Para octubre del año siguiente, escribí: Cuba, víctima de una Guerra Económica y la siguiente pregunta indicadora del propósito del título: “¿Por qué Estados Unidos no acaba de quitarle a La Habana el pretexto del 'Embargo' para así poder percibir dónde está la causa principal de las desgracias del pueblo cubano? ¿Por qué no poner fin a la guerra económica?”.
En este momento, comparto con mis lectores/as algunos argumentos que evidencian el recrudecimiento de la multilateral agresividad del Águila Imperial contra mi Caimán Verde, solamente en la esfera económica.
Desde la capital de cubanas y cubanos, ha trascendido que en las últimas semanas Washington ha redoblado sus acciones de Bloqueo, utilizando para ello la Oficina para el Control de los Activos Extranjeros (OFAC —por sus siglas en inglés) perteneciente a su Departamento del Tesoro.
Por ejemplo, el 28 junio último la OFAC multó a uno de los bancos más importantes de Italia, el Intesa Sanpaolo S.p.A., obligándolo a pagar 2.949.030 USD, tras realizar una investigación acreditadora que tal institución financiera procesó 53 transferencias a favor de la Mayor de las Antillas entre los años 2004 y 2008.
Como si fuera poco, la citada entidad del Tesoro yanqui volvió a multar a otra entidad el pasado 22 de julio por violar el Bloqueo contra la Isla, esta vez con 5.226.120 USD, la mayor en lo que va de año. La víctima de turno, ni más ni menos que una de las principales agencias turoperadoras estadounidenses, la American Express Travel Related Services Company.
Sepa usted que la referida es la segunda multa en menos de un mes y la quinta en lo que va de 2013, producto de las recurrentes pesquisas en aras de evitar a toda costa que los estadounidenses crucen libremente a su vecino más próximo al Sur del Estrecho de la Florida, con el alegato que subsidiarias extranjeras de la mencionada compañía y sus oficinas de representación fuera de los predios estadounidenses vendieron 14.487 boletos aéreos para viajar a nuestra nación desde terceros países, al margen de la licencia que posee la American Express Travel para gestionar estos servicios a Cuba para los grupos “pueblo a pueblo”.
En este contexto, me siento obligado a formular estas interrogantes:
¿Acaso deja de ser evidente la insolencia con la cual la Casa Blanca trata a sus socios europeos y sienta un precedente negativo para otras instituciones que comercian con nosotros al aplicar extraterritorialmente las sanciones de marras?
¿Acaso deja de ser evidente que el Gobierno de Estados Unidos hace una vez más concesiones absurdas a los detractores del cambio de política hacia Cuba, prestando juicio omiso al amplio reclamo popular de liberar totalmente los viajes al Caimán Verde?
¿Acaso deja de ser evidente que el objetivo fundamental de esta más que cincuentenaria monstruosa política del Águila Imperial a mi Patria sigue siendo causar daño y sufrimiento a la mayoría de cubanas y cubanos?
Por tanto, ¿es un cuento el Bloqueo USA contra Cuba? ¡Que Washington demuestre lo contrario, desmontando la aberración vs. nuestro cubano!
