El 22 de julio de este año en un lamentable accidente de tráfico en la provincia de Granma de Cuba, fallecieron dos personas. Esto hubiera sido una noticia normal de la prensa, pero uno de los fallecidos fue Osvaldo José Payá Martínez, dirigente de un micro grupo autodenominado Movimiento Cristiano de Liberación, lo cual fue aprovechado inmediatamente por el aparato que dirige la subversión contra Cuba para poner en marcha una campaña internacional acusando al gobierno cubano de cometer un asesinato político.
En primera plana de numerosos diarios aparecieron notas que abierta o disimuladamente lo insinuaban. Cálculos moderados estima en más de 900 informaciones de prensa y 120 mil mensajes en las redes informáticas. Lamentablemente los familiares del Payá se sumaron a esta campaña, hasta el momento los familiares del otro fallecido no han hecho ningún tipo de declaración.
La mentira tiene patas cortas, dice un refrán popular y pronto aparecieron los hechos reales y las razones por las cuales los pasajeros del auto se encontraban transitando en esos lares. El auto salió de La Habana sobre las 6 de la mañana en dirección a Santiago de Cuba y el accidente ocurrió después de haber recorrido unos 800 kilómetros a las 13:50 horas, lo cual, teniendo en cuenta las tres paradas intermedias y la declaración de los testigos, arroja un promedio de velocidad de 120 kilómetros por hora o más.
Las características del chofer, el ciudadano español Ángel Carromero, vice secretario general de Nuevas generaciones, el ala juvenil del Partido Popular de España, esa herencia del franquismo que hoy gobierna el Estado Español, además asesor técnico de la Comunidad de Madrid, el cual, de acuerdo con publicaciones oficiales españolas tiene en su haber, en los últimos dos años, 45 multas por infracciones de tránsito y al menos dos de ellas por exceso de velocidad, al que recien le fue retirado el permiso de conducir por parte de las autoridades españolas.
Ha partir de este ejemplo, queremos llamar la atención sobre un fenomeno, el de la huella de la noticia, después de las miles de informaciones con la mentira, de las declaraciones de políticos y personalidades del stablisment avalando la mentira, cuando aparece la verdad, los grandes órganos de prensa comienzan a dar breves notas sobre la situación del chofer implicado en el accidente, sin hacer referencia a la mentira anterior aparecida en sus páginas. Campañas como esta tienen un objetivo, fijar en el subconsciente del lector una imagen reflejo de Cuba que es alimentada sistemáticamente con informaciones negativas sobre el país.
La estrategia que se sigue a través del monopolio financiero mediático es el de un accionar construccionista en función de eso, de ahí que aparezcan sobredimensionas las actividades de los microgruposcontracubanos que operan en el país, noticias sobre supuestas represalias, eleven a la categoría de grandes personajes a los integrantes de estos microgrupos, sus declaraciones sea reproducidas por los grandes órganos de prensa, sus esmirriadas manifestaciones como si fueran grandes acontecimientos, además de utilizar determinados códigos en el lenguaje de las informaciones sobre que tienden a fijar la imagen reflejo.
A riesgo de ser reiterativo se puede , a modo de ejemplo, hacer una pregunta:
¿Carl Gershman, presidente de la Fundación Nacional para la Democracia (NED por sus siglas en inglés) rectificará el artículo que publicó en el Washington Post sumándose a la campaña?
La respuesta es obvia, no lo ha hecho y el lector de ese diario quedará con la versión de este personaje, la cual será alimentada con otras informaciones negativas sobre Cuba.
Por el conjunto de razones que hemos expuestos, hemos resumido esta política con el refrán: Calumnia que algo queda.
En el caso del accidente que hemos tomado como referencia hay otro hecho que tiende a ocultarse en los grandes medios y es el referido al objetivo del viaje de los personajes que acompañaban a Payá en el momento del accidente.
En primer lugar, ¿Quiénes son estos personajes?
Ángel Carromero, como señalamos, es Vicesecretario General de Nuevas generaciones, el sector juvenil del partido Popular de España, esa herencia del franquismo que hoy gobierna con graves afectaciones para la población en ese país. Además es asesor técnico de la Comunidad de Madrid, que preside en estos momentos Esperanza Aguirre, esperamos que esa asesoría no sea en cuestiones de tránsito. El sueco Jens Aron Modig es el presidente de la Liga Juvenildel Partido Demócrata Cristiano de Suecia, emulo del “Tea Party” de los Estados Unidos.
El objetivo de su viaje fue entregar dinero en efectivo a Payá para financiar sus actividades y asesorarlo en la creación de un micro ente juvenil asociado a las actividades que este desarrollaba, de acuerdo con las declaraciones públicas que ha hecho Modig.Cumplida esta primera parte de su misión, se dirigían a Santiago de Cuba con el mismo objetivo.La viuda de Payá niega que recibieran dinero, - siempre niegan que reciben dinero del exterior, aunque hay múltiples pruebas de que si lo reciben -, la hija dice que las conversaciones que sostuvo con Carromero y Modig fue la conversación natural entre tres jóvenes, pero como ella habla muy bien el inglés, no nos sorprendamos si en los próximos tiempos Rosa María Payá Acevedo se destapa como líder juvenil del microgrupo.
A la mente nos viene un hecho de la historia, el presidente Kennedy, calificaba como patriotas cubanos a los integrantes de la Brigada 2506, que los EE.UU. organizó, entrenó, armó y traslado a suelo cubano escoltada por navíos de guerra de esa nación en 1961 y que fue derrotada en Playa Girón, con razón los cubanos los calificaron de mercenarios. Hoy aquellos que son financiados por Washington, directamente o a través de terceros, que reciben orientaciones de las agencias de EE.UU. o directamente de sus representaciones diplomáticas y que de forma regular respaldan las posiciones de ese país sobre Cuba, son calificados de luchadores por la libertad, los derechos humanos, etc. etc., personajes en los que han invertido 75 millones en los últimos tres años y en los que siguen invirtiendo, recientemente el Departamento de Estado norteamericano hizo pública una convocatoria ascendente a 20 millones de dólares para actividades desestabilizadoras contra Cuba. El calificativo de mercenarios tanto para los de 1961, como para estos sigue teniendo vigencia.
