Lino Luben Pérez ACN.- La Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP), calificó en esta capital de execrable el bloqueo económico, financiero y comercial de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos contra Cuba, considerado el genocidio más largo de la historia.
Es un caso verdaderamente abominable por su impacto negativo a los intereses de los cubanos, denunció la agrupación en una declaración aprobada por unanimidad en uno de sus encuentros científicos con motivo del aniversario 225 de su creación en enero pasado.
En nombre de nuestros afiliados, exigimos la eliminación inmediata de todas las barreas de ese acoso generalizado que daña a nuestro pueblo, su bienestar, y también a nuestros colegas estadounidenses, señaló el documento.
Consideraron que las medidas de ese tipo se contraponen con el empeño de “contribuir a establecer un socialismo libre, próspero, democrático, participativo y sostenible”.
Incluso se ofrecieron para intervenir profesionalmente en todo lo que pueda ayudar al país y a los norteamericanos de buena fe a erradicarlas desde el punto de vista legal, económico, científico y cultural.
Su programa conmemorativo contempla la realización de talleres por el aniversario 150 del inicio de las guerras por la independencia nacional, los 290 años de la Universidad de La Habana y los 60 del triunfo de la Revolución en 1959.
Zoila Benítez de Mendoza, presidenta de la Sociedad Económica de Amigos del País, anunció que el nueve de enero próximo llevarán a cabo una junta general, en la cual se celebrará el aniversario 25 de la época actual de la SEAP y el medio milenio de la Villa de San Cristóbal de La Habana.
Las primeras Reales Sociedades Científicas de Amigos del País se fundaron en Santiago de Cuba (1787) y en La Habana (1793), considerada por Fernando Ortiz Fernández la hija cubana del iluminismo, por su aporte en el avance económico, la introducción de los resultados más destacados de la ciencia y la técnica, así como la utilización de nuevos métodos de educación.
Ortiz Fernández (1881-1969) sobresalió por su condición de etnólogo, antropólogo, jurista, arqueólogo y periodista.
