Prensa Latina.- El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) dio a conocer los premios otorgados a los artistas que participaron en el Concurso de Carteles NoMás Bloqueo.
La competición fue convocada por la Cancillería de la isla caribeña, la Oficina Nacional de Diseño (ONDI) con la colaboración de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Como resultado del Concurso fueron premiadas tres obras: primer premio, otorgado a Liz Capote, el segundo fue para Armando Mesa, ambos de Cuba, y el tercero quedó en manos de la argentina, Ana Laura Peirone.
Capote realizó su trabajo mediante códigos gráficos, apegados a la ilustración infantil, que connotan ternura y serenidad, al tiempo que se visualiza en el cartel la persistencia y fortaleza de Cuba ante el bloqueo.
Mientras que Mesa empleó recursos de diseño básico como la continuidad dentro de un patrón que se rompe con el énfasis de la paloma que cae quebrando el equilibrio y unidad visual del triángulo, que alude a la bandera cubana, transmitiendo metafóricamente los efectos del bloqueo.
La suramericana Peirone tuvo un adecuado empleo del espacio óptico, contraste cromático, empleo del texto y síntesis formal, el diseño del cartel transmite desde el símbolo del candado abierto, la necesidad de romper el bloqueo.
También se decidió entregar siete menciones a: Amauri Rivera, Lisandra Caridad González, Liz Capoteo, Alberto Rambaudi, Andrés Ruenes, Yunisleidys Hernández y Teodoro Mancera, todos de Cuba, reseña la nota del Minrex.
El jurado encargado de valorar las obras estuvo conformado por especialistas de artes plásticas y visuales, así como por directivos de la ONDI y del Minrex. Exteriores.
Los carteles, provenientes de Cuba, Argentina, Brasil, China, Estados Unidos, Italia, Japón y México, a decir del jurado, se caracterizan de forma general por la calidad y el empleo de novedosos códigos gráficos, que aportan una manera diferente de visualizar el mensaje.
La muestra de carteles denominada NoMásBloqueo fue una iniciativa que denuncia la intensificación del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace más de medio siglo a la nación antillana.
Esa política hostil recibe año tras año el repudio de la comunidad internacional en el seno de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas por ser una manera de violar las reglas más elementales del derecho internacional.
