Percy Francisco Alvarado Godoy - Blog "Descubriendo verdades".- ¿Qué moral tiene este diario para cuestionar a Cuba cuando ha aceptado como cómplice pasivo las duras penas, multas y condenas que sufren los españoles que protestan contra el costo de la vida, el desempleo, la corrupción y la exclusión social que padecen? Su artículo es inmoral, vergonzoso y nada aporta a la verdad.
No resulta extraño que el diario español ABC.es dedique hoy un trabajo titulado “Cuba se supera con cerca de 1.500 arrestos políticos solo en noviembre”, cuando es reconocido como uno de los adalides de la guerra ideológica anticubana. Lo lamentable de este diario que se prestigia de “apego a la verdad” es que tome como fuentes a detractores profesionales que en más de una oportunidad han hecho el ridículo al, presentar denuncias contra presuntos opositores nombrando para ello a un equipo de futbol boliviano, a la selección de voleibol de Perú, así como a afamados pintores españoles y personalidades del deporte español que ni han vivido en Cuba, ni han tenido que ver con la política interna de la Isla.
El manejo de una cifra cercana a los 1, 500 detenidos por parte de las autoridades cubanas es una farsa del señor Elizardo Sánchez Santacruz –liderzuelo de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn)–-, quien carece de seriedad alguna, ya que sus informes los elabora sin revisar fuentes y muchos de ellos salen de su imaginación.
A diferencia de la Ley Mordaza impuesta a los españoles, las autoridades cubanas adoptan medidas legales contra aquellos que subvierten el orden constitucional, aplicando penas –a mi juicio nada severas– que se limitan a advertencias para que se abstengan a participar en provocaciones, a detenciones breves y a la elaboración de actas de advertencias. Solo en aquellos casos en que se oponen violentamentamente a la acción policial, son retenidos y enjuiciados con figuras como desacato, escándalo público y otras, que ciertamente no tipifican la peligrosidad de sus acciones. Ninguno de ellos ha sido condenado por delitos políticos sino más bien por desacato, alteración del orden público y agresión.
