Por Arthur González/El Heraldo Cubano.- Las maniobras ejecutadas por Washington para llevar a la VII Cumbre de las Américas a la contrarrevolución cubana, creada y financiada por la CIA y el Departamento de Estado, perseguían darle la visibilidad internacional que no tienen ni tendrán dentro de la isla.Debido a eso, movieron a sus peones hacia Estados Unidos a fin de prepararlos y orientarles qué hacer, decir y la forma de provocar a la delegación cubana, única representación de la verdadera sociedad civil, para lograr que la comunidad latinoamericana pensara que la sociedad civil real eran los contrarrevolucionarios, de lo cual se encargarían después los medios de prensa a su servicio.

¿Cómo decirles a los pueblos de América Latina que personas que no trabajan ni estudian ni producen bienes o servicios para su pueblo, pueden autocalificarse sociedad civil?

Por esa razón, los organizadores del Foro de la Sociedad Civil impidieron a una parte de la delegación cubana acreditarse plenamente, con vistas a reducir el número de voces que expresarían la verdad de Cuba y poderle así entregar a los asalariados una tribuna para mentir y leer los libretos confeccionados por especialistas estadounidenses de la CIA y otras agencias de inteligencia dedicadas a la guerra sicológica.

Las propuestas de política, elaboradas por el Council on Foreign Relations, CFR, publicadas en 1999, en las que se plantea cómo deben conducirse las relaciones con Cuba, van dirigidas a lograr una Transición hacia el capitalismo en Cuba, y gran parte de las mismas se encuentran en plena ejecución.

Entre los objetivos a alcanzar con dichas propuestas están:

“Establecer los medios que deben utilizarse para tratar de promover en Cuba los intereses y valores estadounidenses, y por tanto apoyar, alimentar y reforzar la “sociedad civil” que comienza a surgir en la Cuba de hoy, de forma lenta, tentativa, pero persistente, bajo la concha del comunismo”.

Con total desfachatez, el documento reconoce que:

“La oposición de Estados Unidos a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.

O sea, el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero establecido oficialmente desde 1962, perseguía evitar que el socialismo cubano sirviera de ejemplo al tercer mundo.

La contrarrevolución cubana no tiene apoyo del pueblo, sus cabecillas nadie los conoce, no aportan nada a la sociedad y viven solo de los cientos de miles de dólares que les envían desde Estados Unidos.

Oficialmente, la Casa Blanca aprueba desde la llegada del presidente Barack Obama, 20 millones de dólares anuales para las acciones de subversión contra la Revolución cubana y una buena parte van a parar al bolsillo de los calificados como “disidentes”, nombre mediático que no refleja la verdad y sirve para darle una valía falsa.

Muchos han sido los “disidentes” que han servido a su patria, mediante un trabajo secreto, que posteriormente denunciaron públicamente ante la TV cubana, la forma en que recibían preparación en los locales de la misión diplomática yanqui en La Habana, el abastecimiento material y el dinero recibido.

Por eso nunca han logrado que la juventud cubana, los trabajadores y las mujeres del país apoyen.

El número de contrarrevolucionarios no crece, por el contrario se dividen a causas de sus discrepancias, la lucha por el poder y por supuesto por obtener más privilegios financieros, y en los dos últimos años muchos viajes al exterior.

No obstante pasearlos por la Cumbre de las Américas fue una tarea planificada desde hace meses, para Estados Unidos lo más importante era darles visibilidad internacional, de lo que se encargaron algunos periodistas seleccionados, los demás se sumarían a la noticia después de iniciadas las provocaciones.

Pero la prepotencia yanqui volvió a equivocarse. Trasladaron desde Estados Unidos a un grupo de mercenarios con antecedentes de asesinatos y actos terroristas contra ciudadanos de Latinoamérica, lo que dejó bien definido el por qué son rechazados por el pueblo cubano.

La doble vía del asunto cubano se puso de manifiesto.

Mientras eso sucedía, el presidente Obama saludaba a Raúl Castro y se entrevistaban para perfilar el restablecimiento de relaciones, lo que indica que tal y como expresó el 17 de diciembre el presidente norteamericano, la táctica cambiará pero los objetivos de derrocar a la Revolución seguirán inamovibles.

Ante las actuaciones de esos asalariados, debe tenerse siempre presente a José Martí cuando expresó:

“Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres”.

Martianos-Hermes-Cubainformación
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