Eddy Mac Donald Torres y Dunnia Castillo Galán, profesor y profesora de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) .-¡Pasen señores pasen, va a comenzar la función del gran circo…! Este sería el panorama previo a cualquier espectáculo circense, los heraldos haciendo de las suyas para informar al público y a su vez atrapar su atención y deseos, traduciéndose en la comparecencia de la gente a la carpa, que habiendo pagado su entrada, generarían los dividendos para ser repartidos entre todos los trabajadores de este necesario arte.
Vivimos la era en que los medios de comunicación crean dependencia casi absoluta. Las noticias suelen conocerse en minutos o segundos -teniendo en cuenta la tecnología empleada- amén de las distancias. La televisión se adueña de las promociones y los antiguos mensajeros de pueblo en pueblo megáfono en mano, se convierten en sujetos anacrónicos, mas su esencia continúa inmutable, atraer y enganchar a una audiencia. Así habrán pensado los autores intelectuales y diseñadores de una “huelga de hambre” en Cuba, que por estos días concitó la atención en horarios estelares de noticieros televisivos y radiales, además de sitios privilegiados en la prensa de E.U.A. (fundamentalmente en la Florida) y europea: española en particular.
Las tecnologías modernas de información y comunicaciones, fueron una plataforma indispensable para la transmisión de este acontecimiento que les mencionábamos anteriormente, léase redes sociales (facebook y twitter) además de los blogs que cotidianamente inflaman sucesos sobredimensionando los hechos o manipulando a los cibernautas. Ese fue el caso de la bloguera mercenaria Yoani Sánchez cuya misión consistió en amplificar la supuesta huelga por internet y convertirse en vocera de los -en su mayoría solo teóricamente- ayunantes.
Esta puesta en escena fue ideada de acuerdo a las evidencias recogidas en sitios digitales y en un reportaje de la televisión cubana, desde la Oficina de Intereses de Los Estados Unidos en La Habana (SINA) -con la anuencia de su máximo representante, John Patrick Caufield-, 5 días antes de la conferencia de prensa concedida por la protagonista de la obra teatral o el telefilme montado al efecto, nos referimos a la señora Marta Beatriz Roque Cabello, conocida contrarrevolucionaria que a sabiendas de su papel secundario en el juego anticubano, no repara en acciones para llamar la atención y justificar su paga.
La farsa comenzó el 10 de Septiembre de 2012 y duró hasta el 18, bajo el pretexto de exigir al gobierno cubano la liberación del “preso político” Jorge Vázquez Chaviano supuestamente por haber cumplido su sentencia, sin tener en cuenta que Chaviano no era ningún preso político a pesar de lo que se ha divulgado, sino un recluso sentenciado a un año y 6 meses por actividad económica ilícita, la cual le fue sustituida por trabajo correccional sin internamiento, que al violar las condiciones de esta alternativa se le suspendió el beneficio.
Un “huelga de hambre” bien posicionada
El diario norteamericano El Nuevo Herald realizó un exhaustivo seguimiento a la temática publicando desde el mismo día 10 y hasta el 21 del mes de septiembre, 19 artículos, de ellos en solo uno se abordó el material especial difundido por la Televisión Cubana donde se desmontó la falsa huelga de hambre.
El reportaje fue colgado en la página del diario, acompañado de un artículo titulado: “Televisión cubana arremete contra huelguistas pacíficos”, escrito por Juan Carlos Chávez, quien intentó ridiculizar la veracidad del material apuntando a un accionar supuestamente antiético del gobierno cubano.
Que una huelga de hambre llame la atención de los medios no es algo tan novedoso, lo curioso resulta como un tema de apenas relevancia para el pueblo norteamericano fue sobredimensionado, especialmente ante la polémica existente en el sur de La Florida por la eliminación en los presupuestos federales de los programas que favorecen a los más desprotegidos, no obstante, de este tema hacen mutis y callan cómplicemente.
Valdría la pena destacar como indistintamente al mencionar las supuestas muestras de solidaridad para con los mercenarios, se hace alusión a los “exiliados cubanos en Miami”. Resulta cuestionable hablar del exilio de cubanos en Miami huyendo de una “tiranía” que no respeta los derechos y las libertadas individuales, mas son miles los que retornan al país “infernal” año tras año, a disfrutar de las bonanzas naturales y las alcanzadas después del triunfo revolucionario. ¿Curioso verdad?
Es notable señalar además como frente a una crisis económica galopante que afecta a la mayoría de sus habitantes el periódico El País de España, le dedicase espacio a un tema intranscendente para el público español cuando deberían dedicarse a mediar entre el gobierno y la realidad angosta y compleja de dicho pueblo que se debate entre buscar opciones para subsistir, manifestándose contra las medidas gubernamentales o acatar la situación tal y como está, lo que significaría un suicidio.
Cuando se hace una lectura de los principales elementos que arroja el acercamiento a este tema en el rotativo ibérico mencionado con antelación, nos encontramos con matrices de opinión que apuntan al deterioro paulatino de la salud en los “ayunantes” –característica subrayada por la mayor parte de los medios que se hicieron eco del hecho noticioso-. No obstante, la falacia de esta idea quedó demostrada en entrevistas concedidas por la doctora Anabel Cárdenas, directora del policlínico Luis Pasteur de la capital cubana, quien acudió a la solicitud de los huelguistas y confirmó que no existía ninguna evidencia de que estuviera en peligro sus vidas, a pesar de los esfuerzos de estos por camuflarlo.
No habría que ser un facultativo en el campo de la medicina para percatarse que una persona padeciendo diabetes mellitus, no podría permanecer con vitalidad y energía durante más de 48 horas sin ingerir alimento alguno. Lo anterior constituye otro elemento que pone en tela de juicio la veracidad de la llevada y traída huelga de hambre.
“El coste político de la huelga de hambre estaba resultando negativo para el Gobierno y además la protesta funcionaba como un elemento aglutinador de las fuerzas disidentes. La oposición cubana ganó este asalto, uno a cero”. Así valoraba Yoani Sánchez la corresponsal de El País en Cuba los resultados de la huelga. Una vez más los anhelos de la contrarrevolución pretenden convertirse en la realidad, sueñan con un reconocimiento social al interior del país del que no son ni serán jamás merecedores.
Algo similar ocurrió con las televisoras que le prestaron gran atención al desarrollo del “ayuno”, no así a las evidencias que demuestran la falsedad del hecho en sí. Telemundo 51 publicó en su página web, 6 materiales de video acompañados de un texto escrito en cada caso. La televisión española (RTVE. es) también dio cobertura al suceso publicando 5 materiales audiovisuales desde el día 11 al 19 de septiembre, mas no se aprecia referencias directas a la falsedad demostrada en el reportaje de la televisión cubana.
De los pocos medios que se han hecho eco del reportaje cubano, encontramos al canal Univisión, con un cúmulo importante de materiales audiovisuales en aproximadamente 5 páginas, aunque solo unos pocos dedicados a la denuncia de la televisión cubana y siempre con la intención de sembrar una matriz de opinión cuestionando al gobierno cubano, convirtiéndose este medio además en la plataforma “casi oficial” de Marta Beatriz para intentar refutar lo que a ojos de todos es consabido.
La verdad no será transmitida
Es inevitable apreciar como los grandes consorcios de la información dedicaron múltiples espacios a relatar todo lo referido a la supuesta huelga, desde el propio instante en que los contrarrevolucionarios deciden comenzarla hasta ser abandonada 8 días después, convirtiéndola de esta forma en el “boom” noticioso de la semana, dando por cierto el desarrollo de una huelga de hambre sin tener más elementos de juicio que la palabra de un grupo de personas de dudosa reputación en situaciones como estas (en dos ocasiones anteriores Marta Beatriz Roque armó un show como este concluyen de igual forma con el descubrimiento de la farsa), demostrando que han violado la triangulación de la información como un principio básico del periodismo.
Una vez difundido por la televisión cubana el material especial donde se desmonta el castillo de naipes construido en el aire, muchos medios se sumergen en un silencio total, mientras otros hacen lo posible por desmentir lo expuesto, claro está, no han tenido el éxito deseado.
Uno de los elementos que se esgrimen contra Cuba ha sido emplear métodos no ortodoxos, mas habría que señalar lo siguiente coincidiendo con el periodista cubano radicado en Miami Edmundo García:
… todo este conglomerado de medios de comunicación, en Miami, en España, en América Latina, en todos lados; todas estas cadenas, Telemundo, Univisión, los canalitos de Miami, los charquitos de televisión de Miami como el 41, Mega Tevé, todos, absolutamente todos; El Herald, Tamayo y la tamayada, Juan Carlos Chávez uno detrás del otro, Radio y Tevé Martí, en fin, todo este andamiaje de propaganda sucia contra Cuba funcionando, y entonces Cuba no tiene derecho a defenderse, Cuba no tiene derecho a defenderse a esta hora, cuando los cogen en la mentira. O sea, cuando les demuestran que esto es un gran circo y un show mediático, entonces ahora se quejan de que si le escucharon las llamadas, de que si los filmaron sin autorización…
Las acciones que desarrolla la mal llamada disidencia, están más próximas a las corrientes que defendieron Narciso López y Estrada Palma que la del pueblo cubano abrazando los ideales de Martí y Maceo, paradigmas inamovibles de la Revolución encabezada por Fidel y otros, acogidos como héroes nacionales, cabría hacerse la interrogante: ¿quiénes son los verdaderos adalides del pueblo de Cuba, los amplificados por los medios occidentales o los silenciados por estos?
Una vez más las conclusiones nos llevarían a pensar que el poder hegemónico mundial en los medios, parafraseando a Nicolás Guillén, ante la manipulación y la mentira abren la muralla mientras que ante las verdades incómodas cierran la muralla.
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