Laura V. Mor (Fotos: Yaimi Ravelo Rojas) - Resumen Latinoamericano Corresponsalía Cuba.- El bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba bajo la administración Eisenhower afecta a todos los sectores de la economía y la sociedad cubana desde hace 56 años.
Se hace fácil contarlo, pero lo difícil es vivirlo en el día a día como lo hacen los 11 millones de cubanos y cubanas que residen en la isla. Muchos derechos se ven afectados, entre ellos la educación, que en Cuba es gratuita y universal y alcanza en su garantía al 100% de los jóvenes y niños.
“Todas las afectaciones que sufre el pueblo las sufren los docentes, las madres, los niños”, afirmó Paul Antonio Torres Fernández, investigador del Instituto Cubano de Ciencias Pedagógicas y vocero del Ministerio de Educación en la audiencia contra el bloqueo brindada en el Centro de Prensa Internacional.
Los principales perjuicios se deben al pago de tarifas encarecidas por fletes desde mercados lejanos con intermediación de terceros países, la falta o insuficiencia de ciertos medios y recursos utilizados, algo que ocurre también en el resto de los sectores. Al no poder utilizar en transacciones en el exterior el dólar estadounidense, Cuba se ve obligado a abonar en euros o dólares canadienses, perdiendo cuantiosas sumas en la conversión de divisas.
Dejar de ofertar 5196 círculos infantiles este año escolar, no poder entregar la totalidad de los módulos de medios didácticos necesarios para la tarea docente y limitaciones en la adquisición de libros de texto actualizados y materiales audiovisuales que complementen el aprendizaje son sólo algunas de las consecuencias palpables de una política que atenta contra el derecho a la educación, consagrado en la Constitución cubana y base del desarrollo integral de las futuras generaciones de cubanos y cubanas.
A la imposibilidad de acceder a herramientas informáticas se le suma las limitaciones ocasionadas en el ancho de banda de internet, que repercute no sólo en por ejemplo las tutorías a estudiantes sino también en el armado y mantenimiento del sistema nacional de bibliotecas con que cuenta el país.
Algo tan simple para cualquier persona del mundo como lo es actualizar online un antivirus como el conocido Avast o el software Java a cualquier cubano le es imposible desde una conexión local dada la vigencia del bloqueo. Googlear como lo hace cualquier estudiante en el resto del mundo cuando necesita ahondar en información sistematizada a un cubano le implica no acceder a cuantiosas webs prohibidas en su acceso desde una IP que se aloje en la isla.
A pesar de todos estos impedimentos y dificultades Cuba continúa garantizando la universalidad de la educación, para lo cual destina el 23% del presupuesto público al sistema educativo, un 6% del Producto Bruto Interno del país, cifra que equipara a un país en vías de desarrollo con aquellos desarrollados y que convierte a Cuba en el país de América Latina con mayor índice en el desarrollo de la educación según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).