupto “planetario” capital. etc. etc. con el silencio cómplice de buena parte de sus corresponsales permanentes acreditados en Cuba. “asalariados privilegiados”, los cuales se prestan por diferentes motivos a tamaña y vergonzosa tergiversación de la realidad cubana, De todo ello y con lujo de detalles hay pruebas irrefutables. ¡Cuanta mediocridad y cobardía!.
Se imaginan, haciendo un poquito de ciencia ficción política como actuaria el gobierno español del Sr. Rajoy, si por ejemplo el ministro de relaciones exteriores de Cuba, declarara exigiera (chantajeara) de la misma forma que lo hace su homologo español, que no visitará España, si no puede “a su libre albedrio” reunirse-entrevistarse con “disidentes”, mercenarios convictos y confesos practicantes del terrorismo o cómplices del mismo financiados, organizados, asesorados etc. etc. por agentes al servicio de una gran potencia extranjera. Cuyo único y principal fin “al margen de ideologías” como es en el caso de Cuba, fuera la de derrotar empleando los medios (violentos e ilegales) al que se hace referencia, en este caso el gobierno español. O que el gobierno de Venezuela, enviara algún general para entrevistarse, “clandestinamente” con IU, ERC, AMAIUR, etc. la oposición española, como lo ha hecho recientemente el gobierno español, enviando al general Vicente Díaz de Villegas especialista en evacuación de residentes en países en “crisis” para entrevistarse “no se sabe con qué fines” con asesores del candidato opositor de extrema derecha Henrique Capriles. Sin olvidar el caso de Argentina y un largo etc. etc. Etc. etc.
No hace falta tener mucha imaginación para saber, en cualquiera de los ejemplos antes citados cual sería la reacción del Gobierno español, la comunidad europea y sobre la de su brazo armado la OTAN.
Si el gobierno español tiene un mínimo de interés, voluntad política de desarrollar o mantener relaciones diplomáticas en todas sus vertientes normales y de respeto mutuo con Cuba, Argentina, Venezuela, Bolivia, Etc. etc., lo primero que tiene que hacer es de una vez por todas, dejar descaradamente de intervenir en los asuntos internos de estos y otros países De América Latina.
Analicen y saquen sus propias conclusiones.
