La reunión de los movimientos sociales de la región, realizada de forma paralela a la 42 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), mostró su respaldo incondicional a la demanda boliviana de una salida al mar, la cual perdió en la llamada Guerra del Pacífico, a finales del siglo XIX.
Chile, ganador del conflicto, en el que, además, estuvo involucrado Perú, se anexó 120 mil kilómetros del territorio boliviano y más de 400 kilómetros de costa.
Durante las sesiones de la Cumbre, los delegados respaldaron la posición boliviana, entre ellos representantes de los estudiantes chilenos, de la etnia mapuche y de los movimientos de solidaridad con Bolivia.
La resolución fue aprobada en la mesa que abordó el tema de la Integración de los Pueblos, en la cual también se aprobó otra moción contra el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba que dura más de medio siglo.
Ambas resoluciones, así como el resto de las aprobadas, se entregaron al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.
Una de las representantes de la referida mesa de debates, Erika Duarte, dijo a Prensa Latina que "exigimos el reconocimiento de nuestro derecho histórico de la soberanía de Bolivia al océano Pacífico y agradecemos el apoyo internacional a esta demanda históricamente irrenunciable".
Al mismo tiempo, ratificó que las organizaciones sociales resolvieron expresar su solidaridad con el Gobierno de Cuba y exigir el fin del bloqueo económico impuesto por Estados Unidos.
La Cumbre Social demandó también la liberación de cinco antiterroristas cubanos prisioneros en Estados Unidos, además de la devolución a la isla antillana del territorio que ocupa la base naval de Guantánamo.
Antonio Guerrero, Fernando González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández y René González fueron arrestados el 12 de septiembre de 1998 en la ciudad estadounidense de Miami. Un proceso irregular celebrado allí los condenó en 2001 a penas que van desde la doble cadena perpetua hasta 15 años.
Numerosas personalidades y organizaciones mundiales han defendido a los Cinco, como se les conoce internacionalmente, que solo vigilaban actividades extremistas de grupos violentos de origen cubano en Florida, para alertar a su país de acciones terroristas.
Durante la Cumbre, a la cual asistieron unos dos mil delegados de varios países de la región, varias veces saltó a la palestra el nombre de Cuba, entre ellas en las voces de los presidentes de Bolivia y Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente.
Morales y Correa reclamaron la libertad de los Cinco, abogaron por el cese del bloqueo y citaron en varias ocasiones al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, al referirse a las funciones de la OEA y su papel al servicio de Estados Unidos.
