Barack Obama y Ben Rhodes en la Casa Blanca. Foto: White House.

Rosa Miriam Elizalde - Cubadebate.- La entrevista se concilió previamente con la Casa Blanca y Ben Rhodes accedió a encontrarse con un grupo reducido de periodistas cubanos, minutos después de un maratónico encuentro con los más de cien corresponsales que acompañan al Presidente Barack Obama en esta visita a Cuba.


Nos reunimos en un salón del Hotel Parque Central, en La Habana Vieja, donde se aloja la prensa acompañante y una legión de funcionarios de la Casa Blanca. Hace un frío invernal bastante insólito en Cuba y solo tendremos una ronda de preguntas. El principal asesor de Obama en política exterior -en realidad tiene un cargo de nombre alambicado: asistente del Presidente y viceconsejero de Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas y Escritura de Discursos-, debe asistir a la cena de Estado que ofrece el Presidente Raúl a su homólogo norteamericano.

Rhodes propone seguir el orden en que estamos sentados los reporteros del diario Granma, el Sistema Informativo de la Televisión Cubana, la Agencia Cubana de Noticias, Radio Rebelde, Juventud Rebelde y Cubadebate. Pero al final las preguntas salen más bien en zigzag, comenzando por Cristina Escobar, la enviada de la TV. A partir de ahí, Rhodes comienza a hablar en tono sereno, meditando las respuestas a medida que la traductora alterna la versión en castellano.

No cambiará la Ley de Ajuste Cubano

El gobierno de los Estados Unidos no tiene planeado anunciar cambios a la Ley de Ajuste Cubano, dice. “Como saben, nosotros heredamos políticas que si hubiesen sido preparadas hoy día se hubiesen diseñado de forma distinta; pero tampoco queremos dar la impresión a los cubanos de que vamos a cambiar esa política en la forma en que afecta su deseo de emigrar a Estados Unidos”.

Reconoce que en el seno del Congreso de Estados Unidos hay un debate público en torno a esta política y asegura que su gobierno alienta el diálogo respecto a esta política, pero su respuesta comienza comienza a alcanzar presión cuando avanza hacia al nudo gordiano de la política estadounidense respecto a Cuba: el bloqueo.

“Hay cambios al bloqueo -y tan rápido como pronuncia la palabra, rectifica- o embargo, que pueden entrar en vigor inmediatamente e implementarse fácilmente; aumentan las remesas, aumentan los viajes, por ejemplo. Y hay otros que exigen el que continuemos en un diálogo para que se implementen efectivamente, el tema del dólar es uno de esos”.

Rhodes, que era un aspirante a novelista hasta que los atentados del 11 de septiembre de 2001 en su ciudad, Nueva York, le cambiaron la vida, habla con propiedad en nombre del gobierno: “Hemos permitido que Cuba ahora acceda al dólar en transacciones internacionales. También se ha permitido que las personas tengan cuentas en Cuba en dólares, para depositar dólares. Estas dos medidas conjuntamente arrojarán beneficios significativos a la economía cubana.”

Sin embargo, reconoce que no ha bastado con tomar la decisión, hace falta un extra, tal y como advertía el Canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en conferencia de prensa previa a la llegada de Obama a la Isla: “Tenemos que acudir a los bancos y entablar un diálogo con ellos para que entiendan, uno, que ya está permitido este tipo de transacción y que no van a enfrentar ningún tipo de penalidad si toman esa medida”.

La inercia de la aplicación de las sanciones por tan largo tiempo ha provocado que los bancos tienen en sus computadoras programado el rechazo las transacciones con Cuba, “por ello el trabajo que yo decía de tener un diálogo con ellos, conversar con ellos, explicarles que esto es un cambio y que ellos tienen que implementar cambios a su vez para que pueda este tipo de transacción ocurrir. Y nos hemos comprometido a ello, y lo dijimos nuevamente, que vamos a tener ese diálogo para que los bancos entiendan los cambios y los cubanos tengan acceso al dólar”.

Eso permitirá que “Cuba levante esa penalidad a la conversión en dólares”. Vaticina que será beneficioso para el pueblo cubano, porque implicaría que los estadounidenses inviertan cuando visitan la Isla, además del incentivo a las empresas, que no tendrían que hacer el cambio en euros para operar en el mercado cubano. Cree que si aumentan los viajeros, si aumenta la presencia de las empresas estadounidenses, “será muy difícil dar marcha atrás. Sería difícil que un político diga: no puede viajar, no puede hacer esto, cuando ya habría 110 vuelos regulares y habría millares de turistas estadounidenses viniendo”. Ese, confirma, ha sido uno de los objetivos principales de esta visita.

La lista

Es mi turno y le hago dos preguntas. La primera, sobre el reto que hiciera el General de Ejército hoy, en la conferencia de prensa junto a Obama: ¿Estados Unidos tiene alguna lista de presos políticos en Cuba? La otra, tiene que ver con un anuncio del Presidente estadounidense en el Foro de Negocios al que asistiera en la tarde, donde elogió el sistema de salud cubano y adelantaba la posibilidad de un acuerdo de colaboración para enfrentar la epidemia de Zika. Los mosquitos no respetan las fronteras y el Zika no tiene ideología, argumentó medio en broma.

Rhodes comienza por la segunda pregunta, quizás dándose tiempo para hilvanar la pregunta de la “lista”. “El presidente Barack Obama anunció hoy la posibilidad de un acuerdo con Cuba para atender la epidemia del Zika. “Ha habido muchos avances y nuestros ministerios de Salud han convenido trabajar conjuntamente para alcanzar un acuerdo de cooperación sobre enfermedades trasmitidas por los mosquitos, el Zikao o el dengue, así como en el cáncer”, asegura.

“Pensamos que esta cooperación continúe e incluso adelante, y dada la gran experiencia cubana en salud y medicina, vemos que hay un potencial enorme de colaboración que podemos desarrollar. Hay institutos como el Instituto del Cáncer en Estados Unidos, y hay investigaciones en cáncer, y también podríamos trabajar en otros países como en el caso del Ébola”, admite.

“Sí, hay una lista de personas que pensamos han sido encarceladas por lo que consideramos son ofensas no violentas o delitos no violentos”, pero luego matiza su respuesta y el razonamiento es un poco oscuro -admito que revisé sus palabras en inglés, pero la versión al castellano es impecable-: “Hay casos que planteamos con el gobierno cubano sobre una base continua, de forma que creo que la diferencia principal al respecto es la postura del gobierno cubano en el sentido de que estas no son personas que son prisioneros políticos, sino que son personas que están infringiendo la normatividad legal cubana.”

Considera que “que hay actividades no violentas que no ameritan que estas personas sean encarceladas, como, por ejemplo, una protesta pacífica contra el gobierno o una crítica al gobierno en distintos foros. Las personas, en cualquier parte del mundo, se trate de cualquier país, toda persona que esté encarcelada por ese tipo de delito, para nosotros es considerada como un prisionero político o una prisionera política. Es menos una cuestión de si hay o no una lista, porque hay muchas listas, lo que es claro es que tenemos unas perspectivas que difieren en cuanto a lo que son detenciones injustas.”

Rhodes no aporta nombres, ni explica que esas personas que participan en “protestas pacíficas” no son autónomas. Las iniciativas relacionadas con  “transición de Cuba” que estimula la Le Ley Helms Burton han hecho correr ríos de dinero y le han costado a los contribuyentes estadounidenses más de 250 millones de dólares, en el paréntesis que media de la Administración Bush a la Obama. No lo dice Cuba, sino las evidencias aportadas por las agencias y políticos estadounidenses. Los fondos se destinan fundamentalmente a “opositores” o personas consideradas como potenciales opositores, ciertos religiosos, fanáticos de la música y jóvenes descontentos, activistas de la diversidad sexual, blogueros e incluso niños, una práctica que en Estados Unidos sanciona su legislación que no tolera la colaboración encubierta o clandestina con otros gobiernos, pero que se ha aplicado y se sigue aplicando de manera insensata y recurrente contra Cuba.

Por supuesto, otra de estas preguntas incómodas salió a la palestra. Juana Carrasco, de Juventud Rebelde, recordó palabras del Presidente Obama que hablaba de soberanía del pueblo cubano en términos futuros. ¿Tiene que ver con la política de cambio de régimen?

Rhodes reacciona otra vez incómodo, pero cortés. “No, que quede clarísimo, esto (respeto por la soberanía cubana) quiere decir ahora y en el futuro. Nosotros hemos hecho hincapié en el sentido de que Estados Unidos no tiene una política de cambio de régimen en Cuba y no busca imponer un sistema de gobierno determinado a Cuba y que los cubanos son los únicos que deben tomar esta decisión”, enfatiza.

Reconoce que “tenemos sistemas políticos que difieren, o sea que tenemos perspectivas distintas respecto a la forma en que los ciudadanos deben pronunciarse; pero respetamos la soberanía de Cuba y las diferencias que tenemos sobre temas políticos y derechos humanos no significan que estamos buscando un cambio de régimen; significa que abogaremos por las cosas en las cuales creemos; pero lo haremos como lo hacemos en el caso de otros países del mundo, con respeto.”

El gobierno cubano tiene un fuerte sentimiento respecto a Guantánamo

Jorge Legañoa, de la Agencia Cubana de Noticias, le pregunta sobre el territorio ocupado por Estados Unidos en la Isla, Guantánamo, donde por cierto hay todavía varias decenas de presos que no han tenido derecho a juicio y ni siquiera se les ha podido probar que participaran en actos terroristas. ¿Hay una fecha precisa para conversar sobre la devolución de ese territorio con el gobierno cubano?

Rhodes confirma que el tema salió a colación en la reunión bilateral con el Presidente (Raúl Castro) y también se ha planteado en casi todas sus conversaciones con el gobierno cubano, de forma que, fundamentalmente, va a estar presente en las conversaciones.

“Para nosotros la normalización es un proceso que nos permite plantear y discutir temas de desacuerdo y nuestra expectativa es que el gobierno cubano va a continuar planteando. Nosotros estamos enfocados en cuanto a Guantánamo en tratar de cerrar la prisión… Entendemos cuán fuerte es el sentimiento del gobierno cubano al respecto y prevemos que va a ser un tema permanente en el diálogo con el gobierno cubano.”

Otro asunto peliagudo: las importaciones a Estados Unidos de los productos cubanos, que impide la comercialización, por ejemplo, del Heberprot-P, un medicamento cubano novedoso y único prescrito para la terapia de la úlcera del pie diabético.

“Debo ser muy claro en este punto -advierte Rhodes-. Creemos que el embargo, el bloqueo debe levantarse, instamos al Congreso a que levante el embargo, y uno de los motivos por el cual invitamos a tantos miembros del Congreso de Estados Unidos (a venir a Cuba) es que estamos tratando de que aumente el apoyo de nuestra propuesta de levantar el embargo. Mientras siga el embargo en pie, habrá limitaciones en las actividades entre ambos países.”

Recuerda que la administración ha hecho acciones ejecutivas para modificar en la medida de lo posible la legislación. Pero todo cambio que se propone exige una revisión jurídica, por eso es que demoran. “Los elementos más difíciles de cambiar, hablando del embargo, tienen que ver con el comercio, la importación y exportación. No podríamos nosotros mediante estas acciones, sin violar una ley levantar, digamos, la prohibición de la importación de productos cubanos… Lo que tratamos de hacer es encontrar categorías e importaciones que sí pueden permitirse, porque podríamos aducir que ello, el levantar la prohibición ayuda a un propósito determinado; de forma que examinaremos casos individuales como el que usted planteó (Herbeprot-B).”

Considera que la forma más fácil en este momento de levantar (el bloqueo) o modificarlo es buscar áreas donde sí se puede lograr comerciar. “Pero -aclara- si nos vamos más allá de la Ley podrían impugnar judicialmente nuestra política.”

Reclamos de propiedades

Los reclamos de propiedades es un tema difícil, reconocer el asesor de Obama.  “Hay una cantidad significativa de reclamos de parte y parte”, y confirma que se han producido conversaciones sobre reclamos de propiedad entre los dos gobiernos.

Su esperanza es que Estados Unidos ha podido resolver reclamos de propiedad difíciles con otros países, anteriormente. “Se han resuelto reclamos con Irán en ambas direcciones y también hemos resuelto reclamos con Khadaffi, cuando aún estaba en el poder en Libia, de forma que hay fórmulas que funcionan, incluso con países con los cuales hemos tenido diferencias históricas, y grandes, en política”.

Espera que la resolución de reclamos ayude a abrir aún más las relaciones comerciales: “O sea, que hay aliciente para ambos países para resolver estos reclamos de propiedades. Como gobierno somos responsables de los reclamos de propiedad de ciudadanos estadounidenses en el momento de la expropiación o confiscación, o sea que esos son los reclamos que hemos contabilizado, cuantificado por así decirlo.”

Sin embargo, especifica Rhodes: “Hay otra categoría de personas que eran cubanos y después se han convertido en ciudadanos estadounidenses, pero nosotros como gobierno no podemos tomar igual responsabilidad jurídica por esas personas. Sería sano que los norteamericanos de origen cubano tengan un diálogo con el gobierno cubano al respecto.”

Optimismo

Angélica Paredes, de Radio Rebelde, le pregunta a Benjamín Rhodes si se siente optimista y cómo los dos gobiernos, con diferencias tan profundas, pueden sortear todos estos obstáculos en beneficio de dos pueblos.

“Muy buena pregunta -reacciona-. Yo sí soy muy optimista. Tenemos diferencias enormes y no vamos a resolver todos estos problemas rápidamente; pero soy optimista por un motivo y es porque la gente o las personas en ambos países, en una mayoría significativa en ambos casos, quieren esta relación, quieren que la relación se abra.”

Reconoce que lo ha conmovido “saber cuánto añoran los cubanos esta apertura; el pueblo norteamericano está muy interesado en Cuba y apoya esta apertura. Incluso, entre los norteamericano-cubanos hay una cantidad creciente de personas que quieren que esta apertura tenga éxito.”

Como alguien que ha tratado con el gobierno cubano mucho, desde julio del año 2013, “puedo decirle que al inicio de estas conversaciones no nos conocíamos, había, digamos, poca base para un entendimiento común, diferencias sobre la historia, pero debido a que continuamos conversando y continuamos empeñados en el diálogo pudimos encontrar áreas comunes de interés, aunque había diferencias”.

Asegura que “hace dos años nadie hubiese imaginado que el Presidente de Estados Unidos visitara La Habana, o que empresas norteamericanas empezaran a establecer negocios acá, o el número de norteamericanos de origen cubano que se unen de nuevo a su familia. O sea que eso indica que las cosas sí pueden cambiar, y ello es el objetivo del Presidente, continuar acelerando ese proceso.”

¿Ha cambiado Ben Rhodes respecto lo que pensaba de Cuba?, pregunta Legañoa cuando el funcionario apremia, porque va a llegar tarde a la cena de Estado. “Sí. Me ha impresionado. En primer lugar, debajo de toda la historia somos seres humanos y uno se olvida de eso cuando lo único que le fundamenta es lo que lee en los libros de Historia. Lo otro es que mientras más uno conversa con los cubanos, con el gobierno, con los empresarios, cuentapropistas, se da uno cuenta de cuán animados y de que hay tal diversidad y hay tal germen de actividad. Nos veíamos como algo monolítico, como algo fuerte y no tan variado, polifacético. A mí me ha resultado de mucho agrado entablar comunicación con el pueblo. A veces ha sido un trabajo agotador, pero siempre ha sido muy beneficioso.”

Persistencia del bloqueo limita comercio entre Cuba y EE.UU.

Jorge Legañoa Alonso

La Habana, 21 mar (ACN) Mientras continúe el embargo en pie –el bloqueo contra Cuba– habrá limitaciones a las actividades comerciales entre ambos países, aseguró en conversación con la prensa cubana Benjamin Rhodes, viceasesor de Seguridad Nacional del presidente Barack Obama.

A una pregunta de la Agencia Cubana de Noticias sobre si su gobierno piensa tomar alguna acción ejecutiva para permitir la exportación de productos cubanos a su país o la venta allí, fue enfático en señalar que mientras se mantengan las leyes que codifican el bloqueo, persistirán las limitaciones para sostener una relación comercial normal.

Justamente uno de esos productos cubanos que pudiera ser utilizado por los ciudadanos estadounidenses es el Heberprot-P, el único medicamento a nivel mundial para el tratamiento de las úlceras del pie diabético, que evita tener que amputarle un miembro a la persona enferma y que ha beneficiado a más de 200 mil personas en 30 países en los últimos años.

Los elementos más difíciles de cambiar en cuanto al embargo están relacionados justamente con el comercio y las importaciones y exportaciones, precisó el funcionario norteamericano, aunque no descartó evaluar puntualmente algunas áreas como la que posibilitaría el uso del Heberprot-P.

Aseguró que todo cambio para flexibilizar el bloqueo necesita de una exhaustiva revisión jurídica, por lo que demoran tanto tiempo y se realizan en grupo.

Si nos vamos más allá de la Ley vigente, podrían impugnar judicialmente nuestras políticas, acotó.

Debo ser muy claro al respecto: el embargo debe levantarse, instamos al Congreso a que lo haga, y uno de los motivos por lo que invitamos a tantos miembros del Capitolio a Cuba en esta visita de Obama es que estamos buscando aumentar el apoyo a nuestra propuesta, comentó.

Respecto al último paquete de medidas que aprobó la semana pasada la administración Obama y que incluyó la autorización del uso del dólar a Cuba en sus transacciones internacionales, explicó que ahora ellos tienen que realizar reuniones con los bancos para que entiendan que están permitidas estas transacciones y que no van enfrentar ningún tipo de penalidad si las realizan.

Recalcó que su gobierno se ha comprometido a realizar ese diálogo con los bancos norteamericanos para que asuman los cambios, lo que permitirá que Cuba elimine el gravamen del 10 por ciento que hoy aplica al dólar estadounidense a su entrada a la Isla, como ha anunciado.

Sobre la posibilidad de que Cuba y la nación norteña conversen en fecha cercana sobre la demanda de devolución del territorio que ocupa ilegalmente la Base Naval en Guantánamo, acotó que ese tema salió a colación en la reunión bilateral entre los presidentes y que el proceso hacia la normalización de relaciones permitirá discutir aspectos en los que están en desacuerdo, como Guantánamo.

Entendemos cuán fuerte es el sentimiento del gobierno y el pueblo cubanos al respecto y prevemos que va a ser un tema permanente, reconoció.

Puntualizó que en la actualidad la Casa Blanca está enfocada en cerrar la cárcel que mantiene en la Base norteamericana en el oriente cubano desde hace más de una década.

En cuanto a la agenda bilateral en materia de salud y ciencias que adelantó hoy el presidente Obama en su diálogo con empresarios de las dos naciones, Rhodes reconoció que ha habido avances y los ministerios de salud de Cuba y EE.UU están trabajando para alcanzar un acuerdo de cooperación en temas como el cáncer y otras enfermedades trasmitidas por los mosquitos, como el Zika y Dengue.

Comentó que dada la gran experiencia médica antillana hay un potencial enorme de colaboración entre los gobiernos y no descartó trabajar conjuntamente en otros países, como se hizo en el enfrentamiento a la epidemia de Ébola en África Occidental.

Tras 15 meses en el camino hacia una relación diferente, el cercano asesor de Obama, consideró que el aumento creciente de viajeros a Cuba y la presencia de empresas estadounidenses en la mayor de las Antillas, serán factores importantes que impedirán dar marcha atrás en el cambio de la política estadounidense hacia Cuba.

Sería muy difícil que un político norteamericano le diga a los ciudadanos estadounidenses que no puede hacer esto o aquello, menos cuando lleguemos a los 110 vuelos regulares y miles de estadounidenses estén viniendo, recalcó.

Otro de los temas de la conversación exclusiva de Rhodes con la prensa cubana, por más de 30 minutos, fue la Ley de Ajuste Cubano que. enfatizó, la administración Obama no tiene planeado hacerle cambios, pues según dijo la heredó, aunque reconoció que si hubiera sido preparada hoy en día se hubiese diseñado de forma distinta.

Igualmente declaró que los dos gobiernos han dialogado sobre el tema de las compensaciones económicas y el reclamo de propiedades nacionalizadas al triunfo de la Revolución, sobre lo cual consideró que hay fórmulas que funcionan para solucionar ese tema, aunque tengamos diferencias políticas.

Concluyó que es muy optimista en cuanto al nuevo capítulo de las relaciones entre La Habana y Washington, porque “aún con las enormes diferencias que no se van a resolver de un día a otro, la gente y las personas en ambos países, con una mayoría significativa, quieren estos nuevos vínculos”.

Como alguien que ha tratado mucho con el gobierno cubano desde el 2013 aseguró que en los inicios había poca base para un entendimiento, diferencias sobre la historia, pero encontrar áreas comunes de interés ayudaron en el camino.

Hace dos años nadie hubiera imaginado que el presidente Obama vendría a La Habana o que empresas norteamericanas establecieran negocios en Cuba, las cosas sí pueden cambiar, y ese es el objetivo del viaje del presidente Obama, continuar acelerando el proceso, reflexionó.

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