Arturo Del Villar, Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio - Cubainformación.- De lunes a viernes, a eso de las 14.40, la Sociedad Española de Radiodifusión, por su nombre abreviado Cadena SER, emite lo que denomina “El telegrama de Miguel Ángel Aguilar”, breve programa en el que este estúpido esbirro presuntuoso del partido conservador que se atreve a llamarse Socialista, aconseja a un líder político internacional lo que debe hacer. Algunas noches interviene también en el programa nocturno “Hora 25”, en donde sus compañeros de tertulia ríen sus chistes sin gracia de payaso bobalicón.

Solamente a la SER se le podía ocurrir poner en antena los consejos de un pedante idiota a un líder mundial. Hay que ser absolutamente imbécil para creer que Merkel, Putin, Maduro, Obama y los restantes conductores de la política mundial escuchan la Cadena SER al mediodía, o a cualquier hora, y toma nota de las advertencias que les hace el engreído cretino Aguilar para correr a ponerlas en práctica. Qué gilipollez más ecuménica.

Este 21 de marzo ha tenido el atrevimiento de remitir su mensaje al presidente Raúl Castro. Le ha advertido que la Revolución Cubana tiene los días contados, porque en cuanto él y su hermano Fidel desaparezcan del escenario por razones biológicas, se hundirá la Revolución. Seguro que este majadero integral, de haber podido estar en Yorktown en 1781, aconsejaría a Washington que abandonara la revolución independentista, porque a su muerte la Gran Bretaña iba a recuperar el control de los territorios perdidos. Y de haber podido estar en Angostura en 1819 propondría a Bolívar retirarse, por tener la seguridad de que a su muerte los territorios liberados volverían a ser colonia de España. 

Las revoluciones y los pueblos 

Las revoluciones van siempre unidas al nombre de las personas que las organizan, pero las hacen los pueblos, las gentes anónimas que asaltan los palacios, ocupan los ministerios y toman las prisiones. Hay un excelente poema de Bertolt Brecht que describe la situación. Por eso las américas, para no cambiar de ejemplo, conservan la independencia de las metrópolis, cuando sus dirigentes son un capítulo en la historia de la humanidad. La Revolución Cubana ni siquiera va unida al nombre de un solo líder, sino a los de varios comandantes guerrilleros, de los que sobreviven Fidel y Raúl, y por eso son su referente obligado.

La Revolución Cubana recibió desde el principio el apoyo del pueblo, harto de soportar el colonialismo imperialista gringo, como lo estaba sufriendo toda Latinoamérica. Su triunfo sirvió de ejemplo para que en otras colonias se organizaran guerrillas o alianzas políticas populares, que fueron triunfando inexorablemente. Algunos de esos movimientos quedaron interrumpidos con violencia genocida por el imperialismo gringo, como el de Chile con Salvador Allende, un crimen que la historia no olvidará nunca.

El pueblo cubano defiende su Revolución, que perdurará porque es popular. Empezó derrotando al dictador Fulgencio Batista, el hijo de puta de los Estados Bandidos de Norteamérica, dicho sea conforme a la acertada explicación de Corder Hull, secretario de Estado con Franklin D. Roosevelt, para justificar su apoyo a Somoza. Después derrotó en Playa Girón a las tropas invasoras bien pertrechadas por el imperialismo, y ha superado el embargo ilegal que todavía mantienen los Estados Bandidos contra la isla, sin atender las continuadas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que ordenan su finalización. Las armas no sirven para nada contra los ideales (excepto en España, que es diferente). 

Gusanos al micrófono 

La Cadena SER, portavoz del partido conservador que comete la desvergüenza de apodarse Socialista, ha equivocado el bando. De nada le vale su propaganda contrarrevolucionaria, lanzada a extremos delirantes con la visita del emperador Obama a la isla. En lugar de considerar este acontecimiento como una nueva victoria, esta vez diplomática, de la Revolución sobre el imperialismo gringo, se ha dedicado a entrevistar a los gusanos contrarrevolucionarios que se arrastran por Cuba y también por España, en donde gozan de las subvenciones estatales para su propaganda. Sólo ha emitido opiniones contrarias, demostrando la parcialidad habitual en los medios de comunicación del reino.

Y el fatuo periodista pagado por el partido supuestamente Socialista, Miguel Ángel Aguilar, además de hacer el ridículo se ha cubierto de mierda, por decirlo cortesanamente a la manera de la reina Leti.